sábado, 16 de julio de 2022

Historia de la devoción del escapulario del Carmen

Virgen del Carmen - Santuario del Monte Carmelo
Haifa (Israel)



Hoy en la Iglesia celebramos la Memoria de la Virgen del Carmen.

La Virgen del Carmen, o Santa María en el Monte Carmelo, es una de las diversas advocaciones de la Virgen María. El nombre procede del Monte Carmelo ("Jardín de Dios" o "Viña de Dios")  en Israel, en el que muchos profetas rindieron culto a Dios. Los principales fueron Elías y su discípulo Eliseo.

Santuario de la Virgen del Carmen en Haifa - Israel

Durante los primeros siglos de la Iglesia, hubo también personas que se retiraban en las cuevas de este monte para seguir una vida eremítica de oración, penitencia y austeridad.

A mediados del siglo XII, un grupo de devotos de Tierra Santa procedentes de Occidente -algunos creen que venían de Italia-, decidieron instalarse allí y escogieron como patrona a la Virgen María. Fueron ellos quienes construyeron la primera iglesia dedicada a Santa María del Monte Carmelo. Decidieron vivir en comunidad bajo la oración y la pobreza, y fueron la cuna de la Orden de los Carmelitas.

Según la tradición carmelita, en 1251 la Virgen se apareció a San Simón Stock, superior general de la Orden, a quien le entregó sus hábitos y el escapulario, principal signo de la devoción mariana carmelita. La Virgen le dijo: "Este debe ser un signo y privilegio para ti y para todos los Carmelitas: quien muera usando el escapulario no sufrirá el fuego eterno".

Más adelante, Nuestra Señora se apareció al Papa Juan XXII, y le prometió sacar el purgatorio del sábado después de la muerte al que muriese con el Escapulario.

El escapulario de la Virgen del Carmen es un sacramental, es decir, un objeto religioso que la Iglesia ha aprobado como signo que nos ayuda a vivir santamente y a aumentar nuestra devoción. Los sacramentales deben mover nuestros corazones a renunciar a todo pecado, incluso al venial.

La Virgen dio a los Carmelitas el escapulario como un hábito en miniatura que todos los devotos -también los laicos- pueden llevar para significar su consagración a ella. Consiste en un cordón que se lleva al cuello con dos piezas pequeñas de tela color café, una sobre el pecho y la otra sobre la espalda.

El primer escapulario debe ser bendecido por un sacerdote e impuesto por él mientras dice la oración: "Recibe este escapulario bendito y pide a la Virgen Santísima que por sus méritos, lo lleves sin ninguna mancha de pecado y que te proteja de todo mal y te lleve a la vida eterna". Luego, se puede sustituir por razones prácticas el escapulario de tela por una medalla-escapulario tiene en una cara la imagen del Sagrado Corazón de Jesús y la imagen de la Virgen María en su reverso.

Muchos Papas, santos y teólogos han explicado que, según la promesa de la Virgen, quien tenga la devoción al escapulario y lo use, recibirá de María Santísima a la hora de la muerte, la gracia de la perseverancia en el estado de gracia (sin pecado mortal) o la gracia de la contrición (arrepentimiento). Por parte del devoto, el escapulario es una señal de su compromiso a vivir la vida cristiana siguiendo el ejemplo perfecto de la Virgen Santísima.

Pero los Papas y Santos también han alertado acerca de no abusar de la promesa de nuestra Madre como si nos pudiéramos salvar llevando el escapulario sin conversión. El Papa Pío XI nos dijo: "Aunque es cierto que la Virgen María ama de manera especial a quienes son devotos de ella, quienes desean tenerla como auxilio a la hora de la muerte, deben en vida ganarse dicho privilegio con una vida de rechazo al pecado y viviendo para darle honor".

Entre los milagros de la Virgen del Carmen, podemos destacar el milagro del terremoto de Palmi, en Italia, en 1894. Con anterioridad al terremoto, durante los diecisiete días anteriores a la catástrofe, los fieles de la localidad veían que la estatua de la Virgen del Carmen tenía cierto movimiento en sus ojos y que cambiaba el color de su cara.

La prensa local y nacional se hizo cargo del caso y, finalmente, en la noche del 16 de noviembre los fieles improvisaron una procesión en la que portaban a hombros la estatua de la virgen por las calles del municipio.

Cuando la procesión llegó al final de la ciudad, un violento terremoto sacudió todo el distrito de Palmi. La mayor parte de las casas quedó derruida, pero sólo hubo nueve víctimas entre los 15.000 habitantes, ya que casi toda la población estaba en la procesión de la Virgen. La Iglesia reconoció oficialmente el milagro en 1896.


Para terminar, una sencilla oración a la Virgen del Carmen: 

SÚPLICA PARA TIEMPOS DIFÍCILES

"María Madre Santísima,
tengo mil dificultades: ayúdame.
De los enemigos del alma: sálvame.

En mis desaciertos: ilumíname.
En mis dudas y penas: confórtame.

En mis enfermedades: fortaléceme.
Cuando me desprecien: anímame.

En las tentaciones: defiéndeme.
En horas difíciles: consuélame.

Con tu corazón maternal: ámame.
Con tu inmenso poder: protégeme.

Y en tus brazos al expirar:
recíbeme.

Virgen del Carmen, ruega por nosotros. Amén."