martes, 31 de agosto de 2021

Evangelio diario: 31-08-2021

Lectura del santo evangelio según san Lucas 4, 31-37

En aquel tiempo, Jesús bajó a Cafarnaún, ciudad de Galilea, y los sábados les enseñaba.

Se quedaban asombrados de su enseñanza, porque su palabra estaba llena de autoridad.

Había en la sinagoga un hombre poseído por un espíritu de demonio inmundo y se puso a gritar con fuerte voz:
«¡Basta! ¿Qué tenemos que ver nosotros contigo, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios».
Pero Jesús le increpó diciendo:
«¡Cállate y sal de él!»
Entonces el demonio, tirando al hombre por tierra en medio de la gente, salió sin hacerle daño.

Quedaron todos asombrados y comentaban entre sí:
«¿Qué clase de palabra es esta? Pues da órdenes con autoridad y poder a los espíritus inmundos, y salen».
Y su fama se difundía por todos los lugares de la comarca.



Comentario

A la hora de concretar la propuesta salvadora de Jesús de Nazaret, el evangelio recalca la fuerza sanadora de su Palabra.

Ésta nos viene dada repleta de fuerza, fecunda en su eficacia contra el mal que deshumaniza a este maltrecho hombre de la sinagoga de Cafarnaúm.

Jesús dice y hace, mira desde el corazón y se compadece, sabe encajar el dolor de los que a él se acercan y asume nuestras dolencias hasta el misterio de su muerte. El poderío de su Palabra estriba en su transparencia, en la sinceridad de su presencia, en la fuerza de su corazón, en el contenido liberador de sus expresiones y, sobre todo, en la experiencia de un Dios Padre-Madre al que le duele el dolor de todos sus hijos.

Padre-Madre que en ningún instante dejará de ejercer de tal, aunque los hijos le demos la espalda. Por eso, el mal reculaba ante la presencia del Maestro de Galilea, el proyecto del Reino de los cielos se abría camino, las gentes buscadoras constataban que una nueva vida es posible de la mano de la Palabra nueva, la que dice y hace verdad, la que por su virtud hace posible que todo lo nuestro, todo lo humano, pueda ser nuevo.

lunes, 30 de agosto de 2021

Evangelio diario: 30-08-2021

Lectura del santo evangelio según san Lucas 4, 16-30

En aquel tiempo, Jesús fue a Nazaret, donde se había criado, entró en la sinagoga, como era su costumbre los sábados, y se puso en pie para hacer la lectura. Le entregaron el rollo del profeta Isaías y, desenrollándolo, encontró el pasaje donde estaba escrito:
«El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado a evangelizar a los pobres, a proclamar a los cautivos la libertad, y a los ciegos, la vista; a poner en libertad a los oprimidos; a proclamar el año de gracia del Señor».
Y, enrollando el rollo y devolviéndolo al que lo ayudaba, se sentó. Toda la sinagoga tenía los ojos clavados en él.
Y él comenzó a decirles:
«Hoy se ha cumplido esta Escritura que acabáis de oír».
Y todos le expresaban su aprobación y se admiraban de las palabras de gracia que salían de su boca. Y decían:
«¿No es el hijo de José?».
Pero Jesús les dijo:
«Sin duda me diréis aquel refrán: “Médico, cúrate a ti mismo”, haz también aquí, en tu pueblo, lo que hemos oído que has hecho en Cafarnaún».
Y añadió:
«En verdad os digo que ningún profeta es aceptado en su pueblo. Puedo aseguraros que en Israel había muchas viudas en los días de Elías, cuando estuvo cerrado el cielo tres años y seis meses y hubo una gran hambre en todo el país; sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías sino a una viuda de Sarepta, en el territorio de Sidón. Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo, sin embargo, ninguno de ellos fue curado sino Naamán y el sirio».
Al oír esto, todos en la sinagoga se pusieron furiosos y, levantándose, lo echaron fuera del pueblo y lo llevaron hasta un precipicio del monte sobre el que estaba edificado su pueblo, con intención de despeñarlo.

Pero Jesús se abrió paso entre ellos y seguía su camino.


Comentario

Contemplamos hoy una escena del Evangelio de Lucas, que va dar inicio al ministerio de la predicación de Jesús; lo que llamamos con frecuencia “su vida pública”.

La acción se desarrolla en Nazaret, donde Jesús se ha criado; concretamente en la sinagoga. ¡Cuántos sábados habría asistido a ella, como buen judío, para escuchar la Escritura! Cuánto tiempo de dejar madurar en Él esta Palabra y, a través de ella, descubriendo e interiorizando el proyecto del Padre, su identidad de Hijo y su misión de dar a conocer a la gente el amor de Dios; un amor que libera, que sana, que cura, que es buena noticia para todos, especialmente para los más pequeños.

Jesús es el hoy de Dios y de su salvación. Él nos ofrece aquello que nuestro corazón necesita, desea y espera; alienta, a través de su Espíritu, el lento camino de liberación y de transformación que cada uno tenemos que hacer desde el fondo de nuestras pobrezas, heridas y esclavitudes; camino que sólo podemos realizar si nos dejamos acompañar por Él.

El mismo Espíritu que ungió y envió a Jesús para salir al encuentro de la gente y dar buenas noticias a los pobres, anunciar a los cautivos la libertad, a los ciegos la vista y dar libertad a los oprimidos, nos unge y nos envía a cada uno de nosotros. También nuestro hoy es tiempo de salvación y de gracia.

Es verdad que somos seres siempre por hacer. Sabernos llamados a desplegar todas nuestras potencialidades y la conciencia de que nosotros y nuestro mundo podemos ser mejores, más auténticos, más humanos, nos proyecta hacia adelante. Pero en realidad ese futuro está contenido ya en el presente concreto en el que Dios nos sitúa a cada uno. Si lo dejamos pasar, si lo consideramos demasiado pequeño o demasiado pobre, quizás dejemos pasar también a Aquel que ha querido encarnarse y poner su tienda en medio de nuestras vidas “como uno de tantos” y perderemos la oportunidad de reconocerle y de percibir su presencia Viva en medio de nuestras vidas.

Apoya nuestra labor de ayuda a las familias más afectadas

Situación actual de la crisis

Ha pasado un año desde que, en marzo de 2020, el Gobierno de la Nación declarase el estado de alarma para combatir el impacto de la pandemia del Covid-19. 

En aquellos momentos las previsiones emitidas tanto por organismos internacionales, el propio Fondo Monetario Internacional o la Unión europea, como por los propios expertos nacionales indicaban que se podrían producir situaciones de necesidad incluso más profundas que aquellas que originó la crisis de 2008.

Ante esa situación, el Presidente de Cáritas Castrense y Arzobispo Castrense don Juan del Rio, recientemente fallecido a consecuencia del Covid-19 (q.e.p.d.), encomendó a Cáritas Castrense la misión de crear un fondo de emergencia con el fin de paliar las necesidades que se produjeran.

Cáritas Castrense, organismo oficial del Arzobispado Castrense de España constituido para promover la acción caritativa y social, inició todas las acciones necesarias para llevar a cabo la iniciativa lo antes posible, pudiendo así comenzar con las primeras ayudas en el mes de junio del 2020. 

En los momentos actuales a los efectos derivados de la “no concluida” crisis sanitaria se han sumado los de la crisis económica y social que se predecían .

Por todo ello las necesidades que llevaron a la creación del “Granero de José” no han finalizado y ahora son indispensables para muchas personas.

Damos las GRACIAS a todas las personas, organismos e instituciones que desde entonces están colaborando con esta campaña.


“Recogió José trigo como arena del mar, mucho en extremo, hasta no poderse contar, porque no tenía número. Así se cumplieron los siete años de abundancia que hubo en la tierra de Egipto. Y comenzaron a venir los siete años del hambre, como José había dicho; y hubo hambre en todos los países, mas en toda la tierra de Egipto había pan”

 (Gn, 41, 53ss)







Queridos hermanos y amigos.

Durante los últimos meses hemos visto como nuestras vidas se transformaban para enfrentarnos al COVID-19 y sus trágicas consecuencias, no solo sanitarias, sino también sociales y económicas, cambiando nuestras costumbres cotidianas.

Todos conocemos el caso de un ser querido y cercano que ha sucumbido ante las perniciosas consecuencias de la pandemia, pérdidas irreparables que nos han atormentado y creado un gran dolor al que enfrentamos nuestra oración y el saber que a todos nos llegará la resurrección ante nuestro Señor.

Las familias han sufrido la desgarradora muerte de algún ser querido, amigo o conocido. Pero el drama también se ha plasmado en el día a día cuando los puestos de trabajo han desaparecido o han sufrido una merma notable de los ingresos provocando un gran quebranto en los hogares.

Para enfrentar esas necesidades nació “El Granero de José” que gestiona Cáritas Castrense con el objetivo de paliar las penurias de los más necesitados en aspectos como la vivienda, la sanidad, la educación y los suministros del hogar. Esenciales para mantener el nivel de vida de las familias y su dignidad, elemento esencial para que una persona de sienta en plenitud.

Desde el inicio “El Granero de José” fue diseñado para que no existieran trabas burocráticas y que su gestión fuese prácticamente automática desde la petición de ayuda que la inician los capellanes castrenses.

Desde está página os animo a todos a llenar este “Granero de José” para poder repartir entre quien lo necesita y ejercer con generosidad la caridad hacia el prójimo.

Muchas gracias por vuestra colaboración, Dios os lo pague.

Carlos Jesús Montes Herreros
Ordinario Castrense de España



Necesitamos tu apoyo urgente


Con el referente de la figura de José en Egipto, se creará un “granero” (Cf. Génesis 41, 56) que, a modo de fondo de emergencia, constituido por los donativos de personas físicas o jurídicas, permita paliar con inmediatez las necesidades más básicas generadas por la crisis del Covid-19.



Se pondrá especial atención en cubrir necesidades como:
• Alimentación 
• Medicina 
• Vivienda y suministros servicios (agua; luz; gas etc.)
• Académicos/escolarización
• Cualquier otra actividad que tienda a cubrir necesidades básicas.

Ayudar y alentar a las CPC, extendidas por el territorio nacional y al resto de capellanes que no tienen CPC en sus unidades, bases o acuartelamientos en la consecución de los mismos fines anteriormente mencionados.



Gracias por apoyarnos en esta campaña en pro de los más desfavorecidos

sábado, 28 de agosto de 2021

Domingo XXII del Tiempo Ordinario

Primera lectura
Lectura del Libro del Deuteronomio 4, 1-2. 6-8

Moisés habló al pueblo, diciendo:
«Ahora, Israel, escucha los mandatos y decretos que yo os enseño para que, cumpliéndose, viváis y entréis a tomar posesión de la tierra que el Señor, Dios de vuestros padres, os va a dar. 
No añadáis nada a lo que yo os mando ni suprimáis nada; observaréis los preceptos del Señor, vuestro Dios, que yo os mando hoy. 
Observadlos y cumplidlos, pues esa es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia a los ojos de los pueblos, los cuales cuando tengan noticia de todos estos mandatos, dirán: “Ciertamente es un pueblo sabio e inteligente, esta gran nación”. 
Porque ¿dónde hay una nación tan grande que tenga unos dioses tan cercanos como el Señor, nuestro Dios, siempre que lo invocamos? 
Y, ¿dónde hay otra nación tan grande que tenga unos mandatos y decretos tan justos como toda esta ley que yo os propongo hoy?».




Salmo 14

R/ Señor, ¿quién puede hospedarse en tu tienda?

El que procede honradamente y practica la justicia,
el que tiene intenciones leales
y no calumnia con su lengua.

R/ Señor, ¿quién puede hospedarse en tu tienda?

El que no hace mal a su prójimo ni difama al vecino,
el que considera despreciable al impío y honra a los que temen al Señor.

R/ Señor, ¿quién puede hospedarse en tu tienda?

El que no presta dinero a usura
ni acepta soborno contra el inocente.
El que así obra nunca fallará.

R/ Señor, ¿quién puede hospedarse en tu tienda?




Segunda lectura
Lectura de la carta del apóstol Santiago 1, 17-18. 21b-22. 27

Mis queridos hermanos:
Todo buen regalo y todo don perfecto viene de arriba, procede del Padre de las luces, en el cual no hay ni alteración ni sombra de mutación.

Por propia iniciativa nos engendró con la palabra de la verdad, para que seamos como una primicia de sus criaturas.

Aceptad con docilidad esa palabra, que ha sido injertada en vosotros y es capaz de salvar vuestras vidas.

Poned en práctica la palabra y no os contentéis con oírla, engañándoos a vosotros mismos.

La religiosidad auténtica e intachable a los ojos de Dios Padre es esta: atender a huérfanos y viudas en su aflicción y mantenerse incontaminado del mundo.





Lectura del santo Evangelio según san Marcos 7, 1-8a. 14-15. 21-23

En aquel tiempo, se reunieron junto a Jesús los fariseos y algunos escribas venidos de Jerusalén; y vieron que algunos discípulos comían con manos impuras, es decir, sin lavarse las manos. (Pues los fariseos, como los demás judíos, no comen sin lavarse antes las manos, restregando bien, aferrándose a la tradición de sus mayores, y al volver de la plaza, no comen sin lavarse antes, y se aferran a otras muchas tradiciones, de lavar vasos, jarras y ollas).

Y los fariseos y los escribas le preguntaron:
«¿Por qué no caminan tus discípulos según las tradiciones de los mayores y comen el pan con las manos impuras?».
Él les contestó:
«Bien profetizó Isaías de vosotros, hipócritas, como está escrito:
“Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. El culto que me dan está vacío, porque la doctrina que enseñan son preceptos humanos.” 
Dejáis a un lado el mandamiento de Dios para aferraros a la tradición de los hombres».
Llamó Jesús de nuevo a la gente y les dijo:
«Escuchad y entended todos: nada que entre de fuera puede hacer al hombre impuro; lo que sale de dentro es lo que hace impuro al hombre. 
Porque de dentro, del corazón del hombre, salen los pensamientos perversos, las fornicaciones, robos, homicidios, adulterios, codicias, malicias, fraudes, desenfreno, envidia, difamación, orgullo, frivolidad. Todas esas maldades salen de dentro y hacen al hombre impuro».




Comentario

En el evangelio encontramos otra forma de engañarnos que estaba tan presente en tiempos de Jesús como hoy: hacer las obras pero sin poner el corazón en ellas. Esto era lo que vivían los escribas y fariseos, y lo que muchas veces hacemos nosotros para no complicarnos la vida.

Esta vez la cuestión era “lavarse las manos antes de comer”. ¡Cuántas veces la palabra humana sustituye a la Palabra de Dios! Cuántas veces la tradición o la costumbre, muchas veces sin mala intención, ocultan el verdadero sentido de los gestos, acciones o palabras. O peor aún, cuántas veces esconden el verdadero rostro de Dios, no dejando llegar a Él para que sea conocido y amado por todos.

Jesús pretende desenmascarar el engaño (a veces manipulación): es más importante la pureza del corazón y de la conciencia, lo que nace del interior, que la mera observancia exterior. Jesús no pretende quitar importancia al cumplimiento de la Ley, pero sí recuerda que ésta está al servicio de la persona, de su libertad, de su crecimiento, de su amor.

Las lecturas de la liturgia de hoy nos invitan a un examen de conciencia, a un chequeo de nuestra vida desde la fe, desde las intenciones que la mueven. Una invitación a buscar la verdadera sabiduría que nace de la Palabra de Dios y se instala en nuestro corazón transformando nuestra vida desde dentro y dando frutos que transforman nuestra sociedad.

Evangelio diario: 28-08-2021

Lectura del santo evangelio según san Mateo 25, 14-30

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola:
«Un hombre, al irse de viaje, llamó a sus siervos y los dejó al cargo de sus bienes: a uno le dejó cinco talentos, a otro dos, a otro uno, a cada cual según su capacidad;l uego se marchó. 
El que recibió cinco talentos fue en seguida a negociar con ellos y ganó otros cinco. El que recibió dos hizo lo mismo y ganó otros dos. 
En cambio, el que recibió uno fue a hacer un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor. 
Al cabo de mucho tiempo viene el señor de aquellos siervos y se pone a ajustar las cuentas con ellos. 
Se acercó el que había recibido cinco talentos y le presentó otros cinco, diciendo:
“Señor, cinco talentos me dejaste; mira, he ganado otros cinco”.
Su señor le dijo:
“¡Bien, siervo bueno y fiel!; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; entra en el gozo de tu señor”.
Se acercó luego el que había recibido dos talentos y dijo:
“Señor, dos talentos me dejaste; mira, he ganado otros dos”.
Su señor le dijo:
“¡Bien, siervo bueno y fiel!; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; entra en el gozo de tu señor”.
Se acercó el que había recibido un talento y dijo:
“Señor, sabia que eres exigente, que siegas donde no siembras y recoges donde no esparces, tuve miedo y fui a esconder tu talento bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo”.
El señor le respondió:
“Eres un empleado negligente y holgazán. ¿Con que sabias que siego donde no siembro y recojo donde no esparzo? Pues debías haber puesto mi dinero en el banco, para que, al volver yo, pudiera recoger lo mío con los intereses. 
Quitadle el talento y dádselo al que tiene diez. Porque al que tiene se le dará y le sobrará, pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene. Y a ese empleado inútil echadle fuera, a las tinieblas; allí será el llanto y rechinar de dientes”».




Comentario

Este pasaje evangélico de Mateo, parece que nos presenta a un Dios, transformado en un amo severo, exigente, que solo le interesa la productividad, sin embargo, es todo lo contrario, se ve en el trasfondo de este texto que se fía y confía tanto del que tiene diez talentos, como del que solo tiene uno, porque, para Él, los dos son sumamente valiosos.

El Señor a todos nos regala constantemente diversos dones, cualidades, talentos, no solo para beneficio o interés propio, sino para el bien de las personas que nos rodean. Los talentos no son un derecho. Cada uno tenemos que descubrir en nuestra vida, en el día a día, cómo podemos colaborar en la construcción del Reino de Dios en la sociedad que tenemos y nos ha tocado vivir.

El don o talento, es un regalo lleno de amor que recibimos de Dios, para que lo acojamos con libertad, sin miedos, sin comparaciones: éste tiene más que yo, no, esta no es la actitud para aceptar este regalo. Por eso, debemos dejar que la acción santificadora del Espíritu Santo toque nuestras vidas, para responder con coherencia.

Los dones, talentos o cualidades que he recibido, ¿realmente los pongo al servicio de los demás? ¿Cómo los veo, como una carga o como una oportunidad para acercarme a los demás? ¿Qué actitud tengo ante ellos: de comodidad, sólo para mí, o de generosidad y entrega “complicándote” la vida por los demás?

En este evangelio aparece el pecado de omisión, al que generalmente poco caso hacemos en nuestra vida. Jesús nos dice que no sólo no hay que hacer el mal, sino que hay que hacer el bien. Tenemos que estar vigilantes, aprovechar bien el tiempo y los dones regalados por Dios y ponerlos a su servicio, para que nuestra vida no sea insípida, no quede estancada. Demos gracias a Dios cada mañana por el nuevo día y demos gratis lo que hemos recibido gratis.

Santoral: San Agustín de Hipona - Obispo y Doctor De la Iglesia



10 citas de San Agustín para conocer sus ideas
“Pobre no es quien tiene menos, sino quien más necesita para ser feliz”
“La fe es creer lo que no vemos, y su recompensa, ver lo que creemos”
“El mundo es igual que un libro y aquellos que no viajan sólo leen una página”
“Haz lo que puedas. Dios no te pide más”
“No salgas de ti. Vuelve a tu interior. En el interior del hombre se encuentra la verdad”
“Cuida el orden y él mismo orden cuidará de ti”
“El amor es una piedra preciosa. Cuando no se posee, todo falta. Cuando se posee, todo sobra”
“Conócete. Acéptate. Supérate”
“Errar es humano. Perseverar en el error es diabólico”
“La ociosidad camina con lentitud y, al final, todos los vicios la alcanzan”
Fuente: Padres Agustinos

1. Primeros años

13 de noviembre del año 354: Aurelio Agustín nace en Tagaste. Este pequeño pueblo está situado al Norte de África, que hoy se le conoce por Souk-Ahras. Patricio, su padre, desea que comience a estudiar cuanto antes. A su sufrida madre, Mónica, sin embargo, le interesa que conozca la fe cristiana.


2. Agustín estudiante

Hasta los once años Agustín permanece en Tagaste y asiste a la escuela del pueblo. El escaso interés que demuestra por ir a la escuela y el temor al castigo se entrelazan con su forma de ser alegre. En estos años todos le consideran un niño revoltoso y travieso. Su padre emplea su dinero de pequeño propietario para que se traslade a Madaura, ciudad situada a unos 28 km. y complete allí sus estudios. En esta ciudad el estudio le resulta un poco más tolerable. Eso sí, aborrece el griego, pero lee a escritores latinos como Cicerón. Sus problemas comienzan a los 15 años.

Ha terminado la segunda etapa de estudios en Madaura y regresa a Tagaste. Patricio y Mónica desean que siga estudiando y con sus ahorros y la ayuda de un amigo rico del pueblo le envían a Cartago a terminar su preparación. Algo más alejado de sus padres –196 km.–. Agustín comienza a vivir y disfrutar. Sus preocupaciones son el teatro, los baños y el sexo. Al cumplir los 17 años ya comparte su vida con una chica de su edad. Fruto de esta relación será su hijo Adeodato. No obstante, él espera colocarse pronto como profesor para estabilizar esta relación. Pero este mismo año, 371, muere su padre. Ante este acontecimiento, el muchacho apasionado comienza a ser consciente del gran sacrificio que han realizado sus padres para que él se construya un futuro. Muchos empiezan a considerarle “un joven prodigio”. Lo cierto es que su manera de ser y sus lecturas le van configurando como una persona inteligente e inquieta. También entra a formar parte de una secta: los Maniqueos.



3. Agustín profesor

Agustín regresa a su pueblo como profesor de Gramática a los 19 años. Es un buen profesor y también un excelente Maniqueo. Tagaste le queda pequeño y, cuando muere un amigo suyo, se marcha de nuevo a Cartago a enseñar Retórica, ya que no puede soportar la pena de su ausencia. Le acompañan algunos de sus alumnos de Tagaste. En estos años sigue leyendo mucho. También escribe poesía y en varios certámenes consigue algunos premios. Aunque solo tiene 26 años, publica su primer libro. El año 383 Agustín decide ir a Roma. Busca alumnos más formales y también desea ganar más dinero. Pero, sobre todo, su aspiración es triunfar en la Capital del Imperio. Allí consigue abrir una escuela. Al año siguiente marcha a Milán, al ganar por oposición la cátedra de Retórica de esta ciudad. Mónica, su madre, va con él. Desea que su hijo se convierta al cristianismo.


4. Agustín cristiano

En Milán el “profesor africano” comienza a visitar asiduamente la Catedral atraído por la fama del Obispo Ambrosio que es un gran orador. Pero las palabras de Ambrosio día tras día van resquebrajando su inquietud constante en busca de la verdad. Por éste y otros factores, se encuentra en esta disposición cuando se entrevista con Simpliciano, Ponticiano y otros cristianos que han dejado todo por seguir a Dios. Y será una meditación constante, la paz de un jardín y unas palabras de la Biblia (“No en comilonas ni en borracheras… sino revestíos de Nuestro Señor Jesucristo” Rom 13, 13) quienes le den otro empujón, y para convertirse en un hombre nuevo, convirtiéndose al cristianismo. “Brilló en mí como una luz de serenidad”, escribirá en sus Confesiones. Tiene 32 años. Su ideal va a ser a partir de ahora conocer a Dios para amarle. Continúa dando clases, pero ya ha decidido abandonar la enseñanza. Y así lo hará al finalizar el curso. Inmediatamente se retira con sus amigos a una finca que les han dejado en Casiciaco. Y en este lugar de descanso reflexiona, escribe y comparte con sus amigos la preparación para el bautismo. Todos conviven como si fueran una sola persona que está orientando sus pasos hacia Dios. Al llegar la Pascua de este mismo año, 387, Agustín recibe el bautismo de manos de Ambrosio.


5. Agustín monje

Muy pronto Agustín siente deseos de volver a su patria. Embarca. Pero incluso la espera en el puerto de Ostia, cerca de Roma, se le hace insufrible. Además, su madre –la mujer que oró y lloró pidiendo a Dios su conversión– muere allí. Por fin llega a Tagaste. Lo primero que hace es repartir su herencia entre los necesitados y funda un monasterio donde va a convivir con los amigos que le han acompañado. Ahora su único plan de vida es la oración y la convivencia con los monjes. Sin embargo, pronto pasará a ser el consejero de todo el pueblo. Recibirá cartas de Italia, España, Africa… Todos desean recibir su consejo. Este mismo año, 388, sufre la muerte de su hijo que vivía con él.


6. Agustín obispo

Pasan tres años. Agustín realiza un viaje a Hipona con intención de visitar a un amigo y traerlo a su monasterio. Pero es él quien se queda allí ante la petición de Valerio –el obispo– y la gente del pueblo, haciéndole sacerdote. Desde este momento su actividad cambia. Comienza a predicar y administrar sacramentos. Incluso dedica un tiempo a la preparación y adaptación de sus conocimientos a estas nuevas tareas. Pero necesita monjes amigos junto a sí y decide fundar otro monasterio en un jardín que le deja el obispo. Valerio le consagra obispo auxiliar por temor a que se lo lleven a otro lugar y Agustín comienza a llamarse “de Hipona”. Un año después será obispo de la ciudad a los 42 años.


7. Agustín fundador

Ahora tiene que desempeñar todo tipo de trabajos: juez, limosnero, consejero… Pero su actividad como fundador de nuevas comunidades no decrece. Ve con alegría cómo a sus mejores monjes, Alipio, Evodio, Posidio y Bonifacio se llevan obispos a otras ciudades africanas. Viaja, lee, escribe. Hacia el año 398 aparecen “Las Confesiones”, dos años después comienza el “Tratado sobre la Trinidad”, en el 413 inicia la “Ciudad de Dios. Se enfrenta también en una polémica seria con Donato y los donatistas defendiendo que Cristo es el autor de los Sacramentos y no depende su eficacia de la santidad del sacerdote que los administra. Así ocupa 35 años de su vida.


8. Agustín Santo

A los 76 años, cuando Genserico cerca Hipona, Agustín deja sus libros y sus discusiones en favor de la fe para retirarse a la Paz de Dios. Es el 28 de agosto del año 430. Agustín, rodeado de amigos, entrega su vida a su mejor Amigo: Dios.
La Iglesia lo reconoce como santo y uno de los cuatro Padres de la Iglesia en occidente. Su influencia a lo largo de los siglos ha sido fundamental en la doctrina cristiana.

viernes, 27 de agosto de 2021

Evangelio diario: 27-08-2021

Lectura del santo evangelio según san Mateo 25, 1-13

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola:
«El reino de los cielos se parece a diez vírgenes que tomaron sus lámparas y salieron al encuentro del esposo. 
Cinco de ellas eran necias y cinco eran prudentes. 
Las necias, al tomar las lámparas, no se proveyeron de aceite; en cambio, las prudentes se llevaron alcuzas de aceite con las lámparas. 
El esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron. 
A medianoche se oyó una voz:
“¡Que llega el esposo, salid a su encuentro!”.
Entonces se despertaron todas aquellas vírgenes y se pusieron a preparar sus lámparas. 
Y las necias dijeron a las prudentes:
“Dadnos de vuestro aceite, que se nos apagan las lámparas”.
Pero las prudentes contestaron:
“Por si acaso no hay bastante para vosotras y nosotras, mejor es que vayáis a la tienda y os lo compréis”.
Mientras iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas, y se cerró la puerta. 
Más tarde llegaron también las otras vírgenes, diciendo:
“Señor, señor, ábrenos”.
Pero él respondió:
“En verdad os digo que no os conozco”.
Por tanto, velad, porque no sabéis el día ni la hora»




Comentario

Lo que quiere Dios de nosotros es una vida sagrada. Una vida sagrada es la que está a favor de Dios y a favor del hombre. Bien sabemos que Jesús ha unido íntimamente todo lo relativo a Dios y al hombre. Para él, Dios evidentemente es sagrado, nunca podemos profanarlo ni ir en contra de él. Pero sagrado es también el hombre. Tan sagrado lo consideró Jesús que fue capaz de morir por él, por nosotros. Nunca podemos profanarlo ni ir en contra del hombre, de cualquier hombre. “Nadie pase por encima de su hermano ni se aproveche con engaño”. Dando pasos positivos, una vida sagrada consiste en amar a Dios con todas nuestras fuerzas y amar al hermano con todas nuestras fuerzas. Con todo lo que significa amar. Vivir el amor en relación con Dios y el hermano, y nunca profanar el amor. Lo sagrado para Dios es que vivamos bien y no mal, una vida feliz, dichosa y no una vida infeliz y desdichada.

El mensaje de esta parábola es la necesidad de estar siempre preparados y de velar ante la venida del Señor. Otras parábolas insisten en el mismo tema. Mantener el espíritu alerta y preparado para la venida del Señor, supone desear con pasión esa venida, desearla como lo más importante. De tal manera que no haya nada que nos distraiga de esta actitud. Los cristianos hemos de mantener esta actitud no sólo para la segunda venida de Jesús. Jesús, el hijo de Dios, viene continuamente y de maneras diversas a nosotros en nuestra existencia terrena, con más o menos intensidad de reconocimiento por parte nuestra. En la oración, en la eucaristía, en mil circunstancias de la vida, en cada hermano necesitado de nuestra ayuda… Debemos mantener, en medio de nuestras actividades normales de cada día, la ilusión de experimentar su presencia, su llegada, con un corazón preparado y ansioso de recibirle. 

Santoral: Santa Mónica de Hipona

Fuente: Padres Agustinos


Nacida en Tagaste el año 331 ó 332, ocupa el primer lugar en la galería de santos de la Familia Agustiniana por ser la madre de san Agustín. Inseparables el uno del otro, madre e hijo dejan en un segundo plano a Patricio, padre y esposo, y a los otros dos hijos del matrimonio.


La figura de Mónica, con una personalidad muy definida, da consistencia y color a la familia. Ella se encargó de llevar la iniciativa en la educación, con un acento especial en lo religioso. La pedagogía de Mónica, diríamos hoy, es la del testimonio y el acompañamiento perseverantes. Así ganó para Jesucristo a su marido y tuvo una influencia decisiva en la conversión de su hijo Agustín. Con inmenso gozo asistió a su bautismo la noche de Pascua del año 387.

Dios, Jesucristo, la providencia, la vida futura, constituían el credo repetido por Mónica frente a las diversiones y embelesos de su hijo. ¿Fue Mónica la clásica madre que se vuelve impertinente a fuerza de discursos y prevenciones? Claramente no, y la biografía de Agustín es toda una aventura de libertad. Habría que decir, más bien, que Mónica huyó de esa pretendida neutralidad que deja a los hijos tambaleándose en el vacío. Fue madre hacendosa y enérgica, creyó firmemente y quiso que la fe fuera otro pan compartido en la familia. Antes de morir, vio a su hijo Agustín cristiano católico y siervo de Dios. Recibió la visita de la muerte con la serenidad de los justos que saben les esperan los brazos del Padre. El año 387 –en expresión de Agustín– “aquella alma fiel y piadosa quedó liberada de su cuerpo”. Murió en Ostia Tiberina, a las puertas de Roma.

Mónica es el tipo de mujer fuerte y prudente de que habla la Biblia y se puede presentar hoy como la madre cristiana con una fortaleza de ánimo poco común, aguda inteligencia y una particular preocupación por la transmisión de la fe a su esposo y a sus hijos.

El Papa Benedicto XVI decía en Castelgandolfo refiriéndose a santa Mónica: “Vivió de manera ejemplar su misión de esposa y madre, ayudando a su marido Patricio a descubrir la belleza de la fe en Cristo y la fuerza del amor evangélico, capaz de vencer el mal con el bien… Como dirá después san Agustín, su madre lo engendró dos veces; la segunda requirió largos dolores espirituales, con oraciones y lágrimas, pero que al final culminaron con la alegría no sólo de verle abrazar la fe y recibir el bautismo, sino también de dedicarse enteramente al servicio de Cristo.

¡Cuántas dificultades existen también hoy en las relaciones familiares y cuántas madres están angustiadas porque sus hijos se encaminan por senderos equivocados! Mónica, mujer sabia y firme en la fe, las invita a no desalentarse, sino a perseverar en la misión de esposas y madres, manteniendo firme la confianza en Dios y aferrándose con perseverancia a la oración” (Ángelus, 27 de agosto de 2006).

jueves, 26 de agosto de 2021

Evangelio diario: 26-08-2021

Lectura del santo evangelio según san Mateo 24, 42-51

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor. 
Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora de la noche viene el ladrón, estaría en vela y no dejarla abrir un boquete en su casa. 
Por eso, estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre. 
¿Quién es el criado fiel y prudente, a quien el señor encarga de dar a la servidumbre la comida a sus horas? 
Bienaventurado ese criado, si el señor, al llegar, lo encuentra portándose así. En verdad os digo que le confiará la administración de todos sus bienes. 
Pero si dijere aquel mal siervo para sus adentros: “Mi señor tarda en llegar”, y empieza a pegar a sus compañeros, y a comer y beber con los borrachos, el día y la hora que menos se lo espera, llegará el amo y lo castigará con rigor y le hará compartir la suerte de los hipócritas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes.»




Comentario

Todo lo de Jesús, todas sus palabras, las hemos de contemplar desde nuestra situación ante él. En este evangelio nos pide “estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor”.

Nosotros los cristianos, sus seguidores, sabemos muchas cosas de Jesús, sabemos que por amor ha venido hasta nosotros, sabemos que gastó y desgastó su vida en predicarnos su buena noticia, el evangelio donde nos indica el camino que hemos de seguir para encontrar vida y vida en abundancia que tanto deseamos, sabemos que fue capaz de dejarse clavar en una cruz antes de que nos quedásemos sin su buena noticia, sabemos que sigue con nosotros de manera real y misteriosa, y sabemos, como nos indica el evangelio de hoy, que vendrá un día a cada uno de nosotros para que podamos gozar de su presencia amorosa sin velos al invitarnos al banquete de su amor para siempre…

Desde esta nuestra situación ante él, desde el profundo amor que le tenemos, con gozo, sin ningún temor esperamos y deseamos su venida definitiva a nosotros y así gozar de él y de su amor para siempre.

 

miércoles, 25 de agosto de 2021

Evangelio diario: 25-08-2021

Lectura del santo evangelio según san Mateo 23, 27-32

En aquel tiempo, Jesús dijo:
«¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que os parecéis a los sepulcros blanqueados! Por fuera tienen buena apariencia, pero por dentro están llenos de huesos y podredumbre; lo mismo vosotros: por fuera parecéis justos, pero por dentro estáis repletos de hipocresía y crueldad. 
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que edificáis sepulcros a los profetas y ornamentáis los mausoleos de los justos, diciendo: “Si hubiéramos vivido en tiempo de nuestros padres, no habríamos sido cómplices suyos en el asesinato de los profetas”! Con esto atestiguáis en vuestra contra, que sois hijos de los que asesinaron a los profetas. ¡Colmad también vosotros la medida de vuestros padres!».





Comentario

Como en tantas otras ocasiones, Jesús se enfrenta de nuevo con los maestros de la ley y los fariseos. Son los guardianes de la tradición de Israel y el pueblo respeta sus interpretaciones y decisiones acerca de la ley. Es posible que, aquí, el evangelista Mateo quiera poner en guardia a sus destinatarios contra las prácticas e interpretaciones de la ley propias de los fariseos. Son costumbres que todavía perviven en los nuevos creyentes procedentes del judaísmo y que es necesario abandonar ante la novedad de Jesús.

En este caso, Jesús reprueba las prácticas puramente externas que no van acompañadas de una vivencia interior, sino que muestran más bien una actitud hipócrita. Cuántas veces puede suceder esto, también hoy: se conservan formas tradicionales de religiosidad, pero sin que correspondan a una vivencia profunda de la fe que parecen expresar. Jesús denuncia reiteradamente la hipocresía a lo largo de su predicación. Y reprocha también a este grupo otra cosa: que tienen hacia la ley -hacia el profundo sentido que Dios le dio a la ley- la misma actitud que hacia los enviados de Dios: una actitud de incomprensión y de rechazo.

Otro aspecto que Jesús les echa en cara es que se confiesan hijos de los que mataron a los profetas en otro tiempo. Y, en lugar de alejarse de aquella actitud de sus padres, en realidad no han cambiado. También hoy siguen manteniendo esa hostilidad frente a los que Dios les envía; concretamente, hacia él, que viene de parte de Dios. Es como si, en el fondo, reconocieran que han heredado el carácter refractario que sus antepasados vivieron respecto de la voluntad de Dios.

martes, 24 de agosto de 2021

Evangelio diario: 24-08-2021

Lectura del santo evangelio según san Juan 1, 45-51

En aquel tiempo, Felipe encuentra a Natanael y le dijo:
«Aquel de quien escribieron Moisés en la ley y los profetas, lo hemos encontrado: Jesús, hijo de José, de Nazaret».
Natanael le replicó:
«¿De Nazaret puede salir algo bueno?».
Felipe le contestó:
«Ven y verás».
Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él:
«Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño».
Natanael le contesta:
«¿De qué me conoces?».
Jesús le responde:
«Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi».
Natanael respondió:
-«Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel».
Jesús le contestó:
«¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores».
Y le añadió:
«En verdad, en verdad os digo: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre».




Comentario

San Juan nos refiere el episodio en que Felipe presenta a Natanael (Bartolomé) a Jesús.

Felipe, movido por el entusiasmo del que ha encontrado sentido a su vida, invita a su amigo a conocer a Jesús de Nazaret, del que habían hablado Moisés y en la Ley y los Profetas.

Bartolomé, pensando, como buen judío, que de una aldea perdida de Galilea, donde se consideraba a la gente como poco formada, de allí no podía salir nada bueno.

A pesar de esta especie de desprecio, Jesús lo presenta como un israelita de verdad, en el que no hay ningún engaño, y cuando habla con él y le reconoce que antes de que Felipe se dirigiera a él invitándolo, ya lo había visto bajo la higuera llamándole la atención; ante esto Bartolomé lo reconoce como Hijo de Dios y Rey de Israel, a lo que Jesús le responde que ¿por haber dicho que lo había visto creía?, pues verás cosas mayores, y es cuando les advierte que serán testigos de la glorificación que le hará el Padre Celestial.

Esta escena transcurre en los primeros días en que Jesús ha comenzado a reunir a sus discípulos y de camino a Galilea, donde reclutará, seguramente al resto; y no se esconde al manifestarles que, realmente, es el enviado del Padre y que su acción, junto a ellos, no será estéril, pues el anuncio del Reino de Dios, a pesar de todo, les llevará a disfrutarlo en plenitud.

Santoral: San Bartolomé, Apóstol

Martirio de San Bartolomé - José de Ribera
Colegiata de Osuna (Sevilla)

Bartolomé es uno de los 12 Apóstoles (Mt 10,3). El apóstol Felipe lo llevó a Jesús. Bartolomé es la misma persona que Natanael, mencionado en el Evangelio de San Juan, donde nos dice que era de Caná. (Jn 21,2)

Los Hechos de los Apóstoles mencionan también su presencia en Pentecostés (1,13). Según la tradición, después de la ascensión del Señor, predicó el Evangelio en la India, donde recibió la corona del martirio.

Felipe dice a Natanael que han encontrado al Mesías esperado. Natanael al principio duda al saber que Jesús es de Nazaret. Felipe insistió: «Ven y lo verás.» (v.46). Es entonces que ocurre el encuentro entre Jesús y Natanael.

Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: «Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño.» -Le dice Natanael: 
«¿De qué me conoces?» -Le respondió Jesús: «Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi.» -Le respondió Natanael: «Rabbí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel.» -Jesús le contestó: «¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores.» Y le añadió: «En verdad, en verdad os digo: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre.» (Jn 1:47-51)
Según la Martiriología Romana, Bartolomé predicó en la India y en Armenia, donde murió mártir. Todavía con vida le arrancaron la piel y fue decapitado por el Rey Astyages en Derbend. Según la tradición este martirio ocurrió en Abanopolis, en la costa occidental del Mar Caspio, después de haber predicado también en Mesopotamia, Persia y Egipto. 

Según Eusebius, Pantenus de Alejandría (Siglo II) encontró en la India un Evangelio de San Mateo atribuido a Bartolomé y escrito en hebreo. Dicho evangelio es apócrifo y fue condenado en el decreto de Pseudo-Gelasius.

Las reliquias de San Bartolomé, según una tradición, fueron enterradas en la isla de Lipara y eventualmente fueron trasladadas a Benevento, Italia y después a Roma donde ahora están en la Iglesia de San Bartolomé, en la "Isola San Bartolomeo" del río Tiber. Se dice que la Reina Emma, la esposa del Rey Canute entregó uno de sus brazos a Canterbury en el siglo XI.

En la iconografía se le representa con barba, un libro y un cuchillo (utilizado en su martirio). San Bartolomé es patrón de los oficios relacionados con el trabajo de las pieles y su mercadería.


Oración a San Bartolomé apóstol
Oh, Dios omnipotente y eterno,
que hiciste este día tan venerable día
con la festividad de tu Apóstol San Bartolomé,
concede a tu Iglesia amar lo que el creyó,
y predicar lo que él enseñó.

Por Nuestro Señor Jesucristo. Amén

lunes, 23 de agosto de 2021

Evangelio diario: 23-08-2021

Lectura del santo evangelio según san Mateo 23, 13-22

En aquel tiempo, Jesús dijo:
«¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que cerráis a los hombres el reino de los cielos! Ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que quieren. 
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que viajáis por tierra y mar para ganar un prosélito, y cuando lo conseguís, lo hacéis digno de la “gehenna” el doble que vosotros! 
¡Ay de vosotros, guías ciegos, que decís: “Jurar por el templo no obliga, jurar por el oro del templo sí obliga”! ¡Necios y ciegos! ¿Qué es más, el oro o el templo que consagra el oro? 
O también: “Jurar por el altar no obliga, jurar por la ofrenda que está en el altar sí obliga” ¡Ciegos! ¿Qué es más , la ofrenda o el altar que consagra la ofrenda? Quien jura por el altar, jura por él y por quien habita en él; y quien jura por el cielo, jura por el trono de dios y también por el que está sentado en él».




Comentario

El evangelio de hoy parece mostrar la otra cara de la evangelización: el enfrentamiento con quienes no aceptan esa novedad insólita. 

Es muy probable que la comunidad de Mateo tuviera enfrentamientos frecuentes e insidiosos con los representantes del judaísmo fariseo y el evangelio cargara las tintas para prevenir posibles desviaciones.

Ante esta situación de confrontación con quienes velaban por el mantenimiento de las prácticas judías tradicionales, el evangelista pone en guardia a la joven cristiandad que le toca pastorear. En los comienzos de la nueva fe es importante deslindar los campos. La ley judía no era mala, pero el mensaje cristiano viene a transformar la normativa vigente hasta entonces.

Además, a los letrados y fariseos se les llama hipócritas varias veces, y guías ciegos. Su celo no era limpio, sino defensa de unos intereses que tergiversaban el verdadero sentido de la ley. Y su papel de guías del pueblo estaba desvirtuado y desviado, porque confundían lo secundario con lo esencial y desorientaban a la gente sencilla. El evangelista, por boca de Jesús, desenmascara esa falsedad y enseña a interpretar genuinamente el mensaje de la Escritura.

Hay, pues, razones para alegrarse por la fecundidad del Evangelio en el corazón de muchos creyentes que lo han escuchado y encarnado. Pero las hay también para prevenir al pueblo fiel de eventuales tergiversaciones que pueden llevarlo a desorientarse y extraviarse en el camino del seguimiento de Cristo.

Apoya nuestra labor de ayuda a las familias más afectadas

Situación actual de la crisis

Ha pasado un año desde que, en marzo de 2020, el Gobierno de la Nación declarase el estado de alarma para combatir el impacto de la pandemia del Covid-19. 

En aquellos momentos las previsiones emitidas tanto por organismos internacionales, el propio Fondo Monetario Internacional o la Unión europea, como por los propios expertos nacionales indicaban que se podrían producir situaciones de necesidad incluso más profundas que aquellas que originó la crisis de 2008.

Ante esa situación, el Presidente de Cáritas Castrense y Arzobispo Castrense don Juan del Rio, recientemente fallecido a consecuencia del Covid-19 (q.e.p.d.), encomendó a Cáritas Castrense la misión de crear un fondo de emergencia con el fin de paliar las necesidades que se produjeran.

Cáritas Castrense, organismo oficial del Arzobispado Castrense de España constituido para promover la acción caritativa y social, inició todas las acciones necesarias para llevar a cabo la iniciativa lo antes posible, pudiendo así comenzar con las primeras ayudas en el mes de junio del 2020. 

En los momentos actuales a los efectos derivados de la “no concluida” crisis sanitaria se han sumado los de la crisis económica y social que se predecían .

Por todo ello las necesidades que llevaron a la creación del “Granero de José” no han finalizado y ahora son indispensables para muchas personas.

Damos las GRACIAS a todas las personas, organismos e instituciones que desde entonces están colaborando con esta campaña.


“Recogió José trigo como arena del mar, mucho en extremo, hasta no poderse contar, porque no tenía número. Así se cumplieron los siete años de abundancia que hubo en la tierra de Egipto. Y comenzaron a venir los siete años del hambre, como José había dicho; y hubo hambre en todos los países, mas en toda la tierra de Egipto había pan”

 (Gn, 41, 53ss)







Queridos hermanos y amigos.

Durante los últimos meses hemos visto como nuestras vidas se transformaban para enfrentarnos al COVID-19 y sus trágicas consecuencias, no solo sanitarias, sino también sociales y económicas, cambiando nuestras costumbres cotidianas.

Todos conocemos el caso de un ser querido y cercano que ha sucumbido ante las perniciosas consecuencias de la pandemia, pérdidas irreparables que nos han atormentado y creado un gran dolor al que enfrentamos nuestra oración y el saber que a todos nos llegará la resurrección ante nuestro Señor.

Las familias han sufrido la desgarradora muerte de algún ser querido, amigo o conocido. Pero el drama también se ha plasmado en el día a día cuando los puestos de trabajo han desaparecido o han sufrido una merma notable de los ingresos provocando un gran quebranto en los hogares.

Para enfrentar esas necesidades nació “El Granero de José” que gestiona Cáritas Castrense con el objetivo de paliar las penurias de los más necesitados en aspectos como la vivienda, la sanidad, la educación y los suministros del hogar. Esenciales para mantener el nivel de vida de las familias y su dignidad, elemento esencial para que una persona de sienta en plenitud.

Desde el inicio “El Granero de José” fue diseñado para que no existieran trabas burocráticas y que su gestión fuese prácticamente automática desde la petición de ayuda que la inician los capellanes castrenses.

Desde está página os animo a todos a llenar este “Granero de José” para poder repartir entre quien lo necesita y ejercer con generosidad la caridad hacia el prójimo.

Muchas gracias por vuestra colaboración, Dios os lo pague.

Carlos Jesús Montes Herreros
Ordinario Castrense de España



Necesitamos tu apoyo urgente


Con el referente de la figura de José en Egipto, se creará un “granero” (Cf. Génesis 41, 56) que, a modo de fondo de emergencia, constituido por los donativos de personas físicas o jurídicas, permita paliar con inmediatez las necesidades más básicas generadas por la crisis del Covid-19.



Se pondrá especial atención en cubrir necesidades como:
• Alimentación 
• Medicina 
• Vivienda y suministros servicios (agua; luz; gas etc.)
• Académicos/escolarización
• Cualquier otra actividad que tienda a cubrir necesidades básicas.

Ayudar y alentar a las CPC, extendidas por el territorio nacional y al resto de capellanes que no tienen CPC en sus unidades, bases o acuartelamientos en la consecución de los mismos fines anteriormente mencionados.



Gracias por apoyarnos en esta campaña en pro de los más desfavorecidos