jueves, 19 de mayo de 2022

Evangelio diario: 19-05-2022

Lectura del santo evangelio según san Juan 15, 9-11

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor. 
Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. 
Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud».




Comentario

Una vez más Juan recoge palabras de Jesús en las que insiste en el amor. Un amor que se inicia en el amor del Padre tiene al Hijo, que Jesús transmite a los discípulos. Amor, que no es amorío de tanta intensidad, como perentorio; es amor que exige fidelidad, madurez, compromiso de todo el ser, que se manifiesta en las obras, en lo que piden los mandamientos, que el mismo Jesús guardó. Ser fiel a estos mandamientos asegura la permanencia en el amor. La reacción a este amor, que se manifiesta en obras, es la alegría.

Esta última apreciación merece una leve consideración. La alegría no exige la correspondencia en el amor. Esta es reacción lógica que espera el que ama, ser amado por quien ama. Pero no es imprescindible: el hecho de amar, de amar con un sentimiento sincero que impulsa a la acción, a la generosidad, a darse, a entregarse, es ya motivo de alegría, sin exigir la compensación afectiva del otro…, que siempre se agradecerá. Es una manifestación más de que obrar bien, actuar de manera propia de la dignidad humana, nuestra y de los demás, vista a luz del mensaje y vida de Jesús, es hondo motivo de alegría.

En nuestra espiritualidad hemos juzgado necesario con la compensación o premio de nuestras buenas obras, sea aquí en la tierra o en el cielo, y nos olvidamos de que la bondad es la razón más fuerte para la alegría. Que nada nos ha de alegrar más que actuar, sentir de acuerdo con los valores del Evangelio.