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| El Triunfo de San Hermenegildo - Museo Nacional El Prado Francisco de Herrera "El Mozo" - 1654 |
Se desconoce su fecha de nacimiento, pero se sabe que murió el 13 de abril de 585, Leovigildo, el rey arriano de los visigodos (569-86) tenía dos hijos, Hermenegildo y Recaredo, que fueron fruto de su primer matrimonio con la princesa católica Teodosia. Hermenegildo se casó en 576 con Ingundis, una princesa católica hija de Sigeberto y Brunhilde.
Como resultado de su propia inclinación e influenciado por su esposa, y por instrucciones de San Leandro de Sevilla, ingresó a la fe católica. La segunda esposa de Leovigildo, Goswintha, una fanática ariana, llegó a odiar a su nuera y trató de establecer la manera de apartarla de la fe católica. Hermenegildo se había ido, con permiso de su padre, a Andalucía, y había llevado a su esposa con él. Sin embargo, cuando Leovigildo se enteró de la conversión de su hijo, le impuso regresar a Toledo, una orden que Hermenegildo no llegó a obedecer.
El fanatismo religioso de su madrastra, y la severidad con que su padre estaba tratando a los católicos en España, le obligó a tomar las armas en protección de sus compañeros de religión, y en defensa de sus propios derechos. Al mismo tiempo, formó una alianza con los bizantinos. Leovigildo logró que los bizantinos traicionaran a su hijo a cambio de oro, haciendo que sitiaran a Hermenegildo en Sevilla en 583, y capturando la ciudad, tras un sitio de casi dos años.
Hermenegildo buscó refugio en una iglesia en Córdoba, donde recibió falsas promesas por parte de Leovigildo. Su esposa Ingundis, se fue con su hijo a Africa, donde ella murió.
Gregorio el Grande relata que Leovigildo envió a un obispo arriano cuando nuestro personaje se encontraba en prisión, en la vìspera de pascua de 585; el propósito era el de perdonar a su hijo, siempre que este aceptara la comunión de una autoridad arriana. A ello, Hermenegildo se opuso con firmeza, no rechazando su fe católica, y como resultado, fue decapitado el Día de Pascua de ese año.
Más tarde fue venerado como mártir, y Sixto V (1585), actuando de acuerdo a la sugerencia del Rey Felipe II, extendió la celebración de su festividad (13 de abril), en todo el territorio de España.
San Hermenegildo es por tanto primer pilar de la unidad religiosa de España, su martirio, testimonio en la fe en Cristo Resucitado, hijo del Padre, de su misma naturaleza, provocó la conversión de su hermano Recaredo y con él la desaparición de la herejía arriana.
