sábado, 30 de octubre de 2021

Domingo XXXI del Tiempo Ordinario

Primera lectura
Lectura del Libro del Deuteronomio 6, 2-6

Moisés habló al pueblo diciendo:
«Teme al Señor, tu Dios, tú, tus hijos y nietos, y observa todos sus mandatos y preceptos, que yo te mando, todos los días de tu vida, a fin de que se prolonguen tus días. Escucha, pues, Israel, y esmérate en practicarlos, a fin de que te vaya bien y te multipliques, como te prometió el Señor, Dios de tus padres, en la tierra que mana leche y miel. 
Escucha, Israel: El Señor es nuestro Dios, el Señor es uno solo. Amarás, pues, al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas. 
Estas palabras que yo te mando hoy estarán en tu corazón».



Salmo 17

R/. Yo te amo, Señor, tú eres mi fortaleza.

Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza;
Señor, mi roca, mi alcázar, mi libertador. 

R/. Yo te amo, Señor, tú eres mi fortaleza.

Dios mío, peña mía, refugio mío,
escudo mío, mi fuerza salvadora, mi baluarte.
Invoco al Señor de mi alabanza
y quedo libre de mis enemigos.

R/. Yo te amo, Señor, tú eres mi fortaleza.

Viva el Señor, bendita sea mi Roca,
sea ensalzado mi Dios y Salvador:
Tú diste gran victoria a tu rey,
tuviste misericordia de tu ungido.

R/. Yo te amo, Señor, tú eres mi fortaleza.




Segunda lectura
Lectura de la carta a los Hebreos 7, 23-28

Hermanos:
Ha habido multitud de sacerdotes de la anterior Alianza, porque la muerte les impedía permanecer; en cambio, Jesús, como permanece para siempre, tiene el sacerdocio que no pasa. De ahí que puede salvar definitivamente a los que se acercan a Dios por medio de él, pues vive siempre para interceder a favor de ellos.

Y tal convenía que fuese nuestro sumo sacerdote: santo, inocente, sin mancha, separado de los pecadores y encumbrado sobre el cielo.

Él no necesita ofrecer sacrificios cada día como los sumos sacerdotes, que ofrecían primero por los propios pecados, después por los del pueblo, porque lo hizo de una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo.

En efecto, la ley hace sumos sacerdotes a hombres llenos de debilidades. En cambio, la palabra del juramento, posterior a la ley, consagra al Hijo, perfecto para siempre.





Lectura del santo Evangelio según San Marcos 12, 28b-34

En aquel tiempo, un escriba se acercó a Jesús y le preguntó:
«¿Qué mandamiento es el primero de todos?».
Respondió Jesús:
«El primero es: “Escucha, Israel, el Señor, nuestro Dios, es el único Señor: amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser”. El segundo es este: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. No hay mandamiento mayor que estos».
El escriba replicó:
«Muy bien, Maestro, sin duda tienes razón cuando dices que el Señor es uno solo y no hay otro fuera de él; y que amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todo el ser, y amar al prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios».
Jesús, viendo que había respondido sensatamente, le dijo:
«No estás lejos del reino de Dios».
Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas.



Comentario

Todo encuentro con Jesús es transformante y conlleva una conversión de la inteligencia, de las actitudes y del corazón. La respuesta del escriba denota el inicio de un cambio de lógica: el paso de la lógica formal legal-ritual a una lógica evangélica teologal-proexistencial.

Una religiosidad sin solidaridad y una espiritualidad sin caridad son realidades autorreferenciales y vacías. Una verdadera religiosidad y una autentica espiritualidad hacen que la experiencia de Dios se traduzca en gestos concretos de amor, perdón y cercanía. Estos gestos hacen visible y posible el Reino de Dios.

La Ley tiene la función de orientar el corazón hacia Dios y hacia el prójimo. Pero también tiene la función de iluminar la libertad para que el culto a Dios sea “en espíritu y en verdad”; y para que el vínculo con el prójimo sea de una fraternidad en la caridad y la dignidad. Elegir amar a Dios es elegir amar al prójimo. Sólo así, el Reino se hace presente en la historia y en el corazón humano. El amor es la Ley del Reino.

Evangelio diario: 30-10-2021

Lectura del santo evangelio según san Lucas 14,1.7-11

Un sábado, entró Jesús en casa de uno de los principales fariseos para comer y ellos lo estaban espiando. Notando que los convidados escogían los primeros puestos, les decía una parábola:
«Cuando te conviden a una boda, no te sientes en el puesto principal, no sea que hayan convidado a otro de más categoría que tú; y venga el que os convidó a ti y al otro, y te diga:
“Cédele el puesto a este”. 
Entonces, avergonzado, irás a ocupar el último puesto. Al revés, cuando te conviden, vete a sentarte en el último puesto, para que, cuando venga el que te convidó, te diga:
“Amigo, sube más arriba”.
Entonces quedarás muy bien ante todos los comensales. Porque todo el que se enaltece será humillado; y el que se humilla será enaltecido».





Comentario

En este texto del Evangelio, Jesús parece interesado en que podamos quedar bien ante los demás, que sean los otros los que nos valoren haciéndonos subir de puesto, del lugar donde nos colocamos nosotros.

Y dice: “Todo el que se enaltece será humillado”. Y sucede que se nos escapa por tantas rendijas de la vida ese “afán” por creernos mejores que los demás. Nos llevará toda la vida “trabajar” por no engreírnos, por situarnos en nuestra verdad. Mientras procuremos hacerla nuestra, se irá consolidando en nuestra vida, pero no podemos creer que “poseemos la humildad”, pues cuando menos te das cuenta, si te distraes, ya nos estamos “enalteciendo” no sólo con palabras, sino también con pensamientos, gestos, y actitudes.

Aquí los fariseos que “espían” a Jesús se están enalteciendo porque van con prejuicios y desconfianza, calculando lo que hace, controlando sus pasos. Con esta actitud se están “enalteciendo”, sus miradas están cegadas y no ven en Jesús al “manso y humilde de corazón”.

Por eso la humildad es esa virtud que siempre hemos de buscar, es una “perla preciosa” que nos abre las puertas, derriba los muros, allana el camino, crea puentes, acoge a todos. Jesús es el manso y humilde de corazón.

En el Magníficat María dijo: “El Poderoso… ha mirado la humildad de su servidora”. La humildad atrae la mirada divina ¿Qué tiene la humildad que es tan poderosa para atraer la mirada de Dios? Nos hace buenos, nos hace parecernos a Jesús.

viernes, 29 de octubre de 2021

Evangelio diario: 29-10-2021

Lectura del santo evangelio según san Lucas 14,1-6

En sábado, entró Jesús en casa de uno de los principales fariseos para comer y ellos lo estaban espiando. Había allí, delante de él, un hombre enfermo de hidropesía, y tomando la palabra, dijo a los maestros de la ley y a los fariseos:
«¿Es lícito curar los sábados, o no?».
Ellos se quedaron callados. Jesús, tocando al enfermo, lo curó y lo despidió.

Y a ellos les dijo:
«¿A quién de vosotros se le cae al pozo el asno o el buey y no lo saca enseguida en día de sábado?».
Y no pudieron replicar a esto.


Comentario

Una vez más Jesús se muestra inteligente, sagaz; sabe poner en apuro a los fariseos que buscan atraparlo en un descuido. Pero no. Él sabe preguntar y los otros saben callar. La dialéctica hombre-sábado queda manifiesta. Hay que elegir, como tantas veces en la vida: el hombre o las leyes. Lo cómodo son las leyes, como si pareciera que al cumplirlas a rajatabla no te llevase a equivocación alguna.

Elegir al hombre trastoca el sentido de las leyes, máxime si ese hombre es un enfermo y además de hidropesía, de excesivo líquido corporal que produce hinchazón. Jesús, que le había dicho a Nicodemo que era necesario nacer del agua y del espíritu, ahora cura a un enfermo de exceso de agua. Porque Él sabe que los excesos son malos siempre.

Ante aquella disyuntiva, Jesús elige sanar, curar el cuerpo de aquel hombre y dejar sin argumentos a los fariseos leguleyos que no pudieron contestarle nada. La opción es clara: ayudar, liberar, levantar al postrado, desenmascarar la hipocresía farisaica. Es fácil extraer la lección. Seguro que después Jesús entró a comer, dejando desconcertados a los que le esperaban fuera para ver si lo agarraban en algún renuncio.

Pero la cosa no quedó ahí, al entrar y viendo dónde y cómo se sentaba cada uno en la mesa, no perdió la oportunidad de poner de manifiesto el atrevimiento de algunos al ocupar los primeros puestos y aleccionar sobre la actitud que cada uno debemos tomar en nuestro sitio y en nuestra implantación del Reino de Dios: nunca desde arriba, nunca desde los primeros puestos de figureo y alarde, sino desde los últimos puestos de servicio y comprensión.

jueves, 28 de octubre de 2021

Evangelio diario: 28-10-2021

Lectura del santo evangelio según san Lucas 6, 12-19

En aquellos días, Jesús salió al monte a orar y pasó la noche orando a Dios.

Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, escogió de entre ellos a doce, a los que también nombró apóstoles: Simón, al que puso de nombre Pedro, y Andrés, su hermano; Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo, Simón, llamado el Zelote; Judas el de Santiago y Judas Iscariote, que fue el traidor.

Después de bajar con ellos, se paró en una llanura con un grupo grande de discípulos y una gran muchedumbre del pueblo, procedente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón. Venían a oírlo y a que los curara de sus enfermedades; los atormentados por espíritus inmundos quedaban curados, y toda la gente trataba de tocarlo, porque salía de él una fuerza que los curaba a todos.



Comentario

Era una de sus costumbres. Cuando tenía que adoptar una decisión fuerte, Jesús se retira solo a orar. También cuando, como en esta ocasión, va a elegir a doce de sus seguidores para ser sus apóstoles. “Pasó la noche orando a Dios”.

Jesús sabe que la predicación de su buena noticia, esa que alegra el corazón del hombre, la va a poder realizar personalmente durante un breve tiempo. Sabe que le espera la muerte, la cruz, la resurrección y su vuelta al Padre. Por eso, elige a estos hombres, que van a ser los primeros continuadores de su misión.

Tuvieron la suerte de convivir intensamente con Jesús, de ejercitar la paciencia de su Maestro Jesús para ser enseñados por él sobre su salvador mensaje. Y cuando Jesús abandonó físicamente esta tierra, ellos, entre otros los santos cuya fiesta celebramos hoy, Simón y Judas, se gastaron y desgastaron por extender el evangelio de Jesús, la mejor noticia de todos los tiempos, la que nos señala la mejor manera de vivir la vida humana. También tuvieron cuidado de elegir a otros predicadores para que continuaran la obra de Jesús… y así hasta el día de hoy.

Santoral: san Simón y San Judas, Apóstoles





Hoy se celebra en toda la Iglesia universal la fiesta de estos dos apóstoles del Evangelio.

Simón pertenecía al grupo formado en Israel, llamados los “zelotes”. Su fin era trabajar duramente contra la invasión romana en su país. Sin embargo, la escucha de la palabra de Cristo fue para él el descubrimiento de la universalidad del amor de Dios.

Judas se ha convertido en uno de los santos más populares por los favores que concede a la gente en lo concerniente a la búsqueda de trabajo.


¿Por qué razón celebran la fiesta el mismo día?

Cuenta la tradición que los dos iban siempre juntos en su rico y fecundo apostolado. El Señor lo llamó para completar el número de los doce apóstoles, encargados de ser los continuadores de la obra de Jesús en el mundo.

Se le llama Tadeo para distinguirlo del otro Judas Iscariote que traicionó, vendió al Señor por treinta monedas de plata y después se ahorcó.

San Judas escribió poco. Tan sólo una Carta suya se encuentra en la Biblia. La finalidad de su escrito era una crítica severa contra los gnósticos, una herejía que separa lo físico de lo espiritual. Lo físico o corporal es malo, y el espiritual es el bueno. Y los dos provienen mediante emanaciones del mismo Dios.

Su Carta termina con estas palabras: "Sea gloria eterna a nuestro Señor Jesucristo, que es capaz de conservarnos libres de pecados, y sin mancha en el alma y con gran alegría".


La devoción popular a San Judas Tadeo

San Judas Tadeo - Sevilla
Iglesia de San Antonio Abad

Sevilla guarda en un rincón de la calle Alfonso XII una pequeña talla con gran devoción en la ciudad hispalense. San Judas Tadeo, abogado de los casos difíciles, se encuentra en el interior de San Antonio Abad (Hermandad del Silencio) y es el santo que tiene mayor devoción entre los sevillanos. Creyentes y no creyentes acuden a sus pies día a día para rezarle y no hay ni un solo momento que no esté repleto de personas.

Una tradición que también ha perdurado de generación en generación. Actualmente, la tradición católica reconoce a San Judas Tadeo como el santo de los casos difíciles y desesperados.


Oración para hacer una petición
a San Judas Tadeo
¡Santo Apóstol San Judas, fiel siervo y amigo de Jesús!, 
la Iglesia te honra e invoca universalmente, 
como el patrón de los "casos difíciles y desesperados". 
Ruega por mí, que estoy solo y sin ayuda.
Te imploro hagas uso del privilegio especial 
que se te ha concedido,
de socorrer pronto y visiblemente 
cuando casi se ha perdido toda esperanza.
 
Ven en mi ayuda en esta gran necesidad, 
para que pueda recibir consuelo y socorro del cielo 
en todas mis necesidades, tribulaciones y sufrimientos, 
particularmente (haga aquí su petición), 
y para que pueda alabar a Dios contigo 
y con todos los elegidos por siempre.

Te doy las gracias glorioso San Judas, 
y prometo nunca olvidarme de este gran favor, 
honrarte siempre como mi patrono especial 
y poderoso y, con agradecimiento hacer todo
lo que pueda para fomentar tu devoción.

Amén.

Padre Nuestro, Avemaría y Gloria

miércoles, 27 de octubre de 2021

Evangelio diario: 27-10-2021

Lectura del santo evangelio según san Lucas 13,22-30

En aquel tiempo, Jesús pasaba por ciudades y aldeas enseñando y se encaminaba hacia Jerusalén.
Uno le preguntó:
«Señor, ¿son pocos los que se salvan?».
Él les dijo:
«Esforzaos en entrar por la puerta estrecha, pues os digo que muchos intentarán entrar y no podrán. Cuando el amo de la casa se levante y cierre la puerta, os quedaréis fuera y llamaréis a la puerta diciendo:
“Señor, ábrenos”;
pero él os dirá:
“No sé quiénes sois”.
Entonces comenzaréis a decir:
“Hemos comido y bebido contigo, y tú has enseñado en nuestras plazas”.
Pero él os dirá:
“No sé de dónde sois. Alejaos de mí todos los que obráis la iniquidad”.
Allí será el llanto y el rechinar de dientes, cuando veáis a Abrahán, a Isaac y a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, pero vosotros os veáis arrojados fuera. Y vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios. 
Mirad: hay últimos que serán primeros, y primeros que serán últimos»




Comentario

¡Cuántas veces aparece en los Evangelios, la expresión con la que termina el texto de hoy: “hay últimos serán primeros y primeros serán últimos!”. Como “los que se humillan, será exaltados, y los que se exaltan humillados. Sí, Jesús invierte valores vigentes en la sociedad de entonces y de ahora. Y eso nos es duro, es entrar por la “puerta estrecha”. La amplia es la del aplauso por lo que somos o hacemos, las satisfacciones inmediatas, la ausencia de dificultad, la negación de todo dolor, también del de compasión por quien sufre; en fin, querer que todo discurra como nos gusta sin que nadie ni nada, ni principios ni personas dificulten nuestros gustos...

No se trata de buscar el dolor o el fracaso o la renuncia sin más a lo que nos gusta, sino saber que todo eso pertenece a nuestro vivir humano, a la realidad de lo que somos. Se trata de ser sinceros con la vida, la nuestra y la de los demás, no engañarnos. Se trata de buscar lo noble, aunque lo menos noble o innoble sería más fácil y compensatorio… de momento. Se trata de buscar lo bueno, lo humanamente bueno, a la luz del Evangelio, aunque cueste, y no sea valorado por los demás; o sea nadar contra corriente. También para esto necesitamos el Espíritu Santo, que nos ilumine y de energía para vivir en la verdad. Hemos de pedirle, como decía Pablo, y promete Jesús, que venga en nuestra ayuda.

martes, 26 de octubre de 2021

Evangelio diario: 26-10-2021

Lectura del santo evangelio según san Lucas 13, 18-21

En aquel tiempo, decía Jesús:
«A qué es semejante el reino de Dios o a qué lo compararé? 
Es semejante a un grano de mostaza que un hombre toma y siembra en su huerto; creció, se hizo un árbol y los pájaros del cielo anidaron en sus ramas».
Y dijo de nuevo:
«¿A qué compararé el reino de Dios?
Es semejante a la levadura que una mujer tomó y metió en tres medidas de harina, hasta que todo fermentó».





Comentario

Es una pregunta complicada, con fácil contestación. El reino de Dios es algo sencillo, algo presente en la vida, en la naturaleza, en el propio hombre. Nosotros somos reino de Dios.

Somos ese reino que cobra vida en una semilla diminuta que nace, se desarrolla y da fruto; en esa insignificante porción de levadura que hace fermentar y crecer a toda una masa. Esa es nuestra misión: crecer en la sociedad, integrados en la sociedad, aparentemente desaparecer para seguir trabajando en lo oscuro, en lo que no se ve, para poder transformar a toda la sociedad en reino de Dios.

Un reino de Dios que parece alejarse, una masa que no sabemos fermentar, una sociedad cada vez más descreída, más decepcionada porque no sabe, no encuentra, donde mirar.

Toda la humanidad, toda la creación, nos lo ha dicho San Pablo, está expectante, está esperanzada y esperando recibir en su seno esa levadura que trasformará una seca harina en sabroso pan.

Seamos humildes, sepamos cada uno nuestro valor, el que Dios nos ha regalado, y hagamos que valga, que sea útil en una sociedad, en una masa de harina que está deseando hacerse buen y esponjoso pan. Seamos ese siervo que lleva llorando la semilla, para que otro siervo traiga cantando las gavillas. Solo entonces experimentaremos que el Señor ha estado grande con nosotros y podamos cantar alegres, porque nuestra misión de semilla o levadura ha sido bien empleada.

lunes, 25 de octubre de 2021

Evangelio diario: 25-10-2021

Lectura del santo evangelio según san Lucas 13,10-17

Un sábado, enseñaba Jesús en una sinagoga.

Había una mujer que desde hacía dieciocho años estaba enferma por causa de un espíritu, y estaba encorvada, sin poderse enderezar de ningún modo.

Al verla, Jesús la llamó y le dijo:
«Mujer, quedas libre de tu enfermedad».
Le impuso las manos, y enseguida se puso derecha. Y glorificaba a Dios.

Pero el jefe de la sinagoga, indignado porque Jesús había curado en sábado, se puso a decir a la gente:
«Hay seis días para trabajar; venid, pues, a que os curen en esos días y no en sábado».
Pero el Señor le respondió y dijo:
«Hipócritas: cualquiera de vosotros, ¿no desata en sábado su buey o su burro del pesebre, y los lleva a abrevar? 
Y a esta, que es hija de Abrahán, y que Satanás ha tenido atada dieciocho años, ¿no era necesario soltarla de tal ligadura en día de sábado?».
Al decir estas palabras, sus enemigos quedaron abochornados, y toda la gente se alegraba por todas las maravillas que hacía.



Comentario

Jesús cura a la mujer en sábado. No es nueva la discusión con los maestros de la ley. ¿Primacía de la ley o el bien de las personas? Esta cuestión enfrenta a Jesús con los fariseos en varias ocasiones. Su posición es clara. No es el rechazo a la ley sino a la primacía de la ley sobre el bien de las personas. Y desbarata las acusaciones de violación de la ley del sábado con unos argumentos traídos de su día a día ¿no desatáis al buey o al burro y lo lleváis a abrevar?

Jesús expresa dos valoraciones diferentes según a quien las dirige. “hipócrita” actitud que en varias ocasiones refiere a los fariseos o en ellos a todos los que, en nuestra vida, no nos manifestamos con autenticidad y coherencia.

“Y a esta hija de Abrahán” ¿no había que liberarla en día de sábado? Para todo israelita, era un título noble. Jesús se refiere a ella en la grandeza de su fe humilde y silenciosa. Engrandece a la mujer que, por ser mujer y con una larga enfermedad, tenía escasa consideración entre los suyos.

La respuesta que da Jesús en la sinagoga a los asistentes es la que podría dar también hoy en nuestro entorno. En nuestra sociedad, entre nosotros encontramos personas que se muestran inflexibles ante un precepto de la ley aun anteponiéndolo a un mayor bien. Pero también, aun sin caer en el relativismo, las que saben valorar y discernir lo que supone liberar, sanar, ayudar ante una necesidad. Unos entienden el mensaje de Jesús y se alegran de lo que hace, otros se escandalizan.

Apoya nuestra labor de ayuda a las familias más afectadas

Situación actual de la crisis

Ha pasado un año desde que, en marzo de 2020, el Gobierno de la Nación declarase el estado de alarma para combatir el impacto de la pandemia del Covid-19. 

En aquellos momentos las previsiones emitidas tanto por organismos internacionales, el propio Fondo Monetario Internacional o la Unión europea, como por los propios expertos nacionales indicaban que se podrían producir situaciones de necesidad incluso más profundas que aquellas que originó la crisis de 2008.

Ante esa situación, el Presidente de Cáritas Castrense y Arzobispo Castrense don Juan del Rio, recientemente fallecido a consecuencia del Covid-19 (q.e.p.d.), encomendó a Cáritas Castrense la misión de crear un fondo de emergencia con el fin de paliar las necesidades que se produjeran.

Cáritas Castrense, organismo oficial del Arzobispado Castrense de España constituido para promover la acción caritativa y social, inició todas las acciones necesarias para llevar a cabo la iniciativa lo antes posible, pudiendo así comenzar con las primeras ayudas en el mes de junio del 2020. 

En los momentos actuales a los efectos derivados de la “no concluida” crisis sanitaria se han sumado los de la crisis económica y social que se predecían .

Por todo ello las necesidades que llevaron a la creación del “Granero de José” no han finalizado y ahora son indispensables para muchas personas.

Damos las GRACIAS a todas las personas, organismos e instituciones que desde entonces están colaborando con esta campaña.


“Recogió José trigo como arena del mar, mucho en extremo, hasta no poderse contar, porque no tenía número. Así se cumplieron los siete años de abundancia que hubo en la tierra de Egipto. Y comenzaron a venir los siete años del hambre, como José había dicho; y hubo hambre en todos los países, mas en toda la tierra de Egipto había pan”

 (Gn, 41, 53ss)







Queridos hermanos y amigos.

Durante los últimos meses hemos visto como nuestras vidas se transformaban para enfrentarnos al COVID-19 y sus trágicas consecuencias, no solo sanitarias, sino también sociales y económicas, cambiando nuestras costumbres cotidianas.

Todos conocemos el caso de un ser querido y cercano que ha sucumbido ante las perniciosas consecuencias de la pandemia, pérdidas irreparables que nos han atormentado y creado un gran dolor al que enfrentamos nuestra oración y el saber que a todos nos llegará la resurrección ante nuestro Señor.

Las familias han sufrido la desgarradora muerte de algún ser querido, amigo o conocido. Pero el drama también se ha plasmado en el día a día cuando los puestos de trabajo han desaparecido o han sufrido una merma notable de los ingresos provocando un gran quebranto en los hogares.

Para enfrentar esas necesidades nació “El Granero de José” que gestiona Cáritas Castrense con el objetivo de paliar las penurias de los más necesitados en aspectos como la vivienda, la sanidad, la educación y los suministros del hogar. Esenciales para mantener el nivel de vida de las familias y su dignidad, elemento esencial para que una persona de sienta en plenitud.

Desde el inicio “El Granero de José” fue diseñado para que no existieran trabas burocráticas y que su gestión fuese prácticamente automática desde la petición de ayuda que la inician los capellanes castrenses.

Desde está página os animo a todos a llenar este “Granero de José” para poder repartir entre quien lo necesita y ejercer con generosidad la caridad hacia el prójimo.

Muchas gracias por vuestra colaboración, Dios os lo pague.

Carlos Jesús Montes Herreros
Ordinario Castrense de España



Necesitamos tu apoyo urgente


Con el referente de la figura de José en Egipto, se creará un “granero” (Cf. Génesis 41, 56) que, a modo de fondo de emergencia, constituido por los donativos de personas físicas o jurídicas, permita paliar con inmediatez las necesidades más básicas generadas por la crisis del Covid-19.



Se pondrá especial atención en cubrir necesidades como:
• Alimentación 
• Medicina 
• Vivienda y suministros servicios (agua; luz; gas etc.)
• Académicos/escolarización
• Cualquier otra actividad que tienda a cubrir necesidades básicas.

Ayudar y alentar a las CPC, extendidas por el territorio nacional y al resto de capellanes que no tienen CPC en sus unidades, bases o acuartelamientos en la consecución de los mismos fines anteriormente mencionados.



Gracias por apoyarnos en esta campaña en pro de los más desfavorecidos

sábado, 23 de octubre de 2021

Domingo XXX del Tiempo Ordinario

Primera lectura
Lectura del Profeta Jeremías 31, 7-9


Esto dice el Señor:

    «Gritad de alegría por Jacob,
    regocijaos por la flor de los pueblos;
    proclamad, alabad y decid:
        “¡El Señor ha salvado a su pueblo,
        ha salvado al resto de Israel!”.

    Los traeré del país del norte,
    los reuniré de los confines de la tierra.

    Entre ellos habrá ciegos y cojos,
    lo mismo preñadas que paridas:
    volverá una enorme multitud.

    Vendrán todos llorando
    y yo los guiaré entre consuelos;
    los llevaré a torrentes de agua,
    por camino llano, sin tropiezos.

    Seré un padre para Israel,
    Efraín será mi primogénito».




Salmo 125

R/. El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres

Cuando el Señor hizo volver a los cautivos de Sion,
nos parecía soñar:
la boca se nos llenaba de risas,
la lengua de cantares.

R/. El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres

Hasta los gentiles decían:
«El Señor ha estado grande con ellos».
El Señor ha estado grande con nosotros,
y estamos alegres.

R/. El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres

Recoge, Señor, a nuestros cautivos
como los torrentes del Negueb.
Los que sembraban con lágrimas
cosechan entre cantares.

R/. El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres

Al ir, iba llorando,
llevando la semilla;
al volver, vuelve cantando,
trayendo sus gavillas.

R/. El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres



Segunda lectura
Lectura de la carta a los Hebreos 5, 1-6


Todo sumo sacerdote, escogido de entre los hombres, está puesto para representar a los hombres en el culto a Dios: para ofrecer dones y sacrificios por los pecados.
Él puede comprender a los ignorantes y extraviados, porque también él está sujeto a debilidad.

A causa de ella, tiene que ofrecer sacrificios por sus propios pecados, como por los del pueblo.

Nadie puede arrogarse este honor sino el que es llamado por Dios, como en el caso de Aarón.

Tampoco Cristo se confirió a sí mismo la dignidad de sumo sacerdote, sino que la recibió de aquel que le dijo: «Tú eres mi Hijo: yo te he engendrado hoy»; o, como dice en otro pasaje: «Tú eres sacerdote para siempre según el rito de Melquisedec».





Lectura del santo evangelio según san Marcos 10,46-52

En aquel tiempo, al salir Jesús de Jericó con sus discípulos y bastante gente, un mendigo ciego, Bartimeo (el hijo de Timeo), estaba sentado al borde del camino pidiendo limosna. Al oír que era Jesús Nazareno, empezó a gritar:
«Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí».
Muchos lo increpaban para que se callara. Pero él gritaba más:
«Hijo de David, ten compasión de mí».
Jesús se detuvo y dijo:
«Llamadlo».
Llamaron al ciego, diciéndole:
«Ánimo, levántate, que te llama».
Soltó el manto, dio un salto y se acercó a Jesús.

Jesús le dijo:
«¿Qué quieres que te haga?».

El ciego le contestó:
«“Rabboní”, que recobre la vista».

Jesús le dijo:
«Anda, tu fe te ha salvado».
Y al momento recobró la vista y lo seguía por el camino.



Comentario

El ciego “soltó el manto, dio un salto y se acercó a Jesús”. Ánimo no le faltaba, y le sobraba fe en lo que Jesús podía hacer por él.

Expone ante Jesús su deseo: poder ver. Jesús atribuye a su fe la curación. La fe entendida como confianza en ese Jesús, que puede comprender a los ignorantes y extraviados y, como Sumo Sacerdote, representarnos ante Dios, según escuchamos en la segunda lectura.

Fe en quien se hizo uno de nosotros, caminó por nuestros caminos para que nos pudiéramos levantar de nuestras miserias y librarnos de nuestras cegueras. Fe que no es sólo cuestión de una decisión inmediata y rápida que podría quedar en el olvido una vez conseguido lo que se deseaba, sino que implica continuar en el seguimiento de Jesús, como hace el ciego curado: “anda, tu fe te ha salvado y al momento recobró la vista y le seguía por el camino”.

Evangelio diario: 23-10-2021

Lectura del santo evangelio según san Lucas 13, 1-9.

En aquel momento se presentaron algunos a contar a Jesús lo de los galileos, cuya sangre había mezclado Pilato con la de los sacrificios que ofrecían.

Jesús respondió:
«¿Pensáis que esos galileos eran más pecadores que los demás galileos porque han padecido todo esto? Os digo que no; y, si no os convertís, todos pereceréis lo mismo. O aquellos dieciocho sobre los que cayó la torre en Siloé y los mató, ¿pensáis que eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? Os digo que no; y, si no os convertís, todos pereceréis de la misma manera».
Y les dijo esta parábola:
«Uno tenía una higuera plantada en su viña, y fue a buscar fruto en ella, y no lo encontró.

Dijo entonces al viñador:
“Ya ves, tres años llevo viniendo a buscar fruto en esta higuera, y no lo encuentro. Córtala. ¿Para qué va a perjudicar el terreno?”.
Pero el viñador respondió:
“Señor, déjala todavía este año y mientras tanto yo cavaré alrededor y le echaré estiércol, a ver si da fruto en adelante. Si no, la puedes cortar”».




Comentario

Lucas en este texto nos ayuda a reflexionar en la llamada de Jesús a nuestra propia conversión, no por mero capricho, sino porque nos ama y sabe que sólo en Dios está el camino de la verdadera felicidad. Jesús sigue hablando y preparando el Reino de Dios, pero para ello, necesita que las personas cambiemos, que seamos capaces de reorientar nuestra actitud y forma de vivir, para crear un mundo mejor, más humano y más fraterno. No acabamos de tomar conciencia de que tenemos que sembrar la paz, el amor y la justicia porque esto es lo que Dios quiere de nosotros, pero el odio y los egoísmos no nos dejan ver la luz, y esto nos impide que cambiemos.

Por ello el evangelista nos ilustra hoy con una parábola que utilizó Jesús para hacer más comprensible su mensaje. Nos compara con una higuera que no da el fruto esperado. Esto lleva al dueño de la viña a decidir cortarla, pero su cuidador intercede ante el dueño para que la deje más tiempo, él la cuida, la quiere, la protege y seguirá abonándola para intentar que por fin dé fruto.

Esa higuera nos simboliza. Nos decimos seguidores, pero nuestro fruto no llega nunca, queremos cambiar a los demás en lugar de cambiarnos nosotros. Jesús nos nutre cada día con su Palabra, su ejemplo de vida, pero nosotros preferimos seguir viviendo de espaldas a Él, cumplir con los preceptos antes que abrir nuestro corazón y, como el barro en manos del alfarero, dejarnos amasar.

Jesús nos da siempre otra oportunidad para que seamos capaces de salir de la rutina y ser una higuera fértil. Una higuera que da el fruto generoso del amor entre todos los hermanos, haciendo visible a Dios en la tierra, pero para ello, tenemos que estar dispuestos a cambiar y trabajar en nuestra propia conversión.

Jesús tiene el propósito de conducir a las personas a producir frutos y narra esta parábola para que nos comparemos con la higuera a la que se le da una nueva oportunidad. 

Santoral: San Juan de Capistrano - Patrón de los Capellanes Castrenses


San Juan de Capistrano - Alonso del Arco
Museo del Prado 

San Juan de Capistrano fue un fraile franciscano y sacerdote católico de la ciudad italiana de Capistrano, Abruzzo. Famoso como predicador y teólogo, se ganó el sobrenombre de “Soldado Santo” cuando en 1456 a los 70 años encabezó una cruzada contra el Imperio Otomano invasor en el asedio de Belgrado con el comandante militar húngaro John Hunyadi salvando a Europa de la invación musumana. Es el santo patronos la ciudad de Belgrado, de los juristas y de los capellanes militares. Su fiesta se celebra el 23 de Octubre.


Del Martirologio Romano:

San Juan de Capistrano, sacerdote de la Orden de los Hermanos Menores, quien defendió la observancia de la regla y ministró a casi toda Europa en apoyo de la fe y de la moral católica. Con el fervor de sus exhortaciones y oraciones, exhortó a los fieles, comprometiéndolos en la defensa de la libertad de los cristianos. Abrazó la paz del Señor en Újlak, en la orilla del Danubio, en el Reino de Hungría.



BIOGRAFÍA

Nació en Capistrano, diócesis de Sulmona, Italia, en 1385. Hijo de un caballero francés o alemán que murió cuando Juan era joven. Estudió con esmero en la Universidad de Perugia (Cerca de Asís).

San Juan de Capistrano fue abogado y juez. En 1412 fue nombrado gobernador de Perugia por Ladislao I rey de Nápoles, quien tenía control de esa ciudad. Luchó contra la corrupción y el soborno.

Descubriendo a Dios en el encierro

Cuando estalló la guerra entre Perugia y Malatesta en 1416, Juan trató de conseguir la paz, pero fue hecho prisionero de guerra, durante su cautiverio decidió entregarse del todo a Dios.

Tuvo un sueño en el que vio a San Francisco que le llamaba a entrar en la orden franciscana. Juan se había casado justo antes de caer preso, pero el matrimonio nunca se consumó y fue declarado anulado.

Entró en la orden franciscana en Perugia el 4 Octubre de 1416. Tenía 30 años por lo que el maestro de novicios lo puso a prueba dándole los mas humildes oficios.

San Bernardino de Siena y
San Juan de Capistrano (Alonso Cano)
Museo de Bellas Artes - Granada
Fue discípulo de san Bernardino de Siena quien le enseñó teología.

Se distinguió como predicador aun siendo diácono. Ordenado a los 33 años. Por 40 años fue predicador itinerante por Italia y otros países.

Por su radical llamada a la conversión y su sencillez, la gente lo relacionaba con San Juan Bautista. San Juan de Capistrano tenía gran fama por su don de curación y le traían a los enfermos para que les hiciera la señal de la cruz.

Púlpito de Juan Capistrano
Catedral de Viena
Al igual que San Bernardino, propagó la devoción al nombre de Jesús. Junto con otros franciscanos, fue acusado de hereje. El defendió a todos con éxito.

Muchos jóvenes le seguían a la vida religiosa. Estableció comunidades franciscanas. Famoso por hacer grandes penitencias y austeridad, comía y dormía poco. También por sus escritos. Escribió sobre todo contra las herejías de su época, conservándose muchos de sus sermones. Muchos de sus sermones se conservan. 

Dos veces la comunidad franciscana lo eligió como vicario general.


El don de la diplomacia

Juan era sabio y prudente, sabiendo medir sus palabras para que estas sirvan la voluntad de Dios. Cuatro Pontífices (Martín V, Eugenio IV, Nicolás V y Calixto III) lo emplearon como embajador en muchas y muy delicadas misiones diplomáticas con muy buenos resultados.

Tres veces le ofrecieron nombrarlo obispo de importantes ciudades pero prefirió seguir siendo un predicador.

Fue nuncio apostólico en Austria donde predicó extensivamente y combatió la herejía de los husitas. También predicó con gran fruto en Polonia, invitado por Casimiro IV.


Los cruzados defienden Europa

En 1451 el Sultan Mahoma II se lanzó una campaña con el fin de lograr la conquista de Europa. Conquistó a Constantinopla en 1453 y entonces se preparó para invadir a Hungría. En 1454 Serbia cayó en sus manos.

Las noticias procedentes Serbia eran horribles: quienes se resistían a renunciar a Cristo eran torturados. Todo lo que fuese cristiano era destruido o confiscado.

S. Juan Capistrano
St. Bonaventure Univ. (NY)
En 1454 Juan Capistrano participó en la dieta de Frankfort y se dispuso a preparar la defensa de Hungría. Fue a Hungría y predicó una cruzada en defensa de la cristiandad. A la edad de 70 años el Papa Calixto II lo comisionó para dirigirla.

En Szeged unió el ejercito de campesinos que había reunido con el ejército de Janos Hunyady (el azote de los turcos) y ambos se dirigieron a Belgrado.

Se decía que los cuarteles parecían casas de religiosos mas que campamentos militares porque en ellos se rezaba y se predicaba la virtud. Se celebraba misa diaria. A Juan Capistrano le tenían un gran respeto.


San Juan de Capistrano salva a Europa.

Los musulmanes que atacaban a Belgrado contaban con 200 cañones, 50.000 soldados de caballería y una gran flota que penetró por el río Danubio. Ante la superioridad de las fuerzas enemigas, los cristianos pensaban retirarse.

Pero intervino Juan de Capistrano convenciendo al conde Janos Hunyady a que atacara la flota turca a pesar de ser mucho más numerosa.

En el momento en que los defensores de la ciudad se iban a retirar dándose por vencidos, Juan los animó llevando en sus manos una bandera con la cruz y gritando sin cesar: “Jesús, Jesús, Jesús”.

Recorrió todos los batallones gritando entusiasmado:
“Creyentes valientes, todos a defender nuestra santa religión”.
Juan nunca utilizó las armas de este mundo sino la oración, la penitencia y la predicación.

Mientras se luchaba en Belgrado, el Papa pidió rezar el Angelus por la victoria. Los musulmanes fueron vencidos y tuvieron que retirarse de la región. Así se ganó la batalla de Belgrado el 21-22 de julio de 1456.

San Juan de Capistrano había ofrecido a Dios su vida por salvar la cristiandad. Dios le aceptó su oferta y pronto murió junto con Janos Hunyady víctimas de la peste.

Los cadáveres de los muertos en batalla causaron una epidemia de peste que también contagió al santo que ya estaba débil y anciano. Murió en Villach, Hungría, unos meses mas tarde, el 23 de octubre.

En Estados Unidos su nombre es famoso por la misión franciscana en California que lleva su nombre.

Misión San Juan de Capistrano - California

Fue beatificado el 19 Diciembre 1650 por el Papa Inocencio X y posteriormente canonizado el 16 de octubre de 1690 por el Papa Alejandro VIII.

viernes, 22 de octubre de 2021

Evangelio diario: 22-10-2021

Lectura del santo evangelio según san Lucas 12,54-59

En aquel tiempo, decía Jesús a la gente:
«Cuando veis subir una nube por el poniente, decís enseguida: “Va a caer un aguacero”, y así sucede. Cuando sopla el sur decís: “Va a hacer bochorno”, y sucede. 
Hipócritas: sabéis interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, pues ¿cómo no sabéis interpretar el tiempo presente? ¿Cómo no sabéis juzgar vosotros mismos lo que es justo?  
Por ello, mientras vas con tu adversario al magistrado, haz lo posible en el camino por llegar a un acuerdo con él, no sea que te lleve a la fuerza ante el juez y el juez te entregue al guardia y el guardia te meta en la cárcel. Te digo que no saldrás de allí hasta que no pagues la última monedilla».




Comentario

Qué fácil resulta interpretar los fenómenos naturales, las señales del tiempo. Qué difícil interpretar los signos de los tiempos. Son tantos y tan variados, por no decir contradictorios… Los signos de los tiempos en que vivimos nos desconciertan. No sabemos a qué atenernos, hacia dónde dirigirnos.

Estamos instalados en el tiempo de la mediocridad y pobre de aquel que tenga atisbos de creatividad, de genialidad o de honradez y bondad…

¿Por qué no juzgas por ti mismo lo que es justo…?, dice Jesús en este texto. Dice bien “por ti mismo”, no esperando que por ejemplo, los tertulianos televisivos vociferantes, aporten algo de luz y verdad. Tener juicio ponderativo, valorativo, no está bien visto, corres el riesgo de la marginación. La mediocridad del rebaño se impone. Por eso Jesús invita a llegar a un acuerdo con el enemigo mientras se va de camino antes de llegar al juez; cultivar el diálogo donde ambas partes llegan a acordar (con el corazón y la mente lúcidas), la mejor manera de solucionar los conflictos.

A veces nos enrocamos en nuestras posturas. A veces tenemos razón o razones que al otro no convencen, exponerlas con sabiduría paciente, puede llevar a buen término. Ello no significa sumisión o cesión de todo para que el otro quede por encima. No. Es enriquecimiento mutuo y sabiduría temporal. Debemos evitar el miedo que la mediocridad produce. Si claudicas, ya estás condenado. El mundo es de los osados, sabiendo que la genialidad o la aceptación de compromisos es peligroso. Jesús lo sabía, pagó por ello y no se arredró.