viernes, 29 de julio de 2022

Evangelio diario: 29-07-2022

Lectura del santo evangelio según san Juan 11,19-27

En aquel tiempo, muchos judíos habían ido a ver a Marta y a María para darles el pésame por su hermano.

Cuando Marta se enteró de que llegaba Jesús, salió a su encuentro, mientras María se quedó en casa. Y dijo Marta a Jesús:
«Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá».
Jesús le dijo:
«Tu hermano resucitará».
Marta respondió:
«Sé que resucitará en la resurrección en el último día».
Jesús le dijo:
«Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees esto?».
Ella le contestó:
«Sí, Señor: yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo».





Comentario

Marta no sólo era solícita con sus huéspedes. Su amistad con Jesús la hacía capaz de interpelarlo con un leve reproche: “Si hubieras estado aquí…”. Pero Jesús no se ofende, sino que la lleva más lejos: “Tu hermano resucitará”. Es un diálogo sobre cosas trascendentes: la vida después de la muerte. Pero Marta declara que es un tema que ya ha asimilado y no es el que le preocupa en este momento. “Sé que resucitará en el último día” según la convicción vigente entre los judíos de la época.

La novedad es lo que sigue a continuación: “Yo soy la resurrección y la vida…”. El diálogo sube de tono. Marta se encuentra con algo insólito, que la llenará de júbilo por sus consecuencias inmediatas. Pero, por encima de eso, la palabra de Jesús es para ella revelación de su verdadera identidad: “Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios”; es decir, mi hermano resucitará porque tú eres la Vida y donde estás tú está la vida que viene de Dios.

Así, un diálogo de amistad con Jesús, un diálogo de amor con él es capaz de descubrirnos su más profunda identidad y, en consecuencia, nuestra más grande felicidad, la certeza del cumplimiento de nuestras más grandes aspiraciones.