jueves, 7 de enero de 2021

Evangelio diario: 07-01-2021

Lectura del santo evangelio según san Mateo 4, 12-17. 23-25

En aquel tiempo, al enterarse Jesús de que habían arrestado a Juan se retiró a Galilea.

Dejando Nazaret se estableció en Cafarnaún, junto al mar, en el territorio de Zabulón y Neftalí, para que se cumpliera lo dicho por medio del profeta Isaías:
«Tierra de Zabulón y tierra de Neftalí,
camino del mar, al otro lado del Jordán,
Galilea de los gentiles.
El pueblo que habitaba en tinieblas
vio una luz grande;
a los que habitaban en tierra y sombras de muerte,
una luz les brilló».
Desde entonces comenzó Jesús a predicar diciendo:
«Convertíos, porque está cerca el reino de los cielos».
Jesús recorría toda Galilea enseñando en sus sinagogas, proclamando el evangelio del reino y curando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.

Su fama se extendió por toda Siria y le traían todos los enfermos aquejados de toda clase de enfermedades y dolores, endemoniados, lunáticos y paralíticos. Y él los curó.

Y lo seguían multitudes venidas de Galilea, Decápolis, Jerusalén, Judea y Transjordania.



Comentario

San Mateo nos presenta el inicio de la predicación de Jesús, el primer anuncio de su evangelio, de la buena noticia que nos trae.

Jesús no empieza predicando el amor, el perdón, la limpieza de corazón… Empieza anunciándonos la llegada del reino de Dios. Es su gran mensaje para toda la humanidad. Jesús proclama la buena noticia de la llegada de un nuevo orden, de una nueva sociedad, de una nueva forma de vivir.

Dios no solamente nos ha creado y nos ha dejado a nuestra suerte. Quiere tener unas relaciones muy íntimas con todos nosotros. Nos anuncia que está dispuesto a ser lo que es: nuestro Dios, nuestro Dueño, nuestro Señor… nuestro Rey. Nos pide que dejemos que él sea nuestro Rey, el que rija, el que dirija nuestra vida y que rechacemos a todos los falsos dioses que se acerca a nosotros… Pero no es un Rey despótico, sino que es un Rey Padre que nos ama entrañablemente y nos hace hermanos de todos los seres humanos. 

El Reino de Dios ya empieza en esta tierra. Forman parte de él los que dejan que Dios sea su Rey… pero el Reino de Dios llegará a la plenitud en el cielo, cuando Dios y solo Dios sea el Rey de todos, cuando “Dios sea todo en todos”.