miércoles, 6 de julio de 2022

Evangelio diario: 06-07-2022

Lectura del santo evangelio según san Mateo 10, 1-7

En aquel tiempo, Jesús llamó a sus doce discípulos y les dio autoridad para expulsar espíritus inmundos y curar toda enfermedad y toda dolencia.

Estos son los nombres de los doce apóstoles: el primero, Simón, llamado Pedro, y Andrés, su hermano; Santiago, el de Zebedeo, y Juan, su hermano; Felipe y Bartolomé, Tomás y Mateo el publicano; Santiago el de Alfeo, y Tadeo; Simón el de Caná, y Judas Iscariote, el que lo entregó.

A estos doce los envió Jesús con estas instrucciones:
«No vayáis a tierra de paganos ni entréis en las ciudades de Samaría, sino id a las ovejas descarriadas de Israel. Id y proclamad que ha llegado el reino de los cielos».




Comentario

A lo largo de los cuatro evangelistas, vemos que es Jesús el protagonista de la predicación de su buena y nueva noticia. Pocas veces, aparece Jesús pidiendo a sus doce apóstoles que prediquen su mensaje, como vemos en ese pasaje evangélico.

En esta ocasión, les pide que sean ellos los que proclamen “que el Reino de los Cielos está cerca”. Dios está dispuesto a ser, ya en esta vida terrena, el Rey, el Señor de la sociedad humana y todos sus habitantes. Les pide que de momento vayan solo a los judíos. Ya llegará el momento de ordenarles que vayan a todo el mundo a presentarles esta buena noticia.

El núcleo central de la predicación de Jesús es el reino de Dios. Ese es el gran proyecto de Dios sobre toda la humanidad, una sociedad humana donde Dios sea el Rey, y no haya ningún otro rey. Si Dios reina, todo lo que se opone a Dios y al Amor va a ser aniquilado.

El enemigo más directo que se opone al Reino de Dios es el mal. Siempre vemos a Jesús, en su actividad misionera, en guerra continua con el mal. Por eso, ya en esa primera ocasión de enviar a sus discípulos a predicar el Reino de Dios, les pide también como los continuadores de su obra que hagan lo mismo que Él, que sigan luchando contra el mal en todas sus manifestaciones, y les da poder para ello: “Llamó a sus doce discípulos y les dio autoridad para expulsar espíritus inmundos y curar toda enfermedad y dolencia”.