domingo, 31 de enero de 2021

SAN JUAN BOSCO - Patrón de los Especialistas

Juan Melchor Bosco Ochienna, conocido popularmente como Don Bosco, nació en I Becchi en 1815 y murió en Turín en 1888.

Sacerdote y pedagogo italiano, fundador de la orden salesiana. Hijo de un humilde matrimonio campesino, su niñez fue dura, perdió a su padre y tuvo que trabajar para sacar adelante su familia y estudiar en el liceo para ser sacerdote.




En 1835 ingresó en el seminario arzobispal de Turín, y en 1841 fue ordenado sacerdote. Ya por entonces sentía una viva preocupación por la suerte de los niños pobres de los barrios obreros de Turín, que vivía por aquellos años el auge de la Revolución Industrial, y particularmente por su imposibilidad de acceso a la educación. Inspirándose en San Felipe Neri y en el prelado francés San Francisco de Sales, en 1844 fundó el Oratorio de San Francisco de Sales, cuya sede fijó dos años después en una casa de la periferia. 

Estableció luego las bases de la Congregación de los sacerdotes de San Francisco de Sales, o salesianos (1851), aprobada en 1860, y de su rama femenina, el Instituto de Hijas de María Auxiliadora. Tales instituciones, dedicadas a la enseñanza de los niños pobres, se desarrollaron con rapidez gracias al impulso de uno de los grandes pedagogos del siglo XIX. Además de recibir una educación cristiana, los alumnos podían familiarizarse e instruirse en diversos oficios, razón por la que se ha visto en Don Bosco a uno de los precursores de la moderna formación profesional. Desde el punto de vista metodológico, Don Bosco implantó lo que él mismo denominaba «sistema preventivo», frente al sistema represivo tradicional.

La orden salesiana alcanza hoy en día 17.000 centros en 105 países, con 1.300 colegios y 300 parroquias, mientras que el instituto femenino de María Auxiliadora (las Hermanas Salesianas) posee 16.000 centros en 75 países, dedicados a la educación de la juventud pobre.

Ya en vida de Don Bosco las instituciones por él fundadas llegaron a reunir más de cien mil niños pobres bajo su protección; su fama como educador y como santo favoreció su relación con importantes personalidades de su tiempo (entre ellas el monarca italiano Víctor Manuel II y los papas Pío IX y León XIII) y el apoyo a su labor filantrópica.

Además de su labor educadora y fundadora, San Juan Bosco publicó más de una cuarentena de libros teológicos y pedagógicos, entre los cuales cabe destacar El joven instruido, del que se llegaron a publicar más de cincuenta ediciones y un millón de ejemplares sólo en el siglo XIX. 

Basílica Mª Auxiliadora
Turín
El propio santo se encargó también de compilar y editar los llamados Sueños de Don Bosco, un total de 159 sueños en ocasiones premonitorios que tuvo a lo largo de su vida, el primero de ellos a los nueve años. Cuenta Don Bosco que, a esa edad, soñó que se hallaba en el patio de un colegio y que se lanzaba a puñetazos contra un grupo de muchachos que «decían malas palabras». Apareció entonces Jesucristo, quien le indicó que los vencería «no con puños, sino con amabilidad», y luego la Virgen María, que anticipó su destino de educador: su misión sería llevar la mansedumbre a los niños, una vez se hubiera hecho él mismo «humilde, fuerte y robusto».

San Juan Bosco murió la madrugada del 31 de enero de 1888 en Turín. Durante tres días, la ciudad piamontesa desfiló ante su capilla ardiente, a cuyo entierro acudieron más de trescientos mil fieles. Fue beatificado en 1929 y canonizado en 1934, durante el pontificado de Pío XI; para su canonización se presentaron seiscientos cincuenta milagros obrados por él. Su festividad se conmemora el día de su fallecimiento, el 31 de enero.

Reseña histórica de los Especialistas al celebrar a SAN JUAN BOSCO



 



 

Especialista: “el que cultiva o practica una rama determinada de un arte o una ciencia”. La presencia del especialista en los ejércitos es tan antigua como el primer soldado.

A finales del siglo XIX y principios del XX, como consecuencia del desarrollo de las tecnologías, diversas unidades de las Armas y Cuerpos dan formación específica a alguno de sus componentes de tropa.

En 1932, mediante la Ley de 13 de mayo (C.L. nº 272), se declaran a extinguir los diversos cuerpos político-militares y se crea un cuerpo que se denominará Cuerpo Auxiliar Subalterno del Ejército (CASE).

En el año 1940, por la Ley de 6 de mayo (C.L. nº 157), se crea el Cuerpo de Especialistas de los Ejércitos de Tierra, Mar y Aire. El mismo año, se publica un Reglamento que rige las Escuelas de Aprendices de Fábricas Militares cuya misión es instruir obreros en diversos oficios que atañen a la industria militar. Los alumnos son niños que ingresan con una edad entre 14 y 16 años.

En el año 1974, mediante la Ley 13/1974 de 30 de marzo (BOE nº 78, de 1 de abril), se organizan las Escalas Básica de Suboficiales y Especial de Jefes y Oficiales del Ejército de Tierra. Dentro de estas escalas se crea el Cuerpo de Especialistas.

La incorporación de la mujer al ejército se produce en el año 1988 con la publicación del Real Decreto 1/1988 de 12 de febrero. A partir de entonces se han formado cientos de mujeres especialistas que desempeñan misiones en las unidades del Ejército de Tierra.



EL CUERPO DE ESPECIALISTAS

El Cuerpo de Especialistas del Ejército de Tierra queda constituido como tal, al entrar en vigor la Ley 17/89, de 19 de julio, Reguladora del Régimen del Personal Militar, integrándose en él la Escala Media (actualmente denominada Escala de Oficiales), en sus empleos de alférez a Teniente Coronel, y la Escala Básica de Suboficiales (actualmente denominada Escala de Suboficiales), en los empleos de Sargento a Suboficial Mayor.

En la Escala Media se integran: La Escala Especial de Jefes y Oficiales Especialistas, de Intendencia, de Sanidad, de Farmacia y de Veterinaria.

En la Escala Básica se integran: El Cuerpo Auxiliar de Suboficiales Especialistas, el de Suboficiales de Intendencia, de Sanidad, de Farmacia, de Veterinaria, Agrupación Obrera y Topográfica del Servicio Geográfico, la Escala Básica de Suboficiales Especialistas, de Intendencia, de Sanidad y de Farmacia y los Sargentos de Complemento de Mantenimiento procedentes de los IPE’s.

Se estableció igualmente el emblema que portarían ambas Escalas: Un Águila Azorada, de plata, con una espada de igual metal en sus garras y un listón de pico con el lema “PERITIA PERITIS”, (maestro de maestros). En años posteriores sufrió una ligera transformación, modificándose el color plata por el de oro. 

Con la publicación en el Boletín Oficial del Estado nº 278 de la Ley 39/2007, de 19 de noviembre, de la carrera militar, el Cuerpo de Especialistas se integra en el Cuerpo General que la propia Ley acaba de crear, propiciando su desaparición como tal Cuerpo tras dieciocho años de existencia, habiendo escrito una página inolvidable en el libro de la historia de nuestras Fuerzas Armadas.

Dentro de este Cuerpo General, es la actual Agrupación de Especialidades Técnicas, quien recoge el testigo del Cuerpo de Especialistas, siendo la Academia de Logística y antes los Institutos Politécnicos, los Centros de Formación donde sus componentes se formaron y a su vez forjaron su futuro. La Academia de Logística constituye actualmente el hilo conductor de los anhelos de todos sus miembros.

sábado, 30 de enero de 2021

Domingo IV del tiempo ordinario

Primera lectura
Lectura del libro del Deuteronomio 18, 15–20

Moisés habló al pueblo diciendo:
«El Señor, tu Dios, te suscitará de entre los tuyos, de entre tus hermanos, un profeta como yo. A él lo escucharéis. Es lo que pediste al Señor, tu Dios, en el Horeb el día de la asamblea: “No quiero volver a escuchar la voz del Señor mi Dios, ni quiero ver más ese gran fuego, para no morir”. 
El Señor me respondió: “Está bien lo que han dicho. Suscitaré un profeta de entre sus hermanos, como tú. Pondré mis palabras en su boca, y les dirá todo lo que yo le mande. Yo mismo pediré cuentas a quien no escuche las palabras que pronuncie en mi nombre. Y el profeta que tenga la arrogancia de decir en mi nombre lo que yo no le haya mandado, o hable en nombre de dioses extranjeros, ese profeta morirá”».




Salmo 94

R. Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor:
«No endurezcáis vuestro corazón.»

Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.

R. Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor:
«No endurezcáis vuestro corazón.»

Entrad, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.

R. Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor:
«No endurezcáis vuestro corazón.»

Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y me tentaron, aunque habían visto mis obras».

R. Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor:
«No endurezcáis vuestro corazón.»




Segunda lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 7, 32-35

Hermanos:
Quiero que os ahorréis preocupaciones: el no casado se preocupa de los asuntos del Señor, buscando contentar al Señor; en cambio, el casado se preocupa de los asuntos del mundo, buscando contentar a su mujer, y anda dividido. También la mujer sin marido y la soltera se preocupan de los asuntos del Señor, de ser santa en cuerpo y alma; en cambio, la casada se preocupa de los asuntos del mundo, buscando contentar a su marido.

Os digo todo esto para vuestro bien; no para poneros una trampa, sino para induciros a una cosa noble y al trato con el Señor sin preocupaciones.




Lectura del santo evangelio según san Marcos 1, 21-28

En la ciudad de Cafarnaún, el sábado entró Jesús en la sinagoga a enseñar; estaban asombrados de su enseñanza, porque les enseñaba con autoridad y no como los escribas.

Había precisamente en su sinagoga un hombre que tenía un espíritu inmundo y se puso a gritar:
«¿Qué tenemos que ver nosotros contigo, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios».
Jesús lo increpó:
«¡Cállate y sal de él!».
El espíritu inmundo lo retorció violentamente y, dando un grito muy fuerte, salió de él. Todos se preguntaron estupefactos:
«¿Qué es esto? Una enseñanza nueva expuesta con autoridad. Incluso manda a los espíritus inmundos y lo obedecen».
Su fama se extendió enseguida por todas partes, alcanzando la comarca entera de Galilea.

Evangelio diario: 30-01-2021

Lectura del santo evangelio según san Marcos 4,35-41

Aquel día, al atardecer, dijo Jesús a sus discípulos:
«Vamos a la otra orilla».
Dejando a la gente, se lo llevaron en barca, como estaba; otras barcas lo acompañaban. Se levantó una fuerte tempestad y las olas rompían contra la barca hasta casi llenarla de agua. Él estaba en la popa, dormido sobre un cabezal. Lo despertaron, diciéndole:
«Maestro, ¿no te importa que perezcamos?».
Se puso en pie, increpó al viento y dijo al mar:
«¡Silencio, enmudece!».
El viento cesó y vino una gran calma. Él les dijo:
«¿Por qué tenéis miedo? ¿Aún no tenéis fe?».
Se llenaron de miedo y se decían unos a otros:
«¿Pero quién es este? ¡Hasta el viento y el mar lo obedecen!».




Comentario

En este día la Palabra nos va marcando un itinerario, poniendo la FE como base, sostén y referencia, ayudándonos y enseñándonos el camino de la admiración y la alabanza por las obras de Dios en nosotros.

Ahora en el Evangelio confluyen la fe, o su falta, con el nuevo asombro por la fuerza e intervención directa de Jesús, por la confianza absoluta de Él en el Padre, por su dominio sobre la creación con tal naturalidad como que es el Dueño; por la paciencia de Jesús con los apóstoles, con nosotros, en un suave pero firme reproche junto a la apertura serena para que podamos seguir el camino del reencuentro y descubrimiento de nuestra fragilidad y la acogida del Corazón divino que da por hecho nuestra pertenencia a Él, su misión junto a nosotros y la conciencia de que estamos en camino, que este camino tiene tempestades que nos acobardan, que necesitamos aprender a confiar y "saber de quién nos hemos fiado". Jesús va por delante, pero no deja de estar al lado. 

Somos privilegiados por estar en la misma barca con Él y poder gritarle en nuestras angustias y miedos, de poder descargar nuestra inquietud y recibir como respuesta un abrazo divino que nos conforta y alienta.

viernes, 29 de enero de 2021

Evangelio diario: 29-01-2021

Lectura del santo evangelio según san Marcos 4,26-34

En aquel tiempo, Jesús decía al gentío:
«El reino de Dios se parece a un hombre que echa semilla en la tierra. Él duerme de noche y se levanta de mañana; la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo. La tierra va produciendo fruto sola: primero los tallos, luego la espiga, después el grano. Cuando el grano está a punto, se mete la hoz, porque ha llegado la siega».
Dijo también:
«¿Con qué podemos comparar el reino de Dios? ¿Qué parábola usaremos? Con un grano de mostaza: al sembrarlo en la tierra es la semilla más pequeña, pero después de sembrada crece, se hace más alta que las demás hortalizas y echa ramas tan grandes que los pájaros del cielo pueden anidar a su sombra».
Con muchas parábolas parecidas les exponía la palabra, acomodándose a su entender. Todo se lo exponía con parábolas, pero a sus discípulos se lo explicaba todo en privado.


Comentario

La sencillez de lo pequeño y con ella, la grandeza y poder de lo insignificante. Jesús elige dos elementos minúsculos, pero poderosos: semilla (no dice cuál) y grano de mostaza. Ambas por si mismas no darían fruto, quedarían inermes en el recipiente que las cobijase. Se necesita la tierra, cuanto más esponjosa y aireada, mejor. Una vez sembradas, en el silencio de la noche, crecen. Cada una con su tamaño, la semilla no da un fruto grande, pero sí abundante de granos; la mostaza, planta grande, crece en árbol frondoso, siendo su semilla minúscula.

Jesús elige elementos del campo para que le comprendiesen. Sabe adaptarse. Y la mayoría -quizá no todos- le entendían, pero eso no le preocupaba en exceso. Y continua el Evangelio narrando: “De esta forma les enseñaba Jesús el mensaje, por medio de muchas parábolas como esta y hasta donde podían comprender”. Emplea Jesús muchas veces el símbolo de la semilla, de la tierra buena o mala en la que ha de crecer. Da suma importancia al “silencio” de ese crecimiento, sin meter ruido, pero sin cejar un instante en ir madurando, abriéndose paso en la tierra, para terminar floreciendo.

Nosotros sí podemos comprender. La tierra somos cada uno de nosotros. De su calidad, cuidados, regadíos y desvelos dependerá que calladamente, en la noche, a la espera del sol de justicia, a la espera de la Palabra vivificadora, brote en cada uno las semillas plantadas bien por el bautismo recibido (agua necesaria), bien por la catequesis (cuidados precisos de aprendizaje), bien por la poda y limpieza que debemos hacer para que las virtudes y los valores se desarrollen (educación imprescindible), bien por la actitud ante la vida una vez que han brotado esas semillas (posicionamiento ante la vida), bien por los encuentros y relaciones con otros (clima necesario para un buen crecimiento), bien por tantas pequeñas acciones, acontecimientos vivencias, expresiones de fe y esperanza que fortalezcan la maduración hacia arriba… Un día vendrá el tiempo de la siega, de ser útiles de otra forma y en otro lugar del Reino, pero mientras tanto nos toca vivir aquí con lo que somos… hasta la madurez total del encuentro definitivo con Dios.

La Palabra de Dios, cualquier palabra bien dicha con bondad y verdad, será nuestro caldo de cultivo interior y exterior. No olvidemos que la semilla ínfima, imperceptibe, contiene una frondosidad extraordinaria, un mundo inusitado de posibilidades, de oportunidades encubiertas.

Estamos llamados a ser árbol frondoso, para que en él aniden, reposen, canten, muchos pájaros que nos harán compañía, que nos utilicen y luego nos olviden. Y, sobre todo, para que muchos descansen a nuestra sombra.

jueves, 28 de enero de 2021

Fallece D. Juan del Río Martín, Arzobispo Castrense de España




Con profundo pesar informamos del fallecimiento de nuestro pastor, D. Juan del Río Martín, Arzobispo Castrense de España. En la mañana de hoy, festividad de Santo Tomás de Aquino, D. Juan ha partido hacia el único y definitivo destino de todo ser humano, el reencuentro con el Padre Eterno. Descanse en paz.









Mensaje de condolencia del Arzobispo de Sevilla, D. Juan José Asenjo Pelegrina


Santo Tomás de Aquino

Apoteosis de Santo Tomás - Museo de Bellas Artes de Sevilla
Francisco de Zurbarán (1631)


Santo Tomás de Aquino nace en el castillo de Roccaseca (Italia) el año 1225. Hijo de los condes de Aquino recibe la primera educación religiosa y científica en la abadía de Montecasino, para pasar después a la universidad de Nápoles. Allí el contacto con fray Juan de San Juliano fue causa de que, a sus dieciséis años, frecuentase la comunidad de los hermanos predicadores, siendo el principio de su vocación a la vida apostólica. A los diecinueve años ingresa en la Orden de Predicadores. Esta opción juvenil de Sto. Tomás deberá ratificarla más de una vez; primero, frente a su aristocrática familia que, de novicio, le secuestra y le pone en calabozo durante seis meses en el castillo de Roccaseca; y, posteriormente, frente a los maestros de París, que no le permiten la docencia en la universidad por su condición de fraile mendicante.

Por indicación de Fray Juan Teutónico, Maestro de la Orden, termina sus estudios en París y Colonia, bajo la guía de Fray Alberto Magno, quien le convence de la necesidad de profundizar en Aristóteles, el filósofo de la razón, la razón es don de Dios y a él debe ordenarse.

A los treinta y dos años Tomás de Aquino es maestro de la cátedra de teología de París. En Tomás, la Palabra de Dios en la Escritura tiene la primacía sobre las otras ciencias, y hace de la oración la fuente más fecunda de sus investigaciones. Mientras permanece en París, Tomás y los hermanos Predicadores elaboran en comunidad filosofía y teología, para después hacerla presente en la universidad. Escribe muchas obras que destacan por su profundidad, admirando a maestros y estudiantes por la claridad, la distinción, la sutileza y la verdad con que procedía en la explicación de tantas y tan distintas materias, como son de ver en los cuatro grandes libros que escribió sobre el Maestro de las Sentencias. En estos años dio de sí tales muestras arguyendo, discutiendo y respondiendo que, según el sentir de la universidad, sólo Dios podía dar tanto ingenio, y así era en verdad. Por toda Europa volaba su fama, llevada por los que de todas partes iban a estudiar a la Sorbona y luego regresaban a sus tierras cantando la sabiduría del maestro.

Después de París, impartiría docencia en Roma y en Nápoles, dejando entre otras muchas obras la Suma Teológica.



Santo Tomás de Aquino murió en la abadía de Fossanova el día siete de marzo de 1274 cuando iba de camino al concilio de Lyon. Fue canonizado el dieciocho de julio de 1323 por Juan XXII. San Pío V, el once de abril de 1567, lo declaró Doctor de la Iglesia. León XIII, el cuatro de agosto de 1880, lo proclamó patrón de todas las universidades y escuelas católicas.

Alternó la enseñanza con la predicación. Actuó con eficaces intervenciones ante la curia pontificia en favor de los mendicantes. Destacó por su gran candor de vida y una fiel observancia de la vida conventual. La misión de la Orden, es decir, el ministerio multiforme de la Palabra de Dios en la pobreza voluntaria, en él se centró en una continua dedicación al trabajo teológico; investigar incansablemente la verdad, contemplarla con amor y entregarla a los demás en escritos y en la predicación directa. Empleó su capacidad totalmente al servicio de la verdad, ansioso de encontrarla, recibiéndola de donde quiera que viniese y participarla a los demás.

Tuvo siempre un comportamiento humilde y cordial. Su obra demuestra la estrecha coherencia entre la razón humana y la divina revelación.

Santo Tomás de Aquino fue muy devoto de Cristo Salvador, especialmente de la cruz y de la eucaristía, que exaltó en sus composiciones litúrgicas para la fiesta del Corpus Christi. Tuvo una ferviente devoción filial a la Madre de Dios, la Virgen María.


Frases célebres de Santo Tomás


“Justicia sin misericordia es crueldad.”

“El pecado ofende a Dios, lo que perjudica al hombre.”

“Los seres dotados de inteligencia desean existir siempre y un deseo natural no puede existir en vano.”

“Creer es un acto del entendimiento que asiente a la verdad divina por imperio de la voluntad movida por Dios mediante la gracia.”

“Teme al hombre de un solo libro.”

“Lo que se recibe, se recibe al modo del recipiente.”

“La justicia es la firme y constante voluntad de dar a cada uno lo suyo.”

“Tratad a los demás como deseáis que los demás os traten a vosotros.”

“El ser de las cosas, no su verdad, es la causa de la verdad en el entendimiento.”

“A todo movimiento de la voluntad es necesario que le preceda un conocimiento. Pero no a la inversa: no a todo conocimiento precede una noción voluntaria.”

“El derecho es lo justo o ajustado a otro conforme cierta clase de igualdad.”

“Dios, que es acto puro y no tiene nada de potencialidad, tiene un poder activo infinito sobre las demás cosas.”

Evangelio diario: 28-01-2021

Lectura del santo evangelio según san Marcos 4,21-25

En aquel tiempo, dijo Jesús a la muchedumbre:
-«¿Se trae el candil para meterlo debajo del celemín o debajo de la cama, o para ponerlo en el candelero? Si se esconde algo, es para que se descubra; si algo se hace a ocultas, es para que salga a la luz.
El que tenga oídos para oír, que oiga».
Les dijo también:
«Atención a lo que estáis oyendo: la medida que uséis la usarán con vosotros, y con creces. 
Porque al que tiene se le dará y al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene».




Comentario

“Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura” Este es el mandato que nos dejó Jesús antes de subir a los cielos. ¿Por qué nos pide esto? Por una sencilla razón, porque su evangelio, es la mejor noticia que podemos ofrecer a nuestros hermanos, porque nos muestra la mejor manera de vivir nuestra vida en la tierra. Siguiendo a Jesús, viviendo su evangelio, el gozo, el sentido llenan nuestro corazón. Es la mejor noticia de todos los tiempos.

Las buenas noticias no se pueden silenciar, la buena noticia de Jesús hay que extenderla a los cuatro vientos para que alegre el corazón a cuanta más gente mejor y les haga saborear la felicidad que todos deseamos.

Jesús nos pone un ejemplo bien comprensible. Un candil, una lámpara no se pone debajo de la cama, sino bien a la vista para que cumpla su misión, alumbrar, dar luz, vencer las tinieblas. Así hemos de predicar el evangelio.

miércoles, 27 de enero de 2021

Evangelio diario: 27-01-2021

Lectura del santo evangelio según san Marcos 4,1-20

En aquel tiempo, Jesús se puso a enseñar otra vez junto al mar. Acudió un gentío tan enorme, que tuvo que subirse a una barca y, ya en el mar, se sentó; y el gentío se quedó en tierra junto al mar.

Les enseñaba muchas cosas con parábolas y les decía instruyéndolos:
«Escuchad: salió el sembrador a sembrar; al sembrar, algo cayó al borde del camino, vinieron los pájaros y se lo comieron. Otra parte cayó en terreno pedregoso, donde apenas tenía tierra; como la tierra no era profunda, brotó enseguida; pero en cuanto salió el sol, se abrasó y, por falta de raíz, se secó. 
Otro parte cayó entre abrojos; los abrojos crecieron, la ahogaron, y no dio grano. El resto cayó en tierra buena: nació, creció y dio grano; y la cosecha fue del treinta o del sesenta o del ciento por uno».
Y añadió:
«El que tenga oídos para oír, que oiga».
Cuando se quedó solo, los que lo rodeaban y los Doce le preguntaban el sentido de las parábolas.

Él les dijo:
«A vosotros se os han dado el misterio del reino de Dios; en cambio a los de fuera todo se les presenta en parábolas, para que “por más que miren, no vean, por más que oigan, no entiendan, no sea que se conviertan y sean perdonados”».
Y añadió:
«¿No entendéis esta parábola? ¿Pues, cómo vais a entender las demás? El sembrador siembra la palabra. Hay unos que están al borde del camino donde se siembra la palabra; pero en cuanto la escuchan, viene Satanás y se lleva la palabra sembrada en ellos. Hay otros que reciben la semilla como terreno pedregoso; son los que al escuchar la palabra enseguida la acogen con alegría, pero no tienen raíces, son inconstantes y cuando viene una dificultad o persecución por la palabra, enseguida sucumben. Hay otros que reciben la semilla entre abrojos; estos son los que escuchan la palabra, pero los afanes de la vida, la seducción de las riquezas y el deseo de todo lo demás los invaden, ahogan la palabra, y se queda estéril. Los otros son los que reciben la semilla en tierra buena; escuchan la palabra, la aceptan y dan una cosecha del treinta o del sesenta o del ciento por uno».




Comentario

Nada mejor para atraer la atención del público que acercar los temas a la vida de cada día. Así solía hacerlo Jesús. La gente lo seguía y lo escuchaba con interés. El resultado de sus explicaciones quedaba siempre a la responsabilidad de cada uno: “El que tenga oídos para oír, que oiga”... Una clara invitación a la reflexión. Él sembraba de forma amena. Partía siempre de la vida cotidiana, de aquello con lo que el público se sentía identificado. Por eso, sus parábolas no han perdido frescor y también hoy sostienen la atención del lector.

Dios, nos dice Jesús, confía en nosotros porque nos ama. Nos conoce muy bien y, pese a ello, confía en que su acción en nosotros encuentre respuesta, “responsabilidad”. Como buen sembrador va esparciendo la semilla que es su Palabra. Esa Palabra que no es otro que el mismo Jesucristo. Una vez que la semilla ha sido depositada en el surco, se convierte en algo vivo que tiene su propio desarrollo dependiendo del cuidado que cada persona le proporciona.

Según nuestras reacciones la semilla va fructificando. Jesús presenta cuatro posibilidades o reacciones ante esa semilla depositada en el surco de nuestra vida.

Hay una tierra dura, pedregosa. Suele estar representada por personas que creen no necesitar nada más allá de lo puramente material. Se creen autosuficientes. De ahí nace la indiferencia ante la llamada de Dios. Agarrados a sus seguridades materiales, tienen suficiente o se conforman con esas condiciones materiales, aunque éstas no proporcionen nada de lo que su corazón ansía en profundidad. Han dejado de lado la Palabra. Sus intereses acaban en lo inmediato. ¿Para qué más?

Hay otro grupo que forman los que acogen esa Palabra de forma superficial. “Es interesante, pero…” y ahí concluye cuanto ofrecen a la semilla. No puede germinar. La superficialidad se queda con el resplandor, pero no permite que esa luz ilumine de verdad su vida. No hay convicciones profundas que garanticen y estimulen el cuidado que la semilla requiere.

El tercer grupo lo representan aquellos que acogen con interés y entusiasmo la semilla. Pero ante las preocupaciones inmediatas que llegan a la vida, todo va quedando en un segundo lugar. Los intereses ajenos al Reino comienzan a ocupar el primer lugar y la semilla queda agostada. Está ahí sembrada y acogida, pero la falta de cuidado la dejan morir. Aquel entusiasmo primero, queda reducido a un simple recuerdo. La preocupación suele centrarse en las riquezas. Éstas absorben todo.

Hay un último grupo. Lo forman las personas que acogen, valoran, aprecian la semilla y la cuidan para que produzca fruto. Son personas que han sabido colocar sus intereses en una escala de valores que comienzan por apreciar la semilla como el primer valor. Por eso la cuidan, la riegan y le dan los nutrientes necesarios. Así acaban produciendo fruto. Éste será variado, pero habrá respondido a lo que el sembrador esperaba de la semilla.

Los que forman este cuarto grupo son aquellos que “oyen la palabra y la acogen, y dan fruto a treinta, a sesenta, y a ciento por uno."

No hay mucho más que explicar. Solo falta analizar cómo cuidamos la semilla que hemos recibido de Dios.

Hoy, como a lo largo de toda la historia, escuchamos la parábola y quizá sentimos la necesidad de saber qué clase de tierra somos cada uno. Fácil respuesta si examinamos estas cuestiones: ¿Cuáles son mis valores? ¿Qué peso tiene en mi vida la Palabra de Dios? ¿Qué fuerza tiene en mi la persona de Jesucristo? 

Seguro que nuestro deseo es tener esa Palabra como supremo valor de nuestra vida. Para conservarla se nos piden tres actitudes a cultivar: responsabilidad, coherencia y perseverancia.

Son las tres actitudes que garantizan que la semilla ha encontrado buena tierra en nosotros y la vamos cuidando con esmero. Confiemos ahora en su fuerza para ir desarrollándose con los cuidados que le ofrecemos.

Acabamos de iniciar este 2021. Buen momento para asentar nuestra existencia confiando en la bondad del Sembrador que nunca se resiste cuando acudimos a Él con sinceridad.

martes, 26 de enero de 2021

San Timoteo y San Tito



Las principales y más firmes fuentes para conocer sus vidas son los escritos neotestamentarios; de modo particular, los Hechos de los Apóstoles y las tres cartas canónicas, llamadas «pastorales» de las que uno y otro son destinatarios.

Ambos son discípulos del Apóstol Pablo, tomados por él para incorporarlos a su acción evangelizadora. Sus figuras son importantes; ayudan a conocer la evolución del episcopado a partir de los Apóstoles. Son como el eslabón de la cadena que une al obispo itinerante con el obispo sedentario que ya aparece con san Ignacio de Antioquía. Predican al Señor, celebran los misterios, atienden a las comunidades dispersas por un amplio territorio, ordenan presbíteros para atender a las distintas iglesias que comienzan a organizarse y se encargan de velar por la fe y las costumbres de los que se han bautizado para vivir según el espíritu que dejó el Señor.

De los dos, Timoteo es el discípulo predilecto. Una tradición venerable y antigua afirma que murió mártir en la persecución de Domiciano; pero el principal eco que resuena es el de discípulo fiel, compañero, colaborador y quasihijo de Pablo.

Nació en Asia Menor, en la provincia de Licaonia, cuya capital era Iconio. En el año 48, Pablo y Bernabé tuvieron que salir huyendo de allí, a pesar de que Pablo curara milagrosamente a un paralítico y se les llegara a confundir con los dioses Zeus y Apolo por los sacerdotes del templo pagano, que estuvieron a punto de ofrecerles un sacrificio; los judíos promovieron un tumulto, Pablo y Bernabé escaparon malheridos, contentos de haber sufrido persecución por Jesús y llegaron a Listra donde conocieron a las piadosas judías Loida y a su hija Eunice, que estaba casada con un griego pagano y era la madre de Timoteo. Posiblemente, Pablo los bautizó en aquella ocasión, cuando hacía su primer viaje apostólico.

Durante el segundo viaje, Pablo pensó en Timoteo como un posible colaborador, apareciendo como compañero leal e inseparable en las correrías por Frigia y Galacia; lo llevó también con él cuando pasó a Europa para predicar en Filipos, Berea y Atenas. Le encomendó varias misiones para atender a las iglesias ya fundadas, alguna de ellas, delicada, como la de Macedonia. Timoteo acompañó a Pablo en la primera prisión en Roma y le acompaña después de su puesta en libertad hasta que se le encargó de la atención de Éfeso y sus alrededores con amplios poderes de supervisión.

Desde Macedonia escribirá Pablo la primera carta al joven obispo pidiéndole que cuide su salud algo delicada y dándole excelentes consejos prácticos. La segunda carta se la escribirá desde Roma durante su segunda y definitiva prisión antes de su muerte, dejando desahogar su corazón de padre y haciéndole ver la soledad y abandono en que ha quedado.

De la vida posterior de Timoteo no sabemos gran cosa, salvo las afirmaciones de Eusebio; parece que continuó como de obispo en Éfeso con la autoridad propia de un metropolita actual sobre Asia Menor.

De Tito, tenemos menos datos. Es otro obispo-eslabón. Pablo mantiene con su discípulo contacto epistolar en el que le da instrucciones sobre las cualidades que debe prever tengan los futuros candidatos al orden sacerdotal para que su misión no sea restada por cargas personales, al tiempo que le orienta sobre las maneras prácticas de comportamiento con los fieles y el modo de actuar con aquellos que, ya cristianos, enseñan doctrinas no compatibles con lo que enseñó Jesús.

Fue uno de los discípulos más apreciados por Pablo; nació en el seno de una familia pagana y muy probablemente fue el mismo Apóstol quien lo convirtió a la fe. Pablo le confió misiones de importancia, entre las que cabe destacar el envío a Corinto, llevando desde Éfeso la carta llamada «de las lágrimas», para intentar pacificar a aquella comunidad inquieta y tan difícil que ya san Pablo daba por perdida para la fe; con un alarde de habilidad, tacto y paciencia supo reducirlos a la obediencia.

Obispo de Creta, lo tuvo bien difícil por el carácter levantisco y díscolo de los habitantes de la isla; pero lo que más le hizo sufrir fue el permanente acoso de los judeocristianos. De ahí la carta que Pablo le escribió para darle apoyo y las oportunas instrucciones.

Ambos fueron testigos del afán apostólico del infatigable Apóstol de los gentiles, los dos vieron sus sufrimientos en la cristianización del mundo, los dos le ayudaron en la tarea de extender el Evangelio, y los dos aprendieron de él la fidelidad. Por último, los dos constituyen un exponente de la sucesión apostólica en los primeros tiempos.

Evangelio diario: 26-01-2021

Lectura del santo evangelio según san Marcos 3, 31-35

En aquel tiempo, llegaron la madre de Jesús y sus hermanos y, desde fuera, lo mandaron llamar.

La gente que tenia sentada alrededor le dice:
«Mira, tu madre y tus hermanos y tus hermanas están fuera y te buscan».
Él les pregunta:
«¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?».
Y mirando a los que estaban sentados alrededor, dice:
«Estos son mi madre y mis hermanos. El que haga la voluntad de Dios, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre».





Comentario

Jesús, encarcelado Juan el Bautista, comienza su itinerario por Galilea, anunciando que está cerca el Reino de Dios, e invitando a todos a la conversión. No le importa rodearse de publicanos y pecadores, pues no necesitan médico los sanos, sino los enfermos.

Esto rompe los esquemas de una sociedad en la que la mujer y los niños apenas contaban, y la que los que consideraban impuros eran apartados de la sociedad, entre ellos se encontraban los que colaboraban con los opresores cobrando impuestos, los que consideraban pecadores, los gentiles, etc.

Jesús no los rehúye, al contrario, los acoge y perdona y les infunde la fe en el Reino de justicia, paz y libertad, que anuncia.

Jesús se entrega a los pobres y humildes, que son explotados y objeto del abuso de algunos. 

Esta actitud hace que lo consideren un loco, un “iluminado”, y hasta su propia familia lo considera fuera de sí, pues ha roto con el esquema patriarcal de la familia judía, y anda por los caminos viviendo de caridad y acompañado por gente con escasa formación.

Jesús se encuentra rodeado de los que lo escuchan con agrado, la familia lo llama desde fuera y quieren llevárselo, y entonces les responde, señalando a los que le escuchan, como ampliando su círculo familiar, a los que asumen la Palabra de Dios y la cumplen.

Tuvo que superar grandes dificultades e incomprensiones, en principio, hasta de su familia, la cual, más adelante, asume cual es la misión encomendada por Dios a su hijo amado, y colaboran con Él.

lunes, 25 de enero de 2021

Conversión de San Pablo

Conversión de San Pablo - Museo Cerralbo (Madrid)
Juan Antonio Frías y Escalante (1650)


En el capítulo 9 del libro de los Hechos de los Apóstoles, se narra la Conversión de San Pablo:

"Saulo, respirando amenazas de muerte contra los discípulos del Señor, se presentó al Sumo Sacerdote y le pidió cartas de recomendación para las sinagogas de los judíos de Damasco, para que si encontraba algunos seguidores de Cristo, los pudiera llevar presos y encadenados a Jerusalén.

Y sucedió que yendo de camino, cuando estaba cerca de Damasco, de repente le rodeó una luz venida del cielo; cayó en tierra y oyó una voz que le decía: "Saulo, Saulo, ¿Por qué me persigues?". El respondió: ¿Quién eres tú Señor? Y oyó que le decían: "Yo soy Jesús a quien tú persigues. Pero ahora levántate; entra en la ciudad, y allí se te dirá lo que tendrás que hacer".

Los hombres que iban con él se habían detenido mudos de espanto, pero no veían a nadie. Saulo se levantó del suelo, y aunque tenía los ojos abiertos no veía nada. Lo llevaron de la mano y lo hicieron entrar en Damasco. Pasó tres días sin comer y sin beber.

Había en Damasco un discípulo llamado Ananías. El Señor le dijo en una visión: ¡Ananías! El respondió: "Aquí estoy Señor" y el Señor le dijo: "Levántate. Vete a la calle Recta y pregunta en la casa de Judas por uno de Tarso que se llama Saulo; mira: él está en oración y está viendo que un hombre llamado Ananías entra y le coloca las manos sobre la cabeza y le devuelve la vista.

Respondió Ananías y dijo: "Señor, he oído a muchos hablar de ese hombre y de los males que ha causado a tus seguidores en Jerusalén, y que ha venido aquí con poderes de los Sumos Sacerdotes para llevar presos a todos los que creen en tu nombre".

El Señor le respondió: "Vete, pues a éste lo he elegido como un instrumento para que lleve mi nombre ante los que no conocen la verdadera religión y ante los gobernantes y ante los hijos de Israel. Yo le mostraré todo lo que tendrá que padecer por mi nombre".

Fue Ananías. Entró en la casa. Le colocó sus manos sobre la cabeza y le dijo: "Hermano Saulo: me ha enviado a ti el Señor Jesús, el que se te apareció en el camino por donde venías. Y me ha enviado para que recobres la vista y seas lleno del Espíritu Santo". Al instante se le cayeron de los ojos unas como escamas y recobró la vista. Se levantó y fue bautizado. Tomó alimento y recobró las fuerzas.

Conversión de San Pablo - Museo Nacional Del Prado
Bartolomé Esteban Murillo (1675-1682)


Estuvo algunos días con los discípulos de Damasco y enseguida se puso a predicar en favor de Jesús, en las sinagogas o casas de oración, y decía que Jesús es el Hijo de Dios. Todos los que lo escuchaban quedaban admirados y decían: ¿No es éste el que en Jerusalén perseguía tan violentamente a los que invocaban el nombre de Jesús? Y ¿No lo habían enviado los Sumos Sacerdotes con cartas de recomendación para que se llevara presos y encadenados a los que siguen esa religión? "Pero Saulo seguía predicando y demostraba a muchos que Jesús es el Mesías, el salvador del mundo".

Saulo se cambió el nombre por el de Pablo. Y en la carta a los Gálatas dice: "Cuando Aquél que me llamó por su gracia me envió a que lo anunciara entre los que no conocían la verdadera religión, me fui a Arabia, luego volví a Damasco y después de tres años subí a Jerusalén para conocer a Pedro y a Santiago". Las Iglesias de Judea no me conocían pero decían: "El que antes nos perseguía, ahora anuncia la buena noticia de la fe, que antes quería destruir". Y glorificaban a Dios a causa de mí.

Evangelio diario: 25-01-2021

Lectura del santo Evangelio según san Marcos 16, 15-18

En aquel tiempo, Jesús se apareció a los once y les dijo:
«Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación. 
El que crea y sea bautizado se salvará; el que no crea será condenado. 
A los que crean, les acompañarán estos signos: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos y, si beben un veneno mortal, no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos».




Comentario

Jesús lo dijo a los discípulos de ayer y nos lo dice a nosotros hoy: ¡Id! Y ellos pueden ir, porque ya han experimentado la gracia y la alegría del evangelio, como nos repite el Papa Francisco: “se experimenta, se conoce y se vive solamente dándola, dándose”.

Para nosotros es fácil examinarnos sobre el envío que Marcos al final de su evangelio nos deja. Lo difícil es aprobar este examen, pero será posible si dejamos que la gracia de Dios actúe. “Yo fui alcanzado por Cristo Jesús". ¡Qué mejor oración que ésta de Pablo.

Al proseguir la lectura de Marcos vemos que Jesús enumera y expresa ya lo que debemos llevar, no carguemos de cosas inútiles el hatillo de nuestro corazón:

-. Id y anunciad la Buena Noticia a todas las gentes.

-. Id y al que crea, bautizadle.

-. Id y en mi nombre expulsad el mal.

-. Id y utilizad un nuevo lenguaje.

-. Id y sanad a los enfermos ungiéndolos en mi nombre.


Recordando que Él los envió a todas las gentes. Y en ese “todos” de hace más de dos mil años estábamos también nosotros. Jesús nos señala también a no seleccionar quién es digno y quién no de recibir su mensaje y su presencia. Él, abrazó siempre la vida tal cual se le presentaba. Llegaran con un rostro o con otro. Nunca preguntó por el cumplimiento de la Ley de Dios para actuar, simplemente actuó según la necesidad de toda persona que se acercaba a Él.

Nuestro mundo sigue teniendo muchísimas necesidades y muchas veces aún sin saberlo sigue esperando un Salvador. Nosotros hemos tenido la gracia de ser encontrados por Él, de haber respondido con generosidad a su llamada, a veces con temor y temblor le hemos preguntado como Pablo. “¿Señor, qué quieres que haga?” Démonos tiempo y silencio para escucharle, porque a pesar de nuestras limitaciones y pecados, sigue contando con cada uno de nosotros.

Dia 8 - REFLEXIONES BÍBLICAS Y ORACIONES PARA EL OCTAVARIO





REFLEXIONES BÍBLICAS Y
ORACIONES PARA EL OCTAVARIO



Día 8: Reconciliarse con toda la creación
«Para que participéis en mi alegría y vuestra alegría sea completa» (Juan 15, 11)


Colosenses 1, 15-20.
En él todas las cosas se mantienen unidas

Cristo es la imagen del Dios invisible, el primogénito de todo lo creado. Dios ha creado en él todas las cosas: todo lo que existe en el cielo y en la tierra, lo visible y lo invisible, sean tronos, dominaciones, principados o potestades, todo lo ha creado Dios por Cristo y para Cristo. Cristo existía antes que hubiera cosa alguna, y todo tiene en él su consistencia. Él es también la cabeza del cuerpo que es la Iglesia; en él comienza todo; él es el primogénito de los que han de resucitar, teniendo así la primacía de todas las cosas. Dios, en efecto, tuvo a bien hacer habitar en Cristo la plenitud y por medio de él reconciliar consigo todos los seres: los que están en la tierra y los que están en el cielo, realizando así la paz mediante la muerte de Cristo en la cruz.



Marcos 4, 30-32.
Tan pequeño como una semilla de mostaza

También dijo: «¿A qué compararemos el reino de Dios? ¿Con qué parábola lo representaremos? Es como el grano de mostaza, que, cuando se siembra, es la más pequeña de todas las semillas de la tierra; pero una vez sembrado, crece más que todas las otras plantas y echa ramas tan grandes que a su sombra anidan los pájaros».



Meditación

El himno a Cristo de la Epístola a los Colosenses nos invita a cantar la alabanza de la salvación de Dios, que abarca todo el universo. A través de Cristo crucificado y resucitado, se ha abierto un camino de reconciliación; la creación también está destinada a un futuro de vida y de paz.

Con los ojos de la fe, vemos que el reino de Dios es una realidad muy cercana pero también muy pequeña, apenas visible, como una semilla de mostaza. Sin embargo, está creciendo. Incluso en la angustia de nuestro mundo, el Espíritu del Resucitado está trabajando. Nos alienta a involucrarnos, con todas las personas de buena voluntad, en la búsqueda incansable de la justicia y la paz, y a asegurarnos de que la tierra vuelva a ser un hogar para todas las criaturas.

Participamos en la obra del Espíritu: que la creación en toda su plenitud pueda continuar alabando a Dios. Cuando la naturaleza sufre, cuando los seres humanos son aplastados, el Espíritu de Cristo resucitado no permite que nos descorazonemos, sino que nos invita a tomar parte en la obra de la salvación.

La novedad de la vida que trae Cristo, por oculta que sea, es una luz de esperanza para muchos. Es una fuente de reconciliación para toda la creación y contiene un gozo que nos trasciende: «para que mi gozo pueda estar en ti, y que tu gozo sea completo» (Jn 15, 11).

¿Te gustaría celebrar la novedad que la vida de Cristo te ofrece a través del Espíritu Santo y dejar que viva en ti, y entre nosotros, y en la Iglesia, y en el mundo y en toda la creación?

Segunda promesa hecha durante la profesión
en la Comunidad de Grandchamp




Oración

Trinidad Santa, te damos las gracias
por habernos creado y amado.

Te agradecemos tu presencia en nosotros
y en la creación.

Haz que podamos aprender a mirar
el mundo como tú lo miras, con amor.

Con la esperanza de esta visión,
haz que podamos trabajar
por un mundo donde florezca
la justicia y la paz,
para la gloria de tu nombre.