sábado, 7 de agosto de 2021

Evangelio diario: 07-08-2021

Lectura del santo evangelio según san Mateo 17, 14-20

En aquel tiempo, se acercó a Jesús un hombre que, de rodillas, le dijo:
«Señor, ten compasión de mi hijo que es lunático y sufre mucho: muchas veces se cae en el fuego o en el agua. Se lo he traído a tus discípulos, y no han sido capaces de curarlo».
Jesús tomó la palabra y dijo:
«¡Generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo estaré con vosotros, hasta cuándo tendré que soportaros? Traédmelo».
Jesús increpó al demonio, y salió; en aquel momento se curó el niño.

Los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron aparte:
«¿Y por qué no pudimos echarlo nosotros?».
Les contestó:
«Por vuestra poca fe. En verdad os digo que, si tuvierais fe como un grano de mostaza, le diríais a aquel monte: “Trasládate desde ahí hasta aquí”, y se trasladaría. Nada os sería imposible».




Comentario

Jesús está bajando de la gran montaña dónde ha tenido lugar un hecho extraordinario ante algunos de sus discípulos, su transfiguración. En este momento se encuentra con la gente entre la cual hay un hombre que humildemente se arrodilla ante Él y le hace una súplica :¿Señor, ten compasión de mi hijo…!, y prosigue narrado la situación en la que se encuentra y la experiencia vivida con “tus” discípulos, “ellos no han podido sanarlo”. La manifestación de esta experiencia produce un gran desgarro en Jesús, debe ser tan fuerte que le lleva a manifestar “casi” una decepción.

Jesús entonces se queja de la falta de fe de los allí presentes, y al padre del niño que el amor a su hijo le había llevado a buscar ayuda le dice que todo es posible para el que cree. Y se dio la curación del hijo.

Los discípulos no entendían en qué habían fallado. Jesús, en solo dos palabras les dice: por falta de fe, no dice que no la tengan, sino que aún es muy pequeña. La fe que es un don de Dios, debe ser acogida “con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas”, solo así puede crecer y fortalecerse con nuestra colaboración. Jesús termina con una sentencia: cuando en vosotros se haya puesto en juego todo lo que sois y tenéis “nada os será imposible”.