martes, 17 de mayo de 2022

Evangelio diario: 17-05-2022

Lectura del santo evangelio según san Juan 14, 27-31a

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy yo como la da el mundo. Que no turbe vuestro corazón ni se acobarde. Me habéis oído decir: “Me voy y vuelvo a vuestro lado”. Si me amarais, os alegraríais de que vaya al Padre, porque el Padre es más que yo. Os lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda creáis. 
Ya no hablaré mucho con vosotros, pues se acerca el príncipe del mundo; no es que él tenga poder sobre mi, pero es necesario que el mundo comprenda que yo amo al Padre, y que, como el Padre me ha ordenado, así actúo yo».




Comentario

Jesús no sólo entrega la paz a los discípulos, sino la distingue, como hemos hecho nosotros, de las otras acepciones del término. Y, además, trata de consolidarla poniendo los fundamentos en los que tenemos que sostenerla. En definitiva, nuestra paz está fundada en la presencia de Jesús entre nosotros, aunque aparentemente se haya ido: “Me voy y vuelvo a vuestro lado”. Y además, se va al Padre, y ”si me amarais, os alegraríais de que me vaya al Padre”.

Jesús y el Padre, fundamentos de nuestra paz. Por eso, nos puede faltar la salud, el trabajo, mil cosas que hacen la vida más humana, pero nada ni nadie nos puede arrebatar esa paz, esa “ausente” presencia de Jesús y de su Padre, que nos lleva a confiar en él como en nuestra Padre y relacionarnos con él como hijos.