viernes, 30 de septiembre de 2022

Evangelio diario: 30-09-2022

Lectura del santo evangelio según san Lucas 10,13-16

En aquel tiempo, dijo Jesús:
«¡Ay de ti, Corozaín; ay de ti, Betsaida! Pues si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que en vosotras, hace tiempo que se habrían convertido, vestidos de sayal y sentados en la ceniza. 
Por eso el juicio les será más llevadero a Tiro y a Sidón que a vosotras. 
Y tú, Cafarnaún, ¿piensas escalar el cielo? Bajarás al abismo. 
Quien a vosotros escucha, a mí me escucha; quien a vosotros rechaza, a mí me rechaza; y quien me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado».





Comentario

En Betsaida vivían y trabajaban Pedro, Andrés, Felipe, Santiago, Juan, entre otros muchos que oyeron a Jesús y le siguieron. Creyeron en él y, agradecidos, “bebieron su mismo cáliz”, respondiendo lo mejor que pudieron al encargo de Jesús. Pero, fueron la excepción. Hubo una gran mayoría que oyeron lo mismo que ellos, vieron los mismos milagros, pero no respondieron igual. ¿Qué es, entonces el agradecimiento, la gratitud que tanto agrada a Jesús?

Es una actitud que nos hace reconocer que hemos recibido algo, que alguien ha tenido un detalle con nosotros, y, en justa compensación, reconocemos el valor –no el precio- de los otros, lo que hacen por nosotros, y, quizá más importante, lo que significan para nosotros. 

Esta actitud es portadora de paz y de felicidad. María, en el Magnificat, se muestra feliz y con la autoestima muy alta, al agradecer al Señor lo que ha hecho con ella; Jesús, en un momento dado, feliz y contento también, exclama: “Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y se las revelado a los pequeños”.

Esta es la actitud que tuvieron los discípulos de Betsaida: Pedro, Andrés, Santiago, Juan, etc., y la que no tuvieron aquellos que fueron testigos de los signos de Jesús y, en lugar de agradecerlo y convertirse, no lo hicieron, y Jesús no pudo menos de recriminarlo.

¿Y yo? ¿Reconozco lo que he recibido de Dios? ¿Lo agradezco, viviendo en proceso de conversión?

Santoral: San Jerónimo


Uno de los cuatro doctores originales de la Iglesia Latina. Padre de las ciencias bíblicas y traductor de la Biblia al latín. Presbítero, hombre de vida ascética, eminente literato.

Nació en Estridón (Dalmacia) hacia el año 340; estudió en Roma y allí fue bautizado. Abrazó la vida ascética, marchó al Oriente y fue ordenado presbítero. Volvió a Roma y fue secretario del papa Dámaso. Fue en esta época cuando empezó su traducción latina de la Biblia. También promovió la vida monástica. Más tarde, se estableció en Belén, donde trabajó mucho por el bien de la Iglesia. Escribió gran cantidad de obras, principalmente comentarios de la sagrada Escritura. Murió en Belén el año 420.



Prólogo al comentario sobre el libro del profeta Isaías

Cumplo con mi deber, obedeciendo los preceptos de Cristo, que dice: Estudiad las Escrituras, y también: Buscad, y encontraréis, para que no tenga que decirme, como a los judíos: Estáis muy equivocados, porque no comprendéis las Escrituras ni el poder de Dios. Pues, si, como dice el apóstol Pablo, Cristo es el poder de Dios y la sabiduría de Dios, y el que no conoce las Escrituras no conoce el poder de Dios ni su sabiduría, de ahí se sigue que ignorar las Escrituras es ignorar a Cristo. 

Por esto, quiero imitar al padre de familia que del arca va sacando lo nuevo y lo antiguo, y a la esposa que dice en el Cantar de los cantares: He guardado para ti, mi amado, lo nuevo y lo antiguo; y, así, expondré el libro de Isaías, haciendo ver en él no sólo al profeta, sino también al evangelista y apóstol. Él, en efecto, refiriéndose a sí mismo y a los demás evangelistas, dice: ¡Qué hermosos son los pies del mensajero que anuncia la paz, que trae la Buena Nueva! Y Dios le habla como a un apóstol, cuando dice: ¿A quién mandaré? ¿Quién irá a ese pueblo? Y él responde: Aquí estoy, mándame.

Nadie piense que yo quiero resumir en pocas palabras el contenido de este libro, ya que él abarca todos los misterios del Señor: predice, en efecto, al Emmanuel que nacerá de la Virgen, que realizará obras y signos admirables, que morirá, será sepultado y resucitará del país de los muertos, y será el Salvador de todos los hombres. 

¿Para qué voy a hablar de física, de ética, de lógica? Este libro es como un compendio de todas las Escrituras y encierra en sí cuanto es capaz de pronunciar la lengua humana y sentir el hombre mortal. El mismo libro contiene unas palabras que atestiguan su carácter misterioso y profundo: Cualquier visión se os volverá - dice- como el texto de un libro sellado: se lo dan a uno que sabe leer, diciéndole: «Por favor, lee esto». Y él responde: «No puedo, porque está sellado». Y se lo dan a uno que no sabe leer, diciéndole: «Por favor, lee esto». Y el responde: «No sé leer». 

Y, si a alguno le parece débil esta argumentación, que oiga lo que dice el Apóstol: De los profetas, que prediquen dos o tres, los demás den su opinión. Pero en caso que otro, mientras está sentado, recibiera una revelación, que se calle el de antes. ¿Qué razón tienen los profetas para silenciar su boca, para callar o hablar, si el Espíritu es quien habla por boca de ellos? Por consiguiente, si recibían del Espíritu lo que decían, las cosas que comunicaban estaban llenas de sabiduría y de sentido. Lo que llegaba a oídos de los profetas no era el sonido de una voz material, sino que era Dios quien hablaba en su interior como dice uno de ellos: El ángel que hablaba en mí, y también: Que clama en nuestros corazones: «¡Abbá! (Padre)», y asimismo: Voy a escuchar lo que dice el Señor.

jueves, 29 de septiembre de 2022

Evangelio diario: 29-09-2022

Lectura del santo evangelio según san Juan 1,47-51

En aquel tiempo, vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él:
«Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño».
Natanael le contesta:
«¿De qué me conoces?».
Jesús le responde:
«Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi».
Natanael respondió:
«Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel».
Jesús le contestó:
«¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores».
Y le añadió:
«En verdad, en verdad os digo: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre».





Comentario

Jesús en el evangelio de hoy aparece hablando con Natanael, que será pronto uno de sus discípulos más cercanos. Pero sin duda este pasaje se ha escogido por lo que dice en su última frase: “Yo os aseguro: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre”. Responde a la admiración que suscitó en Natanael comprobar que Jesús lo conocía a fondo. Les anuncia que verán cosas mayores que ésa: por ejemplo, el cielo abierto y a los ángeles.

Ver a los ángeles no es algo que vea todo el mundo, ni siquiera todos los cristianos. Y sin embargo se han hecho visibles muchas veces en la Escritura y a lo largo de la historia de la Iglesia. Además, los evangelistas hablan de la cercanía de los ángeles a Jesús en algunos momentos de su misión terrena; están también a su disposición en el momento de la pasión ; le acompañarán el día de su venida definitiva y los enviará para reunir a los elegidos.

Por otra parte, se subraya su intervención en la vida terrena de los hombres: Ya hemos mencionado las dos anunciaciones; comunican a los pastores el nacimiento del Mesías; testifican la resurrección y la ascensión de Jesús; están al servicio de los que se salvan; presentan a Dios las oraciones de los santos; conducen el alma de los justos al paraíso.

A la liturgia incesante que celebran en el cielo se asocia cada día la Iglesia en su liturgia eucarística. Y compartiremos con ellos la gloria del reino de Dios.

Santoral: Santos Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael



Cada 29 de septiembre la Iglesia Católica celebra la fiesta de tres Santos Arcángeles: San Miguel, San Gabriel y San Rafael.

En el libro de Tobías (12,15) San Rafael se presenta como “uno de los siete ángeles que están delante de la gloria del Señor y tienen acceso a su presencia”. Mientras que en el Apocalipsis (8,2) San Juan describe: “vi a los siete Ángeles que estaban delante de Dios, y ellos recibieron siete trompetas”. Por estas dos citas bíblicas se afirma que son 7 Arcángeles.

La Biblia solo da el nombre de tres Arcángeles: Miguel, Rafael y Gabriel, que son los que reconoce la Iglesia.

Gabriel significa “fortaleza de Dios”

En el Antiguo Testamento, San Gabriel Arcángel aparece en el libro sagrado de Daniel explicándole al profeta una visión del carnero y el chivo (Dn. 8:16), así como instruyéndolo en las cosas futuras (Dn. 9,21-27). En los Evangelios, San Lucas (1,11-20) lo menciona anunciando a Zacarías el nacimiento de San Juan Bautista y a María (Lc. 1,26-38) que concebiría y daría a luz a Jesús.



San Gabriel Arcángel es conocido como el “ángel mensajero”, se le representa con una vara de perfumada azucena y es patrono de las comunicaciones y de los comunicadores porque trajo al mundo la más bella noticia con la Anunciación.

Rafael significa “Dios sana”


El único libro sagrado que menciona a San Rafael Arcángel es el de Tobías y figura en varios capítulos. Allí se lee que Dios envía a este arcángel para que acompañe a Tobías en un viaje, en el que se casó con Sara, una mujer cuyos maridos fueron asesinados por el demonio Asmodeo.

De igual manera, San Rafael le indicó a Tobías cómo devolverle la vista a su padre. Por esta razón es invocado para alejar enfermedades y terminar felizmente los viajes.

Miguel significa “¿Quién como Dios?”


El nombre del Arcángel Miguel viene del hebreo “Mija-El” que significa “¿Quién como Dios?” y que, según la tradición, fue el grito de guerra en defensa de los derechos de Dios cuando Lucifer se opuso a los planes salvíficos y de amor del Creador.

San Miguel es mencionado por su nombre en tres libros de la Escritura: en el libro de Daniel se le describe como ‘uno de los principales príncipes’ en la jerarquía celestial; en Judas se dice que San Miguel había peleado con el diablo por el cuerpo de Moisés; y en Apocalipsis, San Miguel y sus ángeles son representados luchando contra el diablo y arrojándolos del cielo.



La Iglesia Católica ha tenido siempre una gran devoción al Arcángel San Miguel, especialmente para pedirle que nos libre de los ataques del demonio y de los espíritus infernales. Se le suele representar con el traje de guerrero o soldado centurión poniendo su talón sobre la cabeza del enemigo.

miércoles, 28 de septiembre de 2022

Evangelio diario: 28-09-2022

Lectura del santo evangelio según san Lucas 9,57-62

En aquel tiempo, mientras Jesús y sus discípulos iban de camino, le dijo uno:
«Te seguiré adondequiera que vayas».
Jesús le respondió:
«Las zorras tienen madrigueras, y los pájaros del cielo nidos, pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza».
A otro le dijo:
«Sígueme».
El respondió:
«Señor, déjame primero ir a enterrar a mi padre».
Le contestó:
«Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el reino de Dios».
Otro le dijo:
«Te seguiré, Señor. Pero déjame primero despedirme de los de mi casa».
Jesús le contestó:
«Nadie que pone la mano en el arado y mira hacia atrás vale para el reino de Dios».




Comentario

En el evangelio de hoy vemos a tres aspirantes a seguir a Jesús, con sus matices y circunstancias personales. Jesús no se lo pone fácil. Les exige que le sigan a él radicalmente, él, que no tiene dónde reclinar la cabeza, y que proclamen la buena noticia del Reinado de Dios.

Todas las otras condiciones de sus posibles seguidores, las razones familiares o de otro tipo, caen por tierra. Jesús es consciente de que da mucho más de lo que le puedan ofrecer aquellos que le sigan. Les ofrece disfrutar de su amistad, disfrutar de todo un Dios Padre que, hagamos lo que hagamos, nos espera todas las tardes para estrecharnos en sus amorosos brazos… disfrutar de su luz que disipa nuestras tinieblas, regalarnos la vida de total felicidad después de nuestra muerte. Quien sigue de verdad a Jesús sale ganando.


martes, 27 de septiembre de 2022

Evangelio diario: 27-09-2022

Lectura del santo evangelio según san Lucas 9,51-56

Cuando se completaron los días en que iba a ser llevado al cielo, Jesús tomó la decisión de ir a Jerusalén. Y envió mensajeros delante de él.

Puestos en camino, entraron en una aldea de samaritanos para hacer los preparativos. Pero no lo recibieron, porque su aspecto era el de uno que caminaba hacia Jerusalén.

Al ver esto, Santiago y Juan, discípulos suyos, le dijeron:
«Señor, ¿quieres que digamos que baje fuego del cielo que acabe con ellos?».
Él se volvió y los regañó. Y se encaminaron hacia otra aldea.



Comentario

En este relato el evangelio de Lucas, nos presenta el momento en que Jesús ya había anunciado a sus discípulos su pasión y les indica que el momento se acerca y deben dirigirse a Jerusalén.

Pasaban por una aldea de Samaria y los discípulos se adelantan a preparar el alojamiento en la posada, pero al enterarse que se dirigían a Jerusalén se niegan a recibirlos. Sabida eran las malas relaciones que existían en ese tiempo entre samaritanos y judíos.

Santiago y Juan, indignados, le preguntan a Jesús si quiere que hagan caer sobre la aldea fuego y los destruya; pero Cristo, dándoles una lección de humildad les dice: «el Hijo del Hombre, no ha venido a perder a los hombres, sino a salvarlos», indicándoles que con el odio y la destrucción no se adelantaba nada.

En muchas ocasiones, nosotros nos dejamos llevar por el ímpetu de la indignación y tenemos reacciones desorbitadas, frente a hechos que muchas veces carecen de importancia. Olvidamos aquello de respirar profundo antes de responder, no tomar decisiones en caliente.

Jesús nos incita a que respondamos ante el odio con el amor, al egoísmo con la caridad.

Seamos, pues, vehementes en la defensa del hermano, en atenderlo y ayudarlo, no en el odio o en la violencia.

lunes, 26 de septiembre de 2022

Evangelio diario: 26-09-2022

Lectura del santo evangelio según san Lucas 9, 46-50

En aquel tiempo, se suscitó entre los discípulos una discusión sobre quién sería el más importante.

Entonces Jesús, conociendo los pensamientos de sus corazones, tomó de la mano a un niño, lo puso a su lado y les dijo:
«El que acoge a este niño en mi nombre, me acoge a mí; y el que me acoge a mí, acoge al que me ha enviado. Pues el más pequeño de vosotros es el más importante».
Entonces Juan tomó la palabra y dijo:
«Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre y se lo hemos prohibido, porque no anda con nosotros».
Jesús le respondió:
«No se lo impidáis: el que no está contra vosotros, está a favor vuestro».




Comentario

Lucas finaliza el capítulo 9 de su evangelio, presentándonos una situación tremendamente humana; los apóstoles discutiendo quien era el más importante entre ellos.

¡En cuantas ocasiones queremos ser más que los demás! Los más altos, los más guapos, los más inteligentes, los más buenos, en fin, los mejores en todo. Nuestro afán de protagonismo no tiene límite, estar por encima de todo el mundo, y no queremos asumir que lo más importante en la vida es vivirla con naturalidad, aceptando nuestras carencias e intentando superarlas, y poniendo nuestras virtudes al servicio de los demás.

La actitud de Jesús ante esta situación es decisiva, pone a un niño en medio de ellos y les invita a ser sencillos y humildes como el niño, pues así el más pequeño será el más importante, ya que el ejemplo que les pone no admite discusión: “el que acoge a este niño en mi nombre, me acoge a mí, y el que me acoge a mí, acoge al que me ha enviado”.

Olvidemos personalismos y orgullo mal entendido y asumamos la humildad como parte esencial de nuestra vida; olvidemos el querer ser el ombligo del mundo, el centro del universo, y no creamos que somos los escogidos y aceptemos que los otros tengan tanto o más méritos que nosotros mismos.

La respuesta de Jesús a Juan cuando intentaban impedir que alguien echara demonios en su nombre, porque “no era de los nuestros”, es inflexible: el que no está contra vosotros, está en favor vuestro. Dejemos, pues, de ampararnos en los nuestros y abramos nuestro corazón a todos, pues como dice la escritura, Dios envía la lluvia a malos y buenos, y el sol brilla para todos.

Apoya nuestra labor de ayuda a las familias más afectadas

Situación actual de la crisis

Han pasado más de dos años desde que, en marzo de 2020, el Gobierno de la Nación declarase el estado de alarma para combatir el impacto de la pandemia del Covid-19. 

En aquellos momentos las previsiones emitidas tanto por organismos internacionales, el propio Fondo Monetario Internacional o la Unión europea, como por los propios expertos nacionales indicaban que se podrían producir situaciones de necesidad incluso más profundas que aquellas que originó la crisis de 2008.

Ante esa situación, el Presidente de Cáritas Castrense y Arzobispo Castrense don Juan del Rio, fallecido a consecuencia del Covid-19 (q.e.p.d.), encomendó a Cáritas Castrense la misión de crear un fondo de emergencia con el fin de paliar las necesidades que se produjeran.

Cáritas Castrense, organismo oficial del Arzobispado Castrense de España constituido para promover la acción caritativa y social, inició todas las acciones necesarias para llevar a cabo la iniciativa lo antes posible, pudiendo así comenzar con las primeras ayudas en el mes de junio del 2020. 

En los momentos actuales a los efectos derivados de la “no concluida” crisis sanitaria se han sumado los de la crisis económica y social que se predecían .

Por todo ello las necesidades que llevaron a la creación del “Granero de José” no han finalizado y ahora son indispensables para muchas personas.

Damos las GRACIAS a todas las personas, organismos e instituciones que desde entonces están colaborando con esta campaña.


“Recogió José trigo como arena del mar, mucho en extremo, hasta no poderse contar, porque no tenía número. Así se cumplieron los siete años de abundancia que hubo en la tierra de Egipto. Y comenzaron a venir los siete años del hambre, como José había dicho; y hubo hambre en todos los países, mas en toda la tierra de Egipto había pan”

 (Gn, 41, 53ss)







Queridos hermanos y amigos.

Durante los últimos meses hemos visto como nuestras vidas se transformaban para enfrentarnos al COVID-19 y sus trágicas consecuencias, no solo sanitarias, sino también sociales y económicas, cambiando nuestras costumbres cotidianas.

Todos conocemos el caso de un ser querido y cercano que ha sucumbido ante las perniciosas consecuencias de la pandemia, pérdidas irreparables que nos han atormentado y creado un gran dolor al que enfrentamos nuestra oración y el saber que a todos nos llegará la resurrección ante nuestro Señor.

Las familias han sufrido la desgarradora muerte de algún ser querido, amigo o conocido. Pero el drama también se ha plasmado en el día a día cuando los puestos de trabajo han desaparecido o han sufrido una merma notable de los ingresos provocando un gran quebranto en los hogares.

Para enfrentar esas necesidades nació “El Granero de José” que gestiona Cáritas Castrense con el objetivo de paliar las penurias de los más necesitados en aspectos como la vivienda, la sanidad, la educación y los suministros del hogar. Esenciales para mantener el nivel de vida de las familias y su dignidad, elemento esencial para que una persona de sienta en plenitud.

Desde el inicio “El Granero de José” fue diseñado para que no existieran trabas burocráticas y que su gestión fuese prácticamente automática desde la petición de ayuda que la inician los capellanes castrenses.

Desde está página os animo a todos a llenar este “Granero de José” para poder repartir entre quien lo necesita y ejercer con generosidad la caridad hacia el prójimo.

Muchas gracias por vuestra colaboración, Dios os lo pague.

Carlos Jesús Montes Herreros
Ordinario Castrense de España



Necesitamos tu apoyo urgente


Con el referente de la figura de José en Egipto, se creará un “granero” (Cf. Génesis 41, 56) que, a modo de fondo de emergencia, constituido por los donativos de personas físicas o jurídicas, permita paliar con inmediatez las necesidades más básicas generadas por la crisis del Covid-19.



Se pondrá especial atención en cubrir necesidades como:
• Alimentación 
• Medicina 
• Vivienda y suministros servicios (agua; luz; gas etc.)
• Académicos/escolarización
• Cualquier otra actividad que tienda a cubrir necesidades básicas.

Ayudar y alentar a las CPC, extendidas por el territorio nacional y al resto de capellanes que no tienen CPC en sus unidades, bases o acuartelamientos en la consecución de los mismos fines anteriormente mencionados.



Gracias por apoyarnos en esta campaña en pro de los más

domingo, 25 de septiembre de 2022

Domingo XXVI del Tiempo Ordinario

Primera lectura
Lectura del Profeta Amós 6, 1a. 4-7

Esto dice el Señor omnipotente:
«¡Ay de aquellos que se sienten seguros en Sion,
confiados en la montaña de Samaría!
Se acuestan en lechos de marfil,
se arrellanan en sus divanes,
comen corderos del rebaño y terneros del establo;
tartamudean como insensatos
e inventan como David instrumentos musicales;
beben el vino en elegantes copas,
se ungen con el mejor de los aceites
pero no se conmueven para nada por la ruina de la casa de José.
Por eso irán al destierro,
a la cabeza de los deportados,
y se acabará la orgía de los disolutos».





Salmo 145

R/. Alaba, alma mía, al Señor.

El Señor mantiene su fidelidad perpetuamente,
hace justicia a los oprimidos,
da pan a los hambrientos.
El Señor liberta a los cautivos.

R/. Alaba, alma mía, al Señor.

El Señor abre los ojos al ciego,
Señor endereza a los que ya se doblan,
el Señor ama a los justos.
El Señor guarda a los peregrinos.

R/. Alaba, alma mía, al Señor.

Sustenta al huérfano y a la viuda
y trastorna el camino de los malvados.
El Señor reina eternamente,
tu Dios, Sión, de edad en edad

R/. Alaba, alma mía, al Señor.



Segunda lectura
Lectura de la primera carta del Apóstol San Pablo a Timoteo 6, 11-16

Hombre de Dios, busca la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre.

Combate el buen combate de la fe, conquista la vida eterna, a la que fuiste llamado y que tú profesaste noblemente delante de muchos testigos.

Delante de Dios, que da vida a todas las cosas, y de Cristo Jesús, que proclamó tan noble profesión de fe ante Poncio Pilato, te ordeno que guardes el mandamiento sin mancha ni reproche hasta la manifestación de nuestro Señor Jesucristo, que, en el tiempo apropiado, mostrará el bienaventurado y único Soberano, Rey de los reyes y Señor de los señores, el único que posee la inmortalidad, que habita una luz inaccesible, a quien ningún hombre ha visto ni puede ver.

A él honor y poder eterno. Amén.





Lectura del santo Evangelio según San Lucas 16, 19-31

En aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos:
«Había un hombre rico que se vestía de púrpura y de lino y banqueteaba cada día. 
Y un mendigo llamado Lázaro estaba echado en su portal, cubierto de llagas, y con ganas de saciarse de lo que caía de la mesa del rico. 
Y hasta los perros venían y le lamían las llagas. 
Sucedió que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abrahán. 
Murió también el rico y fue enterrado. Y, estando en el infierno, en medio de los tormentos, levantó los ojos y vio de lejos a Abrahán, y a Lázaro en su seno, y gritando, dijo:
“Padre Abrahán, ten piedad de mí y manda a Lázaro que moje en agua la punta del dedo y me refresque la lengua, porque me torturan estas llamas”.
Pero Abrahán le dijo:
“Hijo, recuerda que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro, a su vez, males: por eso ahora él es aquí consolado, mientras que tú eres atormentado. 
Y, además, entre nosotros y vosotros se abre un abismo inmenso, para que los que quieran cruzar desde aquí hacia vosotros no puedan hacerlo, ni tampoco pasar de ahí hasta nosotros”.
Él dijo:
“Te ruego, entonces, padre, que le mandes a casa de mi padre, pues tengo cinco hermanos: que les dé testimonio de estas cosas, no sea que también ellos vengan a este lugar de tormento”.
Abrahán le dice:
“Tienen a Moisés y a los profetas: que los escuchen”.
Pero él le dijo:
“No, padre Abrahán. Pero si un muerto va a ellos, se arrepentirán”.
Abrahán le dijo:
“Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no se convencerán ni aunque resucite un muerto”».




Comentario

La parábola de Jesús en este domingo sirve para evidenciar que la Palabra de Dios sigue actualizándose en nuestras vidas aquí y ahora. Sorprende comprobar la descripción que Jesús realiza sobre los tiempos convulsos en ámbitos sociales, políticos económicos, culturales, que nos puede hacer pensar y tomar conciencia de nuestra condición cristiana.

Los problemas de nuestro mundo, hacen posible que nos paremos a pensar de qué modo hacemos presente el Reino de Dios en nuestras vidas. Consecuencia de la crisis es el aumento de familias que no tienen nada. Esto claramente nos debe alarmar y tomar conciencia de la sociedad en la que nos estamos convirtiendo y construyendo.

El camino inaugurado por Jesús de Nazaret está dedicado principalmente a la lucha por la justicia, por un mundo nuevo donde todos podamos formar parte del Reino de Dios, y para ello se establece una forma de ser: Compartir y hacer más fraternas nuestras vidas.

Uno de los pilares fundamentales de las primeras comunidades cristianas era compartir entre sus miembros no solo la vida, sino también los bienes y ponerlos en común. Además juntos celebraban la fe en Jesucristo de una forma admirable. Esta forma de vivir y relacionarse produjo gran sorpresa y admiración por comprobar una gran fraternidad en la unidad.

En este punto es donde Jesús se mostró contrario y radical, con la parábola, pues para seguir sus pasos se deben poner en práctica las mismas actitudes y opciones que Él hizo. Compartir toda la vida y sembrar el amor, la justicia, y la igualdad de todos, porque todos estamos llamados a ser hijos e hijas de Dios.



sábado, 24 de septiembre de 2022

Evangelio diario: 24-09-2022

Lectura del santo evangelio según san Lucas 9, 43b-45

En aquel tiempo, entre la admiración general por lo que hacía, Jesús dijo a sus discípulos:
«Meteos bien en los oídos estas palabras: el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres».
Pero ellos no entendían este lenguaje; les resultaba tan oscuro, que no captaban el sentido.

Y les daba miedo preguntarle sobre el asunto.




Comentario

San Lucas en el camino de Galilea a Jerusalén va instruyendo a sus discípulos de cómo tienen que continuar su obra. Pero, a pesar de ver cómo provoca admiración su actuación y sus palabras, a Él no le está siendo fácil y de nuevo les recuerda cómo va a terminar su vida: entregando la vida, pero resucitando. Lógica la reacción de sus discípulos, de no entender o de no querer entender.

Les resultaba raro que tal como aparentemente la gente le escuchaba, le solicitaba ayuda, le seguía, incluso lo aclamaba, pudiese ser verdad el anuncio de la realidad de la entrega de su vida, pues no sólo iban a matarlo, sino que lo decía cómo que era algo normal para Él. Esa normalidad, tal como lo expresaba, se ve que era consciente de que su vida la entregaba libremente para hacer realidad el proyecto que Él había intentado hacer realidad y del que les había hablado de muchas maneras.

No entendían el lenguaje y tenían miedo en preguntarle. El porqué de ese miedo, ciertamente llama la atención- ¿Será porque ven una contradicción ente la admiración y su muerte? ¿Será porqué pensarían que a ellos, por ser sus seguidores, terminarán igual? Estás preguntas nos sitúan en nuestra realidad existencial y vemos que ocurre lo mismo. Jesús y su proyecto y realización en su vida, es admirado y valorado por muchas personas, pero las personas tienen miedo de seguirle para hacer realidad ese proyecto. ¿Por qué será? Reflexionemos y pidamos ayuda para no desanimarnos en continuar con ese proyecto de amor a la humanidad realizado por Jesús y anunciarlo con nuestra palabra y con nuestro testimonio.

Santoral: Nuestra Señora de la Merced

Virgen de la Merced - Curia General (Roma)

Nuestra Señora de la Merced o de las Mercedes se le llama a la Santísima Virgen que en 1218 se apareció a San Pedro Nolasco. El significado del título «Merced» es ante todo «misericordia».

Historia

Aparición de la Virgen María a
San Pedro Nolasco
En ese tiempo el Mediterráneo estaba infestado de corsarios turcos y de sarracenos, y lo mismo atacaban a los barcos, que desembarcaban en las costas y se llevaban cautivos a muchos.

Pedro un devoto de Cristo y de la Santísima Virgen María, había estado trabajando durante varios años tratando de rescatar a los cautivos cristianos que los sarracenos tomaron como esclavos.

En 1218, la Santísima Virgen se apareció a San Pedro Nolasco con este mensaje: «Encuentra para mí otros hombres como tú, un ejército de hombres valientes, generosos y desinteresados, y envíalos a las tierras donde los niños de la Fe están sufriendo»

Cuando Pedro le preguntó a Nuestra Señora, quien estaba hablando con él, Ella se reveló a sí misma como María, la Madre de Dios.

La señora de la Merced estaba vestida de blanco con el escudo de la Orden impreso en su escapulario.

Pedro Nolasco, funda la congregación, apoyado por el Rey Jaime I de Aragón, el Conquistador y aconsejado por san Raimundo de Peñafort. Su espiritualidad se fundamenta en Jesús, el liberador de la humanidad y en la Virgen, la Madre liberadora e ideal de la persona libre. Los mercedarios querían ser caballeros de la Virgen María al servicio de su obra redentora. Por eso la honran como Madre de la Merced o Virgen Redentora. La Orden Mercedaria fue constituida en Barcelona por el Rey Jaime. El Papa Gregorio IX aprobó la Orden en 1235 con Pedro como el primer superior.

Además de Nuestra Señora de la Misericordia, a María también se le dio el nombre Nuestra Señora del Rescate en esta aparición. A menudo se la representa con dos bolsas de monedas para simbolizar el rescate pagado. Miles de prisioneros cristianos fueron liberados por la Orden.

Virgen de la Merced
Capilla Acuartelamiento del Monte Hacho
En el año 1265 aparecieron las primeras monjas de la Merced. En el capítulo general de 1272, los frailes toman el nombre de La Orden de Santa María de la Merced, de la redención de los cristianos cautivos, de Santa Eulalia de Barcelona. Pedro y sus compañeros vistieron el hábito y recibieron el escudo con las cuatro barras rojas sobre un fondo amarillo de la corona de Aragón y la cruz blanca sobre fondo rojo, titular de la catedral de Barcelona. Pedro Nolasco reconoció siempre a María Santísima como la auténtica fundadora de la congregación mercedaria.

Se calcula que fueron alrededor de trescientos mil los redimidos por los frailes mercedarios del cautiverio de los musulmanes.



Devoción

La devoción a la Virgen de la Merced se difundió muy pronto por Cataluña y por toda España, por Francia y por Italia, a partir del siglo XIII con la labor de redención de estos religiosos y sus cofrades. Con la Evangelización de América, en la que la Orden de la Merced participó desde sus mismos inicios, la devoción se extendió y arraigó profundamente en todo el territorio americano.

La llegada de la Orden religiosa de los mercedarios a América, un poco relacionada con el antiguo espíritu de los caballeros que fueron a las Cruzadas a Tierra Santa y juntamente con el culto de la Virgen Compasiva, coincide con el poblamiento de las principales ciudades andinas cercanas a la línea ecuatorial como son: Cuzco, Lima, Quito y la Villaviciosa de la Concepción o San Juan de Pasto en Argentina.

El año 1696, el papa Inocencio XII extendió la fiesta de la Virgen de la Merced a toda la Iglesia el 24 de septiembre. Pero a raíz de la reforma litúrgica del concilio Vaticano II, en el año 1969 la fiesta se suprimió del calendario universal.


Iconografía

La iconografía usada para representar a la Virgen de la Merced queda definida a partir del siglo XVI, consistiendo fundamentalmente en el hábito mercedario: túnica, escapulario y capa, todo en color blanco, con en el escudo mercedario en el pecho. Otros elementos recurrentes son las cadenas y el grillete, símbolos también del cautiverio. Normalmente, además del escapulario del hábito, lleva otro pequeño en la mano que ofrece a los fieles.

Suele aparecer tocada con corona de reina, y también con el cetro en la mano derecha. En muchas ocasiones sostiene en la izquierda al Niño Jesús, que también puede llevar un escapulario en las manos. Otro modelo iconográfico es el de la Virgen Comendadora, sedente en el coro, sin niño ni cetro, con las constituciones de la Orden en una mano. 


Oración a Nuestra Señora de la Merced

¡Oh, Bendita Virgen María de la Merced!
Merced de Dios para los hombres,
Madre de Jesucristo,
Reina del mundo y Señora de todo lo creado,
que a ninguno desprecias ni dejas desconsolado,
haz que veamos el reinado de Cristo, tu Divino Hijo,
que es el del amor, la verdad y la justicia.

Fuente de toda bondad, gloria de los desamparados,
mensajera de libertad y misericordia,
refugio de los que sufren, de los pobres y olvidados
consoladora del afligido, medicina del enfermo,
socorro en las necesidades, fuerza en las tribulaciones,
ayuda del cautivo, amparo del oprimido
redentora de injusticias, cárceles, prisiones y exilios
patrona de las familias y defensa de los hogares:
dígnate aceptar nuestras plegarias
que con todo agradecimiento y fervor te dirigimos.

Virgen de la Merced, encanto de cielo y tierra,
Tú que con generosidad escuchas las peticiones
de los que acuden implorar tus tesoros de misericordia,
Tú que con maternal solicitud siempre nos atiendes
para que veamos cumplidos nuestros anhelos y deseos,
Tú que siempre nos acoges porque somos tus hijos,
hijos de tu Inmaculado y Sagrado corazón,
Tú que nunca nos fallas, nos sostienes y acompañas,
no nos dejes solos durante nuestro peregrinar en esta vida.
No nos dejes entregados a nuestras débiles fuerzas,
ya que sin tu maternal solicitud desfalleceríamos en el camino.

Virgen de la Merced, prodigio de milagros
alivia nuestros pesares.

Señora llena de la gracia del Señor,
intercede por nosotros y concédenos
lo que con tanta fe y viva esperanza hoy te solicitamos:

(pedir el favor especial que se quiere conseguir).

Virgen excelsa de la Merced, ruega por nosotros.
Gloriosa Madre y protectora nuestra,
Señora de Misericordia sin fin,
Tú que eres compasiva con todos
abre tu manto y resguárdanos en el,
Tú que nos amas y guías todos los días,
obtennos, por favor, lo que tanto necesitamos.
María de la Merced, cúbrenos de paz, justicia y amor,
alcánzanos estas gracias
y la de la eterna salvación de tu hijo Jesucristo,
que con el Padre y el Espíritu Santo
vive y reina por los siglos de los siglos.

Amén.

viernes, 23 de septiembre de 2022

Evangelio diario: 23-09-2022

Lectura del santo evangelio según san Lucas 9, 18-22

Una vez que Jesús estaba orando solo, lo acompañaban sus discípulos y les preguntó:
«¿Quién dice la gente que soy yo?».
Ellos contestaron:
«Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías, otros dicen que ha resucitado uno de los antiguos profetas».
Él les preguntó:
«Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?».
Pedro respondió:
«El Mesías de Dios».
Él les prohibió terminantemente decírselo a nadie, porque decía:
«El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer día».




Comentario

Gran parte de nuestra vida está determinada, no por cualquier tipo de personas, sino por las personas que hemos dejado que entren en nuestro corazón. Son esas personas que nos quieren y a las que queremos, esas personas a las que escuchamos y nos escuchan, esas personas a las que siempre podemos acudir en los momentos buenos y en los otros, esas personas en definitiva que entran de lleno en nuestra vida, después de un proceso, casi siempre lento, de acercamiento mutuo.

Hoy Jesús en el evangelio, hace una pregunta al principio digamos general pero luego demasiado personal a sus apóstoles: “Y vosotros ¿quién decís que soy yo?”. Es una pregunta que también nos dirige a cada uno de nosotros.

Podemos dar respuestas generales, ya sabidas, de libro. Pero cada uno de nosotros ha de responder desde nuestras vivencias, desde nuestro trato personal con Jesús, con sus momentos de luz y de sombras, desde nuestro deseo, a pesar de nuestros fallos, de seguirle y nombrarle el Señor de nuestra vida… Por supuesto que nos valen las respuestas que otros cristianos han dado, pero siempre con los matices únicos y personales de nuestra relación con Jesús: “Tú eres el Mesías de Dios”, “el Hijo de Dios vivo”, “Tú eres la luz de mis días y de mis noches”, “Tú sabes, Señor, que soy tuyo”, “Tú eres el Señor de mi vida, mi gran amigo…”. A cada uno de nosotros con nuestras palabras nos toca responder a la pregunta que Jesús nos hace: “Y vosotros ¿quién decís que soy yo?”.

jueves, 22 de septiembre de 2022

Evangelio diario: 22-09-2022

Lectura del santo evangelio según san Lucas 9, 7-9

En aquel tiempo, el tetrarca Herodes se enteró de lo que pasaba sobre Jesús y no sabía a qué atenerse, porque unos decían que Juan había resucitado de entre los muertos; otros, en cambio, que había aparecido Elías, y otros que había vuelto a la vida uno de los antiguos profetas. Herodes se decía:
«A Juan lo mandé decapitar yo. ¿Quién es este de quien oigo semejantes cosas?».
Y tenía ganas de verlo.



Comentario

La simple curiosidad, en la que la vida no queda comprometida, sirve para muy poco. Comparemos estas dos figuras: el tetrarca Herodes y Zaqueo. Los dos están situados, tienen su mundo. Pareciera que a los dos les mueve la curiosidad. Zaqueo solo quería ver cómo era Jesús y él comparte sentado a la mesa, y con sólo ese gesto, la curiosidad se trueca en justicia y compromiso. Herodes, por el contrario, “tenía ganas de verlo”, por lo que oía decir. Oye hablar de él y lo que la gente dice: Juan ha resucitado de entre los muertos; otros que había aparecido Elías; otros, que había vuelto a la vida uno de los antiguos profetas. Siempre se mueven sobre imágenes conocidas, incapaces de reconocer la novedad que se les está presentando.

Herodes tiene una certeza: a Juan lo mandé decapitar yo, está convencido de que no es él. ¿Quién es este de quien oigo semejantes cosas? Las ganas de verlo están en relación con la salida de dudas. Lo que importa es saber quién es, nada más.

En nuestra andadura cristiana es preciso tener claro lo que Jesús enseña y las obras que realiza. Porque en una y otras se está revelando quién es. Si lo que dice no se acepta fácilmente, no se cree, él mismo dirá: al menos creed las obras.

El criterio de discernimiento que él nos ofrece, válido entonces y válido ahora, nos coloca a todos en la necesidad de clarificar los motivos de la búsqueda o del interés por conocerle. Es conveniente clarificar si se trata de una mirada superficial, que no compromete, y que tampoco producirá cambio de vida, o, por el contrario, el deseo que nos mueve para verle, incluye y da preferencia a ser mirados por él, para que su fuerza renovadora, suscite los cambios, infunda la fuerza para llevarlos a cabo y nada antepongamos a él.

Y esta búsqueda y mantenimiento en ella, exige el esfuerzo de la constancia, perseverar y dejar que el deseo se haga irrenunciable, porque entonces sí que habrá disposición para acoger su Persona y seguir sus enseñanzas, imitando su vida.

miércoles, 21 de septiembre de 2022

Evangelio diario: 21-09-2022

Lectura del santo evangelio según san Mateo 9, 9-13

En aquel tiempo, al pasar vio Jesús a un hombre llamado Mateo sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo:
«Sígueme».
Él se levantó y lo siguió.

Y estando en la casa, sentado en la mesa, muchos publicanos y pecadores, que habían acudido, se sentaban con Jesús y sus discípulos.

Los fariseos, al verlo, preguntaron a los discípulos:
«¿Cómo es que vuestro maestro come con publicanos y pecadores?».
Jesús lo oyó y dijo:
«No tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos. Andad, aprended lo que significa "Misericordia quiero y no sacrificio": que no he venido a llamar a justos, sino a los pecadores».




Comentario

Un triple mensaje nos da Jesús en este hermoso pasaje. Por un lado la respuesta a su llamada: cuando le dice a Mateo que le siga éste no lo duda ni un momento, se levanta de su puesto de trabajo y va tras el Maestro, sin más preguntas. Siente la vocación y deja todo para encarar su misión. Pensemos que San Mateo era un funcionario público, un recaudador de impuestos, alguien con mucho peso en la sociedad judía. Y sin embargo abandona todo y sigue la llamada de su vocación.

En segundo lugar, y ante el escándalo que provoca su comportamiento entre los fariseos, Jesús nos da una de las claves de su venida a la tierra: curar a los enfermos, atender a quien realmente lo necesita, salvar a los pecadores.

Y en tercer lugar la frase que toca directamente a nuestras conciencias: "Misericordia quiero y no sacrificios" ¿De qué me valen horas y horas de ayunos y penitencias si no me hablo con mi hermano por una antigua rencilla? ¿Para qué sirven mis oraciones si no soy capaz de amar al que me hace mal? ¿Dónde van a parar mis actos "de piedad" si no tiendo la mano al que sufre cerca de mí? En la misericordia se encuentra la clave del mensaje de Cristo. No digamos que tenemos vocación, que somos buenos cristianos, que cumplimos con los preceptos si no tenemos misericordia, si no practicamos el amor sin límites hacia el prójimo. Como dice San Pablo "Si no tengo amor no soy nada".

Santoral: San Mateo, Apóstol y Evangelista

San Mateo y un ángel (Guido Reni 1640 - Museos Vaticanos)

Nombre bíblico que ofrece diversas formas, las más corrientes de las cuales son Mateo y Matías, que comparten etimología. "Hombre de Dios" significa según unas, "Don de Dios" según otras, o quizás incluso "Fiel a Yahvé"; esta significación es más patente en el nombre de Matías (en que es más notoria la presencia de la abreviación de Yahvé Yah, que en Mateo).

Al ser el nombre de uno de los doce apóstoles, tuvo gran predicamento en la onomástica cristiana en toda Europa y en los países en los que ésta extendió su cultura. Sigue siendo muy frecuente en el área anglogermánica; en el área de habla hispana ha descendido su frecuencia, pero por ello se aprecia en este nombre su mayor singularidad.

San Mateo, Apóstol y Evangelista nos es conocido sobre todo por el Evangelio y por la tradición. El Evangelio nos habla de su oficio y de su conversión. Según este, Mateo pertenecía a una clase social muy poco considerada, sobre todo en la Palestina y Samaria sometidas entonces a la dominación romana: era cobrador de impuestos, que pesaban tanto más en el pueblo cuanto que eran recaudados por los dominadores y destinados a consolidar su dominación.

Pero Mateo no era del más alto nivel (una especie de concesionarios de impuestos, gente acaudalada), sino que estaba al servicio de éstos. De todos modos, teniendo en cuenta el gasto que hizo al invitar a Jesús, hay que deducir que estaba en un buen nivel profesional y económico. Jesús mostró siempre una gran benevolencia para las mujeres más odiadas y para los publicanos, a los que detestaban porque en ellos personificaba la gente la presión fiscal que sobre el pueblo judío ejercían los romanos.

Mateo había oído con frecuencia a Jesús antes de atender a su llamada. Fue hacia el final del primer año de predicación de Jesús cuando éste se acercó al puesto de aduanas y llamó a Mateo, que le siguió al instante. Trabajó como los demás apóstoles en la fundación de la iglesia y en la predicación entre los judíos de Palestina, para quienes parece que escribió su evangelio.

martes, 20 de septiembre de 2022

Evangelio diario: 20-09-2022

Lectura del santo evangelio según san Lucas 8, 19-21

En aquel tiempo, vinieron a ver a Jesús su madre y sus hermanos, pero con el gentío no lograban llegar hasta él.

Entonces lo avisaron:
"Tu madre y tus hermanos están fuera y quieren verte".
Él respondió diciéndoles:
"Mi madre y mis hermanos son estos: los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen".




Comentario

Sabemos que con el término “hermanos” se puede entender los próximos a su vida, como lo estaba su madre. Esa expresión ha llevado a entender que los “hermanos” eran hijos de José, tenidos con otra mujer, fallecida, antes de su matrimonio con María, y del nacimiento virginal de Jesús. Quizás no es necesario llegar a esa conclusión. Como indico, hay que tener en cuenta el amplio sentido que tiene el término que se traduce por “hermanos”, que abarca más allá de hijo de los mismos padres o de uno de ellos.

Lo relevante es considerar el papel de María en la vida de Jesús. A primera vista este texto induce a entender que. quien era su madre biológica, pasaba a un segundo plano, el primero lo ocupan “los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica”. Ya en la antigüedad san Agustín había comentado este texto. Su comentario se reduce a decir que más allá de la maternidad biológica -siendo tan relevante- escuchar la palabra de Dios y ponerla en práctica, acerca a Jesús como una madre o unos hermanos. Y quien primero realizó esto fue María: “hágase en mí según tu voluntad”, dijo al ángel ante su propuesta “imposible” de maternidad. Antes de la maternidad biológica, fue madre por “escuchar la palabra de Dios y ponerla en práctica”: de esta maternidad depende aquella. Escuchó la palabra de Dios, que cambió su vida. E hizo de esta vida lo que le pedía Dios. En medio, incluso de situaciones imprevistas, que, como dice Lucas, no entendió, pero “las guardaba meditándolas en su corazón”.

Estamos unidos a Dios como una madre a sus hijos, como a un hermano, cuando, estamos abiertos a su palabra y la ponemos en práctica. Escuchar su palabra exige abrir nuestro interior, nuestro corazón, para que se mueva al ritmo del corazón de Dios. Y de ese corazón surja nuestro vivir. Como hizo María.