martes, 17 de mayo de 2022

Santoral: San Pascual Bailón

San Pascual Bailón - Anónimo (1670)
Colección estable Museo de Bellas Artes de Granada

 

San Pascual Bailón - Franciscano (OFM) lego y santo.

Nació en Torrehermosa (Zaragoza), el día de Pentecostés, 16 de Mayo de 1540, hijo de unos humildes labradores, Pascual Bailón e Isabel Juvera, lo que determinó su dedicación al pastoreo durante bastantes años, en los que acrecentó su piedad y aprendió a leer y escribir.

A los dieciocho años, el deseo de servir a Dios le empujó hacia el Convento franciscano de Santa María de Loreto de Albatesa, en el Reino de Valencia, recientemente fundado por los reformadores de san Pedro de Alcántara; esperó un tiempo en las cercanías del Monasterio, trabajando como pastor al servicio de Martín García, quien deseaba adoptarle como hijo y legarle su gran hacienda, pero Pascual renunció a todo ello para profesar en el convento antes citado, el 2 de febrero de 1564. Pasó por diversas casas y, aunque sus superiores deseaban que accediera al sacerdocio, prefirió permanecer como hermano lego y desempeñar humildes oficios de jardinero o portero.

En 1576, el padre provincial necesitó enviar ciertos comunicados al general de la Orden, Cristóbal de Cheffontaines, que se encontraba en París, y encargó de la misión a fray Pascual, que atravesó toda la Francia calvinista, empresa que le llevó al borde de la lapidación en Orleans. Pese a todas las calamidades, cumplió satisfactoriamente su misión, aunque regresó con numerosas cicatrices y dolores que le acompañaron siempre.

Entre 1589 y 1592 vivió en el convento de Villarreal, y murió un día de Pentecostés, el 17 de mayo de 1592. Su fama de santidad, que ya había tenido en vida, atrajo a numerosos fieles y entre los prodigios que se le atribuyeron hay uno en su propio funeral, pues en la misa se le vio abrir los ojos en el momento de la elevación de la hostia.

Sus restos se conservaron en el convento hasta el año 1936 en que desaparecieron; actualmente se levanta un templo votivo eucarístico de fama mundial. El convento franciscano de Aranjuez también está bajo su advocación. Muy pronto comenzaron los escritos sobre su vida, encabezados por la "Chrónica del beato Pascual Baylón", escrita en 1598 por su superior y primer biógrafo, el padre Juan Jiménez.

Pablo V beatificó a Pascual Bailón en 1618 y Alejandro VIII lo canonizó el 16 de octubre de 1690.

León XIII, en su breve Providentissimus, de 28 de noviembre de 1897 lo declaró patrono de las Asociaciones y Congregaciones Eucarísticas, no sólo de las que ya existían, sino también de las que se crearan en el futuro. Su fiesta se celebra el 17 de mayo, y es conocido como el Serafín de la Eucaristía.

Iconográficamente, san Pascual Bailón se representa vestido de franciscano y sus principales atributos hacen referencia a su vocación eucarística: un ostentorio o un cáliz; en menos ocasiones se acompaña de elementos de penitencia y meditación como las disciplinas o el libro o de objetos que aluden a su humilde vida como pastor y jardinero, el cayado y la paleta o azada; a veces, como referencia a la pureza que le acompañó toda la vida, aparece con una azucena.


La visión de San Pascual Bailón - Tiépolo (1767)
Museo Nacional El Prado

Sus representaciones más frecuentes lo muestran de rodillas, en éxtasis ante el Santísimo, y acompañado de ángeles. Giambattista Tiépolo lo pintó, hacia 1769, para el convento de Aranjuez y la obra es muy conocida a partir del grabado que de ella hizo el hijo del pintor. Son muy numerosas las estampas populares y se difundieron, sobre todo en Italia, donde se le considera “varón protector de las mujeres”. San Pascual Bailón es patrón de los pastores, los cocineros y de todas las asociaciones y hermandades eucarísticas desde 1897.

Cartapacio era el nombre que el propio santo otorgó a sus escritos para fomentar la piedad; fueron publicados en Toledo, con el título de Opúsculos de S. Pascual Bailón.