martes, 31 de enero de 2023

Evangelio diario: 31-01-2023

Lectura del santo evangelio según san Marcos 5, 21-43

En aquel tiempo, Jesús atravesó de nuevo en barca a la otra orilla, se le reunió mucha gente a su alrededor y se quedó junto al mar.

Se acercó un jefe de la sinagoga, que se llamaba Jairo, y, al verlo, se echó a sus pies, rogándole con insistencia:
«Mi niña está en las últimas; ven, impón las manos sobre ella, para que se cure y viva».
Se fue con él y lo seguía mucha gente que lo apretujaba.

Había una mujer que padecía flujos de sangre desde hacía doce años. Había sufrido mucho a manos de los médicos y se había gastado en eso toda su fortuna; pero, en vez de mejorar, se había puesto peor. Oyó hablar de Jesús y, acercándose por detrás, entre la gente, le tocó el manto, pensando:
«Con solo tocarle el manto curaré».
Inmediatamente se secó la fuente de sus hemorragias y notó que su cuerpo estaba curado. Jesús, notando que había salido fuerza de él, se volvió enseguida, en medio de la gente y preguntaba:
«Quién me ha tocado el manto?».
Los discípulos le contestaban:
«Ves cómo te apretuja la gente y preguntas: “Quién me ha tocado?”».
Él seguía mirando alrededor, para ver a la que había hecho esto. La mujer se acercó asustada y temblorosa, al comprender lo que le había ocurrido, se le echó a los pies y le confesó toda la verdad.

Él le dice:
«Hija, tu fe te ha salvado. Vete en paz y queda curada de tu enfermedad».
Todavía estaba hablando, cuando llegaron de casa del jefe de la sinagoga para decirle:
«Tu hija se ha muerto. ¿Para qué molestar más al maestro?».
Jesús alcanzó a oír lo que hablaban y le dijo al jefe de la sinagoga:
«No temas; basta que tengas fe».
No permitió que lo acompañara nadie, más que Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago. Llegan a casa del jefe de la sinagoga y encuentra el alboroto de los que lloraban y se lamentaban a gritos y después de entrar les dijo:
«¿Qué estrépito y qué lloros son estos? La niña no está muerta; está dormida».
Se reían de él. Pero él los echó fuera a todos y, con el padre y la madre de la niña y sus acompañantes, entró donde estaba la niña, la cogió de la mano y le dijo:
«Talitha qumi» (que significa: «Contigo hablo, niña, levántate»).
La niña se levantó inmediatamente y echó a andar; tenía doce años. Y quedaron fuera de sí llenos de estupor.

Les insistió en que nadie se enterase; y les dijo que dieran de comer a la niña.




Comentario

En el relato de las dos curaciones que nos presenta el evangelio de hoy, hay dos palabras claves: amor y fe. Amor por parte de Jesús. El amor siempre busca hacer el bien a las personas que ama. Jesús, porque ama, busca hacer el bien a todos los que le rodean de diversas maneras. Una de ellas es indicándoles el camino que han de seguir para vivir con sentido, ilusión y esperanza. Toda su enseñanza es buena noticia, que alegra y ensancha el corazón de sus oyentes.

Porque ama, busca hacer el bien también a aquellos que le suplican que les cure de alguna dolencia propia o ajena. Y aquí entra la fe. Para que realice esas curaciones, Jesús les pide fe. Que confíen en él, que crean que tiene ese poder curativo amplio para curar las enfermedades del cuerpo y las del alma, que crean que les ama.

Los hombres del siglo XXI, ante nuestros distintos y variados padecimientos y enfermedades, si acudimos a Él, Jesús, el que nos ama, siempre sanará nuestras dolencias con la misma y única medicina: “No temas, basta que tengas fe”. No tiene ni conoce otra.

Recordamos hoy a San Juan Bosco. Nació el 16 de agosto de 1815, Castelnuovo Don Bosco, Italia, y murió en Turín el 31 de enero de 1888. Una vez ordenado sacerdote, dedicó su vida a la educación en la fe de la juventud, y fundó La Congregación Salesiana para que continuase su labor educativa.

Reseña histórica de los especialistas al celebrar a San Juan Bosco



 



 

Especialista: “el que cultiva o practica una rama determinada de un arte o una ciencia”. La presencia del especialista en los ejércitos es tan antigua como el primer soldado.

A finales del siglo XIX y principios del XX, como consecuencia del desarrollo de las tecnologías, diversas unidades de las Armas y Cuerpos dan formación específica a alguno de sus componentes de tropa.

En 1932, mediante la Ley de 13 de mayo (C.L. nº 272), se declaran a extinguir los diversos cuerpos político-militares y se crea un cuerpo que se denominará Cuerpo Auxiliar Subalterno del Ejército (CASE).

En el año 1940, por la Ley de 6 de mayo (C.L. nº 157), se crea el Cuerpo de Especialistas de los Ejércitos de Tierra, Mar y Aire. El mismo año, se publica un Reglamento que rige las Escuelas de Aprendices de Fábricas Militares cuya misión es instruir obreros en diversos oficios que atañen a la industria militar. Los alumnos son niños que ingresan con una edad entre 14 y 16 años.

En el año 1974, mediante la Ley 13/1974 de 30 de marzo (BOE nº 78, de 1 de abril), se organizan las Escalas Básica de Suboficiales y Especial de Jefes y Oficiales del Ejército de Tierra. Dentro de estas escalas se crea el Cuerpo de Especialistas.

La incorporación de la mujer al ejército se produce en el año 1988 con la publicación del Real Decreto 1/1988 de 12 de febrero. A partir de entonces se han formado cientos de mujeres especialistas que desempeñan misiones en las unidades del Ejército de Tierra.



EL CUERPO DE ESPECIALISTAS

El Cuerpo de Especialistas del Ejército de Tierra queda constituido como tal, al entrar en vigor la Ley 17/89, de 19 de julio, Reguladora del Régimen del Personal Militar, integrándose en él la Escala Media (actualmente denominada Escala de Oficiales), en sus empleos de alférez a Teniente Coronel, y la Escala Básica de Suboficiales (actualmente denominada Escala de Suboficiales), en los empleos de Sargento a Suboficial Mayor.

En la Escala Media se integran: La Escala Especial de Jefes y Oficiales Especialistas, de Intendencia, de Sanidad, de Farmacia y de Veterinaria.

En la Escala Básica se integran: El Cuerpo Auxiliar de Suboficiales Especialistas, el de Suboficiales de Intendencia, de Sanidad, de Farmacia, de Veterinaria, Agrupación Obrera y Topográfica del Servicio Geográfico, la Escala Básica de Suboficiales Especialistas, de Intendencia, de Sanidad y de Farmacia y los Sargentos de Complemento de Mantenimiento procedentes de los IPE’s.

Se estableció igualmente el emblema que portarían ambas Escalas: Un Águila Azorada, de plata, con una espada de igual metal en sus garras y un listón de pico con el lema “PERITIA PERITIS”, (maestro de maestros). En años posteriores sufrió una ligera transformación, modificándose el color plata por el de oro. 

Con la publicación en el Boletín Oficial del Estado nº 278 de la Ley 39/2007, de 19 de noviembre, de la carrera militar, el Cuerpo de Especialistas se integra en el Cuerpo General que la propia Ley acaba de crear, propiciando su desaparición como tal Cuerpo tras dieciocho años de existencia, habiendo escrito una página inolvidable en el libro de la historia de nuestras Fuerzas Armadas.

Dentro de este Cuerpo General, es la actual Agrupación de Especialidades Técnicas, quien recoge el testigo del Cuerpo de Especialistas, siendo la Academia de Logística y antes los Institutos Politécnicos, los Centros de Formación donde sus componentes se formaron y a su vez forjaron su futuro. La Academia de Logística constituye actualmente el hilo conductor de los anhelos de todos sus miembros.

Santoral: San Juan Bosco - patrón de los especialistas del Ejército de Tierra

Juan Melchor Bosco Ochienna, conocido popularmente como Don Bosco, nació en I Becchi en 1815 y murió en Turín en 1888.

Sacerdote y pedagogo italiano, fundador de la orden salesiana. Hijo de un humilde matrimonio campesino, su niñez fue dura, perdió a su padre y tuvo que trabajar para sacar adelante su familia y estudiar en el liceo para ser sacerdote.




En 1835 ingresó en el seminario arzobispal de Turín, y en 1841 fue ordenado sacerdote. Ya por entonces sentía una viva preocupación por la suerte de los niños pobres de los barrios obreros de Turín, que vivía por aquellos años el auge de la Revolución Industrial, y particularmente por su imposibilidad de acceso a la educación. Inspirándose en San Felipe Neri y en el prelado francés San Francisco de Sales, en 1844 fundó el Oratorio de San Francisco de Sales, cuya sede fijó dos años después en una casa de la periferia. 

Estableció luego las bases de la Congregación de los sacerdotes de San Francisco de Sales, o salesianos (1851), aprobada en 1860, y de su rama femenina, el Instituto de Hijas de María Auxiliadora. Tales instituciones, dedicadas a la enseñanza de los niños pobres, se desarrollaron con rapidez gracias al impulso de uno de los grandes pedagogos del siglo XIX. Además de recibir una educación cristiana, los alumnos podían familiarizarse e instruirse en diversos oficios, razón por la que se ha visto en Don Bosco a uno de los precursores de la moderna formación profesional. Desde el punto de vista metodológico, Don Bosco implantó lo que él mismo denominaba «sistema preventivo», frente al sistema represivo tradicional.

La orden salesiana alcanza hoy en día 17.000 centros en 105 países, con 1.300 colegios y 300 parroquias, mientras que el instituto femenino de María Auxiliadora (las Hermanas Salesianas) posee 16.000 centros en 75 países, dedicados a la educación de la juventud pobre.

Ya en vida de Don Bosco las instituciones por él fundadas llegaron a reunir más de cien mil niños pobres bajo su protección; su fama como educador y como santo favoreció su relación con importantes personalidades de su tiempo (entre ellas el monarca italiano Víctor Manuel II y los papas Pío IX y León XIII) y el apoyo a su labor filantrópica.

Además de su labor educadora y fundadora, San Juan Bosco publicó más de una cuarentena de libros teológicos y pedagógicos, entre los cuales cabe destacar El joven instruido, del que se llegaron a publicar más de cincuenta ediciones y un millón de ejemplares sólo en el siglo XIX. 

Basílica Mª Auxiliadora
Turín
El propio santo se encargó también de compilar y editar los llamados Sueños de Don Bosco, un total de 159 sueños en ocasiones premonitorios que tuvo a lo largo de su vida, el primero de ellos a los nueve años. Cuenta Don Bosco que, a esa edad, soñó que se hallaba en el patio de un colegio y que se lanzaba a puñetazos contra un grupo de muchachos que «decían malas palabras». Apareció entonces Jesucristo, quien le indicó que los vencería «no con puños, sino con amabilidad», y luego la Virgen María, que anticipó su destino de educador: su misión sería llevar la mansedumbre a los niños, una vez se hubiera hecho él mismo «humilde, fuerte y robusto».

San Juan Bosco murió la madrugada del 31 de enero de 1888 en Turín. Durante tres días, la ciudad piamontesa desfiló ante su capilla ardiente, a cuyo entierro acudieron más de trescientos mil fieles. Fue beatificado en 1929 y canonizado en 1934, durante el pontificado de Pío XI; para su canonización se presentaron seiscientos cincuenta milagros obrados por él. Su festividad se conmemora el día de su fallecimiento, el 31 de enero.

lunes, 30 de enero de 2023

Evangelio diario: 30-01-2023

Lectura del santo evangelio según san Marcos 5,1-20

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos llegaron a la otra orilla del mar, a la región de los gerasenos. Apenas desembarcó, le salió al encuentro, de entre los sepulcros, un hombre poseído de espíritu inmundo. Y es que vivía entre los sepulcros; ni con cadenas podía ya nadie sujetarlo; muchas veces lo habían sujetado con cepos y cadenas, pero él rompía las cadenas y destrozaba los cepos, y nadie tenía fuerza para dominarlo. Se pasaba el día y la noche en los sepulcros y en los montes, gritando e hiriéndose con piedras. Viendo de lejos a Jesús, echó a correr, se postró ante él y gritó con voz potente:
«¿Qué tienes que ver conmigo, Jesús, Hijo de Dios altísimo?
Por Dios te lo pido, no me atormentes».
Porque Jesús le estaba diciendo:
«Espíritu inmundo, sal de este hombre».
Y le preguntó:
«Cómo te llamas?».
Él respondió:
«Me llamo Legión, porque somos muchos».
Y le rogaba con insistencia que no los expulsara de aquella comarca.

Había cerca una gran piara de cerdos paciendo en la falda del monte. Los espíritus le rogaron:
«Envíanos a los cerdos para que entremos en ellos».
Él se lo permitió. Los espíritus inmundos salieron del hombre y se metieron en los cerdos; y la piara, unos dos mil, se abalanzó acantilado abajo al mar y se ahogó en el mar.

Los porquerizos huyeron y dieron la noticia en la ciudad y en los campos. Y la gente fue a ver qué había pasado.

Se acercaron a Jesús y vieron al endemoniado que había tenido la legión, sentado, vestido y en su juicio. Y se asustaron.

Los que lo habían visto les contaron lo que había pasado al endemoniado y a los cerdos. Ellos le rogaban que se marchase de su comarca.

Mientras se embarcaba, el que había estado poseído por el demonio le pidió que le permitiese estar con él. Pero no se lo permitió, sino que le dijo:
«Vete a casa con los tuyos y anúnciales lo que el Señor ha hecho contigo y que ha tenido misericordia de ti».
El hombre se marchó y empezó a proclamar por la Decápolis lo que Jesús había hecho con él; todos se admiraban.




Comentario

Jesús vino para regalarnos “vida y vida en abundancia”, para que pudiésemos disfrutar de la alegría de vivir. En todas sus palabras, en todas sus indicaciones busca esta finalidad. El enemigo principal que tenemos para ello es el mal. El mal es lo que hace daño al hombre y le roba su alegría. Es lo contrario al bien, a la bondad. Este es el mal en abstracto, que luego se concretará en diversas acciones que podemos cometer dejándonos guiar por el mal. Y también hay un personaje que encarna el mal, el demonio, “el espíritu inmundo”, que busca que vivamos por su camino.

El evangelio de hoy nos habla de “un hombre poseído de espíritu inmundo”, que era el que dirigía su vida, una vida nada agradable. “Se pasaba el día y la noche en los sepulcros y en los montes, gritándose e hiriéndose con piedras”. Se encontró con Jesús, el que predica y hace el bien, que se atrevió a decirle: “Espíritu inmundo, sal de este hombre”. Pero ese espíritu inmundo, que era “legión”, al suponer que iba a ser expulsado de aquel hombre le pidió que le dejara en aquella comarca, metiéndose en una gran piara de cerdos que estaban “en la falda del monte”. Y esta piara de cerdos se abalanzó acantilado abajo y se ahogaron en el lago. Esta terminación de la muerte de los cerdos nos deja un tanto perplejos. Pero lo que no nos deja perplejos, y es con lo que nos tenemos que quedar es el poder de Jesús de luchar y vencer al mal, en contra del “espíritu inmundo”.

Centrándonos en nuestra vida. Sabemos de la presencia del mal, venga de donde venga, en nuestra vida, el que intenta que no sigamos a Jesús como le hemos prometido. Acabamos de ver el poder de Jesús sobre el mal, sobre el espíritu inmundo. Ya sabemos a quién tenemos que acudir cuando ronde nuestro corazón.

domingo, 29 de enero de 2023

Domingo IV del Tiempo Ordinario

Primera lectura
Lectura de la profecía de Sofonías 2, 3; 3, 12-13


Buscad al Señor los humildes de la tierra,
los que practican su derecho,
buscad la justicia, buscad la humildad,
quizá podáis resguardaros
el día de la ira del Señor.

Dejaré en ti un resto,
un pueblo humilde y pobre
que buscará refugio en el nombre del Señor.

El resto de Israel no hará más el mal,
no mentirá ni habrá engaño en su boca.
Pastarán y descansarán,
y no habrá quien los inquiete.



Salmo 145

R/. Bienaventurados los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.

El Señor mantiene su fidelidad perpetuamente,
hace justicia a los oprimidos,
da pan a los hambrientos.
El Señor liberta a los cautivos.

R/. Bienaventurados los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.

El Señor abre los ojos al ciego,
el Señor endereza a los que ya se doblan,
el Señor ama a los justos.
El Señor guarda a los peregrinos.

R/. Bienaventurados los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.

Sustenta al huérfano y a la viuda
y trastorna el camino de los malvados.
El Señor reina eternamente,
tu Dios, Sion, de edad en edad.

R/. Bienaventurados los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.



Segunda lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 1, 26-31


Fijaos en vuestra asamblea, hermanos: no hay en ella muchos sabios en lo humano, ni muchos poderosos, ni muchos aristócratas; sino que, lo necio del mundo lo ha escogido Dios para humillar a los sabios, y lo débil del mundo lo ha escogido Dios para humillar lo poderoso.

Aún más, ha escogido la gente baja del mundo, lo despreciable, lo que no cuenta, para anular a lo que cuenta, de modo que nadie pueda gloriarse en presencia del Señor.

A él se debe que vosotros estéis en Cristo Jesús, el cual se ha hecho para nosotros sabiduría de parte de Dios, justicia, santificación y redención.

Y así —como está escrito—: «el que se gloríe, que se gloríe en el Señor».




Lectura del santo evangelio según san Mateo 5, 1-12a

En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió al monte, se sentó y se acercaron sus discípulos; y, abriendo su boca, les enseñaba diciendo:
«Bienaventurados los pobres en el espíritu,
porque de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados los mansos,
porque ellos heredarán la tierra.
Bienaventurados los que lloran,
porque ellos serán consolados.
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados.
Bienaventurados los misericordiosos,
porque ellos alcanzarán misericordia.
Bienaventurados los limpios de corazón,
porque ellos verán a Dios.
Bienaventurados los que trabajan por la paz,
porque ellos serán llamados hijos de Dios.
Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo».





Comentario

¿De dónde sacan su fuerza, su compromiso y su convicción los cristianos? Tanto los cristianos de entonces, como los de ahora, sin duda, bebemos de diferentes fuentes, pero de un mismo manantial: del Espíritu de Cristo. Las palabras y gestos de Jesús son para los cristianos de todos los tiempos la hoja de ruta. Formando parte de este camino, Las Bienaventuranzas constituyen la Carta Magna para los seguidores de Jesús de todos los tiempos y que, además, han de saber interpretar y vivir en las muy diferentes culturas y situaciones donde los cristianos viven y expresan su fe.

Uno de los filósofos más influyentes de nuestro tiempo, ya muerto hace tiempo, Nietzsche, decía que los cristianos son culpables y enemigos de la humanidad por haber hecho de los pobres, los cojos, los ciegos, los resignados, los sufridos, etc. el ideal del hombre bueno a quien Dios aprecia, es decir, por haber idealizado como modelos de imitación a los despreciados, a los deficientes, a los miserables, a los fracasados, a los resignados… porque ellos heredarán la gloria de Dios y vivirán en el cielo. Este filósofo reaccionó furiosamente contras las Bienaventuranzas.

En muchas partes del mundo, en apariencia por motivos distintos y diversos, los cristianos son martirizados, marginados y despreciados por otros grupos religiosos, por declarados ateos y por los que dicen llevar la bandera secularización declarándose indiferentes religiosos. Habría que viajar hasta los siglos tercero y cuarto para encontrar en la historia una persecución a los cristianos de forma parecida. Sin embargo, la fe cristiana está edificada sobre la firmeza y el convencimiento que Dios, el Dios de las promesas, el Dios de Jesús, ha compartido nuestra humanidad, se ha hecho uno de nosotros, y que además se ha puesto de parte de los pobres, marginados, los despreciados y humillados de este mundo, optando por ellos. Hace pocos días hemos celebrado la Navidad, el misterio radical de la Encarnación del Hijo de Dios, y de Dios mismo, Las Bienaventuranzas expresan la apuesta decidida de Dios por esta humanidad en busca de sentido y realización.

sábado, 28 de enero de 2023

Evangelio diario: 28-01-2023

Lectura del santo evangelio según san Marcos 4,35-41

Aquel día, al atardecer, dijo Jesús a sus discípulos:
«Vamos a la otra orilla».
Dejando a la gente, se lo llevaron en barca, como estaba; otras barcas lo acompañaban. Se levantó una fuerte tempestad y las olas rompían contra la barca hasta casi llenarla de agua. Él estaba en la popa, dormido sobre un cabezal. Lo despertaron, diciéndole:
«Maestro, ¿no te importa que perezcamos?».
Se puso en pie, increpó al viento y dijo al mar:
«¡Silencio, enmudece!».
El viento cesó y vino una gran calma.

Él les dijo:
«¿Por qué tenéis miedo? ¿Aún no tenéis fe?».
Se llenaron de miedo y se decían unos a otros:
«¿Pero quién es este? ¡Hasta el viento y el mar lo obedecen!».




Comentario

De nuevo la fe. Circunstancias difíciles en la travesía por el lago. A punto de naufragio. Jesús tranquilo, en medio del pavor de sus discípulos. La reacción más lógica es la de los discípulos.

La navegación había sido solicitada por Jesús. Él les había embarcado literalmente en la travesía del lago. Y no se inmuta ante el peligro en el que le introducido.

Cuando le preguntan si no le importa lo que está sucediendo, actúa. Y el viento se calma.

Y llega el reproche, ¿Por qué sois tan cobardes? ¿Aún no tenéis fe?

No, no la tenían tan fuerte que no se amedrentaran ante el peligro de naufragio.

Jesús ya había hecho ante ellos signos de su poder. También había manifestado el cariño hacia ellos. Los quería. ¿Por que no confiaban en él?

Jesús les dice que por cobardía. O, lo que es lo mismo, por falta de fe, de confianza en él.

Salvados, seguían espantados, dice el texto. Se formulaban la pregunta ¿quién es este a quien obedecen el viento y las aguas?

La fe es confianza, es la unión del cariño, el afecto de quien sabe más. Fe en el poder de quien merece esa confianza. Que exige saber de quién te fías. También de su poder. 

Santoral: Santo Tomás de Aquino

Apoteosis de Santo Tomás - Museo de Bellas Artes de Sevilla
Francisco de Zurbarán (1631)


Santo Tomás de Aquino nace en el castillo de Roccaseca (Italia) el año 1225. Hijo de los condes de Aquino recibe la primera educación religiosa y científica en la abadía de Montecasino, para pasar después a la universidad de Nápoles. Allí el contacto con fray Juan de San Juliano fue causa de que, a sus dieciséis años, frecuentase la comunidad de los hermanos predicadores, siendo el principio de su vocación a la vida apostólica. A los diecinueve años ingresa en la Orden de Predicadores. Esta opción juvenil de Sto. Tomás deberá ratificarla más de una vez; primero, frente a su aristocrática familia que, de novicio, le secuestra y le pone en calabozo durante seis meses en el castillo de Roccaseca; y, posteriormente, frente a los maestros de París, que no le permiten la docencia en la universidad por su condición de fraile mendicante.

Por indicación de Fray Juan Teutónico, Maestro de la Orden, termina sus estudios en París y Colonia, bajo la guía de Fray Alberto Magno, quien le convence de la necesidad de profundizar en Aristóteles, el filósofo de la razón, la razón es don de Dios y a él debe ordenarse.

A los treinta y dos años Tomás de Aquino es maestro de la cátedra de teología de París. En Tomás, la Palabra de Dios en la Escritura tiene la primacía sobre las otras ciencias, y hace de la oración la fuente más fecunda de sus investigaciones. Mientras permanece en París, Tomás y los hermanos Predicadores elaboran en comunidad filosofía y teología, para después hacerla presente en la universidad. Escribe muchas obras que destacan por su profundidad, admirando a maestros y estudiantes por la claridad, la distinción, la sutileza y la verdad con que procedía en la explicación de tantas y tan distintas materias, como son de ver en los cuatro grandes libros que escribió sobre el Maestro de las Sentencias. En estos años dio de sí tales muestras arguyendo, discutiendo y respondiendo que, según el sentir de la universidad, sólo Dios podía dar tanto ingenio, y así era en verdad. Por toda Europa volaba su fama, llevada por los que de todas partes iban a estudiar a la Sorbona y luego regresaban a sus tierras cantando la sabiduría del maestro.

Después de París, impartiría docencia en Roma y en Nápoles, dejando entre otras muchas obras la Suma Teológica.



Santo Tomás de Aquino murió en la abadía de Fossanova el día siete de marzo de 1274 cuando iba de camino al concilio de Lyon. Fue canonizado el dieciocho de julio de 1323 por Juan XXII. San Pío V, el once de abril de 1567, lo declaró Doctor de la Iglesia. León XIII, el cuatro de agosto de 1880, lo proclamó patrón de todas las universidades y escuelas católicas.

Alternó la enseñanza con la predicación. Actuó con eficaces intervenciones ante la curia pontificia en favor de los mendicantes. Destacó por su gran candor de vida y una fiel observancia de la vida conventual. La misión de la Orden, es decir, el ministerio multiforme de la Palabra de Dios en la pobreza voluntaria, en él se centró en una continua dedicación al trabajo teológico; investigar incansablemente la verdad, contemplarla con amor y entregarla a los demás en escritos y en la predicación directa. Empleó su capacidad totalmente al servicio de la verdad, ansioso de encontrarla, recibiéndola de donde quiera que viniese y participarla a los demás.

Tuvo siempre un comportamiento humilde y cordial. Su obra demuestra la estrecha coherencia entre la razón humana y la divina revelación.

Santo Tomás de Aquino fue muy devoto de Cristo Salvador, especialmente de la cruz y de la eucaristía, que exaltó en sus composiciones litúrgicas para la fiesta del Corpus Christi. Tuvo una ferviente devoción filial a la Madre de Dios, la Virgen María.


Frases célebres de Santo Tomás


“Justicia sin misericordia es crueldad.”

“El pecado ofende a Dios, lo que perjudica al hombre.”

“Los seres dotados de inteligencia desean existir siempre y un deseo natural no puede existir en vano.”

“Creer es un acto del entendimiento que asiente a la verdad divina por imperio de la voluntad movida por Dios mediante la gracia.”

“Teme al hombre de un solo libro.”

“Lo que se recibe, se recibe al modo del recipiente.”

“La justicia es la firme y constante voluntad de dar a cada uno lo suyo.”

“Tratad a los demás como deseáis que los demás os traten a vosotros.”

“El ser de las cosas, no su verdad, es la causa de la verdad en el entendimiento.”

“A todo movimiento de la voluntad es necesario que le preceda un conocimiento. Pero no a la inversa: no a todo conocimiento precede una noción voluntaria.”

“El derecho es lo justo o ajustado a otro conforme cierta clase de igualdad.”

“Dios, que es acto puro y no tiene nada de potencialidad, tiene un poder activo infinito sobre las demás cosas.”

viernes, 27 de enero de 2023

Evangelio diario: 27-01-2023

Lectura del santo evangelio según san Marcos 4,26-34

En aquel tiempo, Jesús decía al gentío:
«El reino de Dios se parece a un hombre que echa semilla en la tierra. Él duerme de noche y se levanta de mañana; la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo. La tierra va produciendo fruto sola: primero los tallos, luego la espiga, después el grano. Cuando el grano está a punto, se mete la hoz, porque ha llegado la siega».
Dijo también:
«¿Con qué podemos comparar el reino de Dios? ¿Qué parábola usaremos? Con un grano de mostaza: al sembrarlo en la tierra es la semilla más pequeña, pero después de sembrada crece, se hace más alta que las demás hortalizas y echa ramas tan grandes que los pájaros del cielo pueden anidar a su sombra».
Con muchas parábolas parecidas les exponía la palabra, acomodándose a su entender. Todo se lo exponía con parábolas, pero a sus discípulos se lo explicaba todo en privado.



Comentario

Dos hermosas parábolas nos regala hoy la Liturgia: la del sembrador que ve crecer su cosecha sin entender bien cómo y la del grano de mostaza. Dos ejemplos de como hasta lo más pequeño es importante en los planes de Dios. Lo que para nosotros puede parecer insignificante a los ojos del Padre es grande.

Un grano de trigo cae en la tierra, el sol y el agua harán que se rompa y de él brotará una espiga que dará a su vez muchos nuevos granos. El sacrificio de uno da la vida a muchos. Son muchos los significados que podemos extraer de esta parábola. Yo me quedo con ese porque nos habla de solidaridad, de renuncia personal, de vida que brota tras una aparente muerte ¿Y qué decir de un grano de mostaza? La más pequeña de las semillas, la más humilde, se llega a convertir en un arbusto tan alto y frondoso que hasta los pájaros anidan en él.

Muchas veces podemos pensar que somos insignificantes a los ojos de los demás, que valemos poco, que nuestras obras no tienen importancia. Intentamos transmitir el mensaje de Cristo y pensamos que no llega a nadie. Tanto esfuerzo nos parece en vano, pero a los ojos del Padre toda acción, por pequeña que sea, es grande y da fruto. Si creemos en la fuerza del Espíritu Santo, si nos ponemos en sus manos, nuestro trabajo en favor del Reino de Dios será como ese grano de trigo, como esa semilla de mostaza: dará fruto abundante en los corazones de quienes nos rodean. Somos hijos de una Iglesia misionera y no es necesario ir a lejanas tierras para predicar el Evangelio, para hablar de Jesús, de su muerte y resurrección, de su amor por todos nosotros. Podemos, y debemos, ser misioneros en lo cotidiano, en el día a día de nuestro entorno familiar y laboral. Sin miedo, con la valentía de los primeros cristianos y de la mano del Espíritu Santo seremos como el grano de trigo que se rompe en lo hondo de la tierra para hacer surgir la espiga abundante bajo la luz del sol.

jueves, 26 de enero de 2023

Evangelio diario: 26-01-2023

Lectura del santo evangelio según san Marcos 4, 21-25

En aquel tiempo, Jesús dijo al gentío:
- «¿Se trae la lámpara para meterla debajo del celemín o debajo de la cama?, ¿no es para ponerla en el candelero? 
No hay nada escondido, sino para que sea descubierto; no haya nada oculto, sino para que salga a la luz. El que tenga oídos para oír, que oiga».
Les dijo también:
- «Atención a lo que estáis oyendo: la medida que uséis la usarán con vosotros, y con creces. Porque al que tiene se le dará y al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene».




Comentario

Somos una luz encendida por Cristo. Creer en Cristo es aceptar en nosotros su luz y comunicar con nuestras palabras y obras esa luz a una humanidad que sin Él, anda a oscuras.

Somos una luz puesta en lugar visible que descubre: injusticias, corrupción... Nuestra luminosa vida de cristianos debe denunciarlas.

Somos una luz que sirve a otros en la solidaridad con los pobres, las luchas por la liberación, el cuidado de los más débiles: niños, enfermos, ancianos; en la ternura y fidelidad de los esposos

Haz brillar la luz de la verdad: Si tienes, esperanza, solidaridad, capacidad de compartir, sentido comunitario, anhelo de justicia y paz, misericordia, capacidad de perdonar, Dios te dará todo eso con creces.

"¡Atención a lo que estáis oyendo!". Jesús a todos llama a la conversión: Si estás lleno de egoísmo y codicia, de orgullo, indiferencia, dureza de corazón, cosecharás en tu vida las consecuencias de esa maldad.

Santoral: San Timoteo y San Tito



Las principales y más firmes fuentes para conocer sus vidas son los escritos neotestamentarios; de modo particular, los Hechos de los Apóstoles y las tres cartas canónicas, llamadas «pastorales» de las que uno y otro son destinatarios.

Ambos son discípulos del Apóstol Pablo, tomados por él para incorporarlos a su acción evangelizadora. Sus figuras son importantes; ayudan a conocer la evolución del episcopado a partir de los Apóstoles. Son como el eslabón de la cadena que une al obispo itinerante con el obispo sedentario que ya aparece con san Ignacio de Antioquía. Predican al Señor, celebran los misterios, atienden a las comunidades dispersas por un amplio territorio, ordenan presbíteros para atender a las distintas iglesias que comienzan a organizarse y se encargan de velar por la fe y las costumbres de los que se han bautizado para vivir según el espíritu que dejó el Señor.

De los dos, Timoteo es el discípulo predilecto. Una tradición venerable y antigua afirma que murió mártir en la persecución de Domiciano; pero el principal eco que resuena es el de discípulo fiel, compañero, colaborador y quasihijo de Pablo.

Nació en Asia Menor, en la provincia de Licaonia, cuya capital era Iconio. En el año 48, Pablo y Bernabé tuvieron que salir huyendo de allí, a pesar de que Pablo curara milagrosamente a un paralítico y se les llegara a confundir con los dioses Zeus y Apolo por los sacerdotes del templo pagano, que estuvieron a punto de ofrecerles un sacrificio; los judíos promovieron un tumulto, Pablo y Bernabé escaparon malheridos, contentos de haber sufrido persecución por Jesús y llegaron a Listra donde conocieron a las piadosas judías Loida y a su hija Eunice, que estaba casada con un griego pagano y era la madre de Timoteo. Posiblemente, Pablo los bautizó en aquella ocasión, cuando hacía su primer viaje apostólico.

Durante el segundo viaje, Pablo pensó en Timoteo como un posible colaborador, apareciendo como compañero leal e inseparable en las correrías por Frigia y Galacia; lo llevó también con él cuando pasó a Europa para predicar en Filipos, Berea y Atenas. Le encomendó varias misiones para atender a las iglesias ya fundadas, alguna de ellas, delicada, como la de Macedonia. Timoteo acompañó a Pablo en la primera prisión en Roma y le acompaña después de su puesta en libertad hasta que se le encargó de la atención de Éfeso y sus alrededores con amplios poderes de supervisión.

Desde Macedonia escribirá Pablo la primera carta al joven obispo pidiéndole que cuide su salud algo delicada y dándole excelentes consejos prácticos. La segunda carta se la escribirá desde Roma durante su segunda y definitiva prisión antes de su muerte, dejando desahogar su corazón de padre y haciéndole ver la soledad y abandono en que ha quedado.

De la vida posterior de Timoteo no sabemos gran cosa, salvo las afirmaciones de Eusebio; parece que continuó como de obispo en Éfeso con la autoridad propia de un metropolita actual sobre Asia Menor.

De Tito, tenemos menos datos. Es otro obispo-eslabón. Pablo mantiene con su discípulo contacto epistolar en el que le da instrucciones sobre las cualidades que debe prever tengan los futuros candidatos al orden sacerdotal para que su misión no sea restada por cargas personales, al tiempo que le orienta sobre las maneras prácticas de comportamiento con los fieles y el modo de actuar con aquellos que, ya cristianos, enseñan doctrinas no compatibles con lo que enseñó Jesús.

Fue uno de los discípulos más apreciados por Pablo; nació en el seno de una familia pagana y muy probablemente fue el mismo Apóstol quien lo convirtió a la fe. Pablo le confió misiones de importancia, entre las que cabe destacar el envío a Corinto, llevando desde Éfeso la carta llamada «de las lágrimas», para intentar pacificar a aquella comunidad inquieta y tan difícil que ya san Pablo daba por perdida para la fe; con un alarde de habilidad, tacto y paciencia supo reducirlos a la obediencia.

Obispo de Creta, lo tuvo bien difícil por el carácter levantisco y díscolo de los habitantes de la isla; pero lo que más le hizo sufrir fue el permanente acoso de los judeocristianos. De ahí la carta que Pablo le escribió para darle apoyo y las oportunas instrucciones.

Ambos fueron testigos del afán apostólico del infatigable Apóstol de los gentiles, los dos vieron sus sufrimientos en la cristianización del mundo, los dos le ayudaron en la tarea de extender el Evangelio, y los dos aprendieron de él la fidelidad. Por último, los dos constituyen un exponente de la sucesión apostólica en los primeros tiempos.

miércoles, 25 de enero de 2023

Evangelio diario: 25-01-2023

Lectura del santo Evangelio según san Marcos 16, 15-18

En aquel tiempo, Jesús se apareció a los once y les dijo:

«Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación.

El que crea y sea bautizado se salvará; el que no crea será condenado.

A los que crean, les acompañarán estos signos: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos y, si beben un veneno mortal, no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos».




Comentario

En un primer momento, la conversión de Pablo nos parece que supuso un cambio total en su vida. Y siendo esto verdad hay que afirmar, por otra parte, que en un sentido profundo y de su motivación principal, Pablo siguió siendo el mismo. Siendo judío ardiente lo que quería era cumplir la voluntad de Dios, porque para él Dios era lo máximo, era Dios y había que hacerle caso. Y si perseguía a los cristianos y los que quería llevar a la cárcel era porque creía que eso era lo que quería Dios, era la voluntad de Dios. Pero cuando, camino de Damasco, el mismo Jesús, el Hijo Jesús, le hace ver que la voluntad de Dios es que no persiga a los cristianos, y que hable y propague el nombre de Jesús y su evangelio… sigue cumpliendo la voluntad de Dios y se entrega por entero a esta nueva tarea.

La primera lección que recibió de Jesús es que no se puede separar nunca el amor a Dios, el amor a Jesús, del amor al hermano. Persiguiendo a los cristianos oye la voz del Señor: “Yo soy Jesús Nazareno a quien tú persigues”. Quien persigue a un cristiano persigue a Cristo, quien ama a un cristiano ama a Cristo. 

A partir de este primer encuentro con Jesús, su única obsesión hasta su muerte fue predicar a Jesús y a Jesús crucificado, porque es en la cruz donde Cristo nos demuestra mejor el gran amor que nos tiene. Y lo hace porque sabe que es la mejor noticia que se le puede ofrecer a cualquier persona para vivir con sentido, con ilusión con esperanza. Una buena noticia capaz de llenar de alegría el corazón humano. “Estad siempre alegres”. “Alegraos siempre en el Señor; os lo repito, alegraos”. En medio de su vida azarosa, llena de peligros y acechanzas, nunca perdió la alegría. “Estoy rebosando de consuelo y sobreabundo de gozo, en medio de todas nuestras tribulaciones”.

San Pablo no podía entender, no le cabía en la cabeza, que alguien pudiese cambiar a Cristo por otra opción: “¡Oh insensatos gálatas! ¿Quién os fascinó a vosotros, ante cuyos ojos fue presentado Jesucristo crucificado?”.

Muchos de sus hermanos judíos no le perdonaron que se apuntase y propagase el evangelio de Cristo, y no fue bien recibido por muchos de ellos, por lo que San Pablo se decidió a extender el evangelio a los gentiles. Pero siempre que podía trataba de atraer a los judíos al sublime tesoro que es Cristo. Incluso, en una locura de amor, si la condición para que ellos volvieran su rostro a Cristo consistiese en que él fuese anatema, condenado, él lo aceptaría. “Siento una gran tristeza y un dolor continuo en mi corazón. Pues desearía ser yo mismo anatema, separado de Cristo, por mis hermanos, los de mi raza según la carne”.

Después de lo dicho y todo lo que sabemos de san Pablo comprendemos que desde su conversión ya no pudo vivir sin Cristo. “Para mí la vida es Cristo”. “Sé de quién me he fiado”

Santoral: Conversión de San Pablo

Conversión de San Pablo - Museo Cerralbo (Madrid)
Juan Antonio Frías y Escalante (1650)


En el capítulo 9 del libro de los Hechos de los Apóstoles, se narra la Conversión de San Pablo:

"Saulo, respirando amenazas de muerte contra los discípulos del Señor, se presentó al Sumo Sacerdote y le pidió cartas de recomendación para las sinagogas de los judíos de Damasco, para que si encontraba algunos seguidores de Cristo, los pudiera llevar presos y encadenados a Jerusalén.

Y sucedió que yendo de camino, cuando estaba cerca de Damasco, de repente le rodeó una luz venida del cielo; cayó en tierra y oyó una voz que le decía: "Saulo, Saulo, ¿Por qué me persigues?". El respondió: ¿Quién eres tú Señor? Y oyó que le decían: "Yo soy Jesús a quien tú persigues. Pero ahora levántate; entra en la ciudad, y allí se te dirá lo que tendrás que hacer".

Los hombres que iban con él se habían detenido mudos de espanto, pero no veían a nadie. Saulo se levantó del suelo, y aunque tenía los ojos abiertos no veía nada. Lo llevaron de la mano y lo hicieron entrar en Damasco. Pasó tres días sin comer y sin beber.

Había en Damasco un discípulo llamado Ananías. El Señor le dijo en una visión: ¡Ananías! El respondió: "Aquí estoy Señor" y el Señor le dijo: "Levántate. Vete a la calle Recta y pregunta en la casa de Judas por uno de Tarso que se llama Saulo; mira: él está en oración y está viendo que un hombre llamado Ananías entra y le coloca las manos sobre la cabeza y le devuelve la vista.

Respondió Ananías y dijo: "Señor, he oído a muchos hablar de ese hombre y de los males que ha causado a tus seguidores en Jerusalén, y que ha venido aquí con poderes de los Sumos Sacerdotes para llevar presos a todos los que creen en tu nombre".

El Señor le respondió: "Vete, pues a éste lo he elegido como un instrumento para que lleve mi nombre ante los que no conocen la verdadera religión y ante los gobernantes y ante los hijos de Israel. Yo le mostraré todo lo que tendrá que padecer por mi nombre".

Fue Ananías. Entró en la casa. Le colocó sus manos sobre la cabeza y le dijo: "Hermano Saulo: me ha enviado a ti el Señor Jesús, el que se te apareció en el camino por donde venías. Y me ha enviado para que recobres la vista y seas lleno del Espíritu Santo". Al instante se le cayeron de los ojos unas como escamas y recobró la vista. Se levantó y fue bautizado. Tomó alimento y recobró las fuerzas.

Conversión de San Pablo - Museo Nacional Del Prado
Bartolomé Esteban Murillo (1675-1682)


Estuvo algunos días con los discípulos de Damasco y enseguida se puso a predicar en favor de Jesús, en las sinagogas o casas de oración, y decía que Jesús es el Hijo de Dios. Todos los que lo escuchaban quedaban admirados y decían: ¿No es éste el que en Jerusalén perseguía tan violentamente a los que invocaban el nombre de Jesús? Y ¿No lo habían enviado los Sumos Sacerdotes con cartas de recomendación para que se llevara presos y encadenados a los que siguen esa religión? "Pero Saulo seguía predicando y demostraba a muchos que Jesús es el Mesías, el salvador del mundo".

Saulo se cambió el nombre por el de Pablo. Y en la carta a los Gálatas dice: "Cuando Aquél que me llamó por su gracia me envió a que lo anunciara entre los que no conocían la verdadera religión, me fui a Arabia, luego volví a Damasco y después de tres años subí a Jerusalén para conocer a Pedro y a Santiago". Las Iglesias de Judea no me conocían pero decían: "El que antes nos perseguía, ahora anuncia la buena noticia de la fe, que antes quería destruir". Y glorificaban a Dios a causa de mí.

martes, 24 de enero de 2023

Evangelio diario: 24-01-2023

Lectura del santo evangelio según san Marcos (3,31-35)

En aquel tiempo, llegaron la madre de Jesús y sus hermanos y, desde fuera, lo mandaron llamar.
La gente que tenía sentada alrededor le dice:
«Mira, tu madre y tus hermanos y tus hermanas están fuera y te buscan».
Él les pregunta:
«¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?».
Y mirando a los que estaban sentados alrededor, dice:
«Estos son mi madre y mis hermanos. El que haga la voluntad de Dios, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre».





Comentario

Una de las expresiones que nuestra sociedad suele emplear para referirse a cierta persona es afirmar que “es de buena familia”, como título de garantía de ser fiable, honrada. Jesús, en el evangelio de hoy va por otro camino. Para él no vale invocar los lazos familiares, los lazos de sangre, para ser de los suyos, y ser aceptados por Dios. Su familia, su madre, sus hermanos son más bien “los que cumplen la voluntad de Dios”.

Bien sabemos que, con estas palabras, Jesús no va contra su Madre, María. Porque nadie como ella cumplió la voluntad de Dios. “He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra”.

Tenemos que aprender la lección. No vale que ante Jesús invoquemos que somos cristianos, que pertenecemos a tal congregación religiosa, que somos sacerdotes, obispos, que hemos predicado muchas veces… Lo que nos acerca a él, lo que nos hace de los suyos, de su familia es cumplir la voluntad de Dios, es seguir el camino que él nos trazó con su vida, muerte y resurrección. Un camino que llena de gozo nuestra vida y nos hace disfrutar del amor, del amor de Dios y de nuestros hermanos.

Santoral: San Francisco de Sales, patrón de periodistas y escritores





"Ten paciencia con todas las cosas, pero sobre todo contigo mismo".

"Lo que se hace con precipitación nunca se hace bien; 
obrad siempre con tranquilidad y calma."


Montañés, nacido en los Alpes, en el castillo saboyano de Sales, los años convulsionados en Francia, después de la Reforma Protestante, formaron el fondo de la vida de Francisco de Sales. Sus padres le llevan a estudiar a la universidad de París, luego a Padua. Para su padre, fue una gran decepción que Francisco no aceptara una carrera espléndida en el mundo, sino que prefiriera el sacerdocio.

Canónigo de Annecy, obispo auxiliar de Ginebra, líder de debates con los protestantes, apóstol de la región de Chablais. Vuelve a París, trata con san Vicente de Paul, en todas partes se le recibe con entusiasmo.

Su libro “Introducción a la vida devota”, contó con cuarenta ediciones en vida del autor y continúa siendo utilizado como material de lectura espiritual. “¿No es una barbaridad -decía él- querer desterrar la vida devota del cuartel de los soldados, del taller de los artesanos, del palacio de los príncipes, del hogar de los casados?”

De naturaleza irascible, hizo fuertes esfuerzos contra su ira y logró adquirir dulzura y amabilidad admirables. Consiguió estas virtudes tras mucho trabajo interior, de hecho se cuenta que al hacerle la autopsia al morir, le encontraron su hígado endurecido como un piedra. Esto se explica por la enorme violencia que tuvo que hacerse este hombre de fuerte carácter para hacerse y aparecer amable, delicado y bondadoso en el trato.

San Francisco de Sales escribió: “No nos enojemos en el camino unos contra otros; caminemos con nuestros hermanos y compañeros con dulzura, paz y amor; y te lo digo con toda claridad y sin excepción alguna: no te enojes jamás, si es posible; por ningún pretexto des en tu corazón entrada al enojo”.

Don Bosco fue su gran admirador al punto que decidió dedicar su congregación y familia religiosa a San Francisco de Sales. Así escribe un salesiano al respecto:
"Inspirados en la bondad y en el celo pastoral del santo de la caridad, Don Bosco nos ha dado el nombre de salesianos y nos ha indicado un programa de vida en la máxima “Dame almas y llévate lo demás".

Y en Don Bosco, inspirado en San Francisco de Sales, tiene origen un vasto movimiento de personas, que en diferentes modos, trabajan por la salvación de los jóvenes.

Cada 24 de enero la iglesia recuerda a San Francisco de Sales. Se dice que escribía de día hojas clandestinas y la metía por debajo de las puertas, de noche. Es patrón de escritores y periodistas por su prolífica producción literaria y por su capacidad de comunicación por la palabra escrita. 

Es autor de los clásicos de espiritualidad “Introducción a la vida devota” y “Tratado sobre el amor de Dios”. Los franceses lo incluyen entre sus clásicos de literatura. Fue proclamado doctor de la Iglesia y se lo llegó a conocer como “doctor de la amabilidad”.

lunes, 23 de enero de 2023

Evangelio diario: 23-01-2023

Lectura del santo evangelio según san Marcos 3,22-30

En aquel tiempo, los escribas que habían bajado de Jerusalén decían:
«Tiene dentro a Belzebú y expulsa a los demonios con el poder del jefe de los demonios».
Él los invitó a acercarse y les hablaba en parábolas:
«¿Cómo va a echar Satanás a Satanás? Un reino dividido internamente no puede subsistir; una familia dividida no puede subsistir. Si Satanás se rebela contra sí mismo, para hacerse la guerra, no puede subsistir, está perdido. Nadie puede meterse en casa de un hombre forzudo para arramblar con su ajuar, si primero no lo ata; entonces podrá arramblar con la casa. 
En verdad os digo, todo se les podrá perdonar a los hombres: los pecados y cualquier blasfemia que digan; pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón jamás, cargará con su pecado para siempre».
Se refería a los que decían que tenía dentro un espíritu inmundo.




Comentario

Sabemos que desde el principio, hubo personas que aceptaron a Jesús y su predicación y otros le rechazaron. Y buscaban argumentos para desacreditarle, para que sus oyentes y sus seguidores le diesen la espalda.

Una prueba de estos segundos, la tenemos en el evangelio de hoy, donde “unos letrados de Jerusalén” se pronuncian en contra de él, con el argumento de que “tiene dentro a Belzebú y expulsa los demonios con el poder del jefe de los demonios”. Un argumento bien débil y que Jesús rebate fácilmente. ¿Cómo uno mismo se va a echar a sí mismo? “¿Cómo va a echar Satanás a Satanás… Si Satanás se rebela contra sí mismo, no puede subsistir, está perdido”.

Y Jesús aprovecha esta ocasión para ofrecernos una buena enseñanza. Nos podemos preguntar si Dios será capaz de perdonar nuestros pecados, por fuertes que sean. Acudiendo a múltiples pasajes de Jesús, la respuesta es afirmativa. Nuestro Dios hagamos lo que hagamos, nos marchemos de su casa como el hijo pródigo, siempre tendrá la mano levantada para seguir ofreciéndosenos su amor y su perdón. Pero hay una excepción. Dios no podrá perdonar a los que no quieran recibir su perdón, al que blasfeme contra el Espíritu Santo, que es igual que ir en contra de la luz. Ese quiere permanecer en las tinieblas, en su pecado. Pero sigue en pie la oferta de Dios de otorgar su perdón al que acuda a él con el corazón arrepentido. Pero Dios no puede perdonar a quien no quiera ser perdonado.