lunes, 9 de enero de 2023

Evangelio diario: 09-01-2023

Lectura del santo evangelio según san Marcos 1,14-20

Después de que Juan fue entregado, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios; decía:
«Se ha cumplido el tiempo y está cerca el reino de Dios. Convertíos y creed en el Evangelio».
Pasando junto al mar de Galilea, vio a Simón y a Andrés, el hermano de Simón, echando las redes en el mar, pues eran pescadores.

Jesús les dijo:
«Venid en pos de mí y os haré pescadores de hombres».
Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.

Un poco más adelante vio a Santiago, el de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca repasando las redes. A continuación los llamó, dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros y se marcharon en pos de él.



Comentario

Estamos en los comienzos de la predicación de Jesús, de la predicación del “evangelio de Dios”, es decir, de las buenas noticias que nos quiere ofrecer para iluminar nuestra vida y llenarla de sentido. Sabemos que todas sus buenas noticias se resumen en una, de la cual se derivan todas las demás: el anuncio del Reino de Dios.

Jesús nos comunica que Dios no se conforma con ser nuestro creador, quiere ser nuestro Rey y Señor, porque sabe que es algo muy bueno, lo mejor para todos nosotros. Se ofrece a ser nuestro Rey y Señor, quiere que le dejemos reinar en nuestro corazón para que él guíe nuestros pasos y encontrar así la felicidad deseada. Sabiendo que este Rey y Señor quiere ejercer su reinado no como un tirano sino como un buen Padre que nos ama entrañablemente. Rey y Padre se unen en él. Bien sabe Jesús que a las puertas de todo corazón humano hay otras realidades que llaman y quieren reinar en él: el dinero, el poder, el egoísmo… Pero son dioses y reyes falsos porque nunca proporcionan la felicidad que ofrecen.

Vemos que Jesús, ya desde el principio, quiere rodearse de colaboradores que prediquen y extiendan su buena noticia del Reino. Se hizo el encontradizo con Simón, Andrés, Santiago y Juan. Les invitó a seguirle y a anunciar como él la llegada del Reino de Dios. Y los cuatro “inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron”.

Hoy Jesús nos invita a preguntarnos quién es el Rey y Señor de nuestro corazón, quién manda y dirige nuestra vida. Conocemos la respuesta que le gustaría oír.