viernes, 19 de marzo de 2021

San José, esposo de la Virgen María

El Sueño de San José - Acisclo Antonio Palomino y Velasco
Óleo sobre lienzo 1697 - Museo Nacional El Prado

 

Hoy la Iglesia tiene una celebración especialísima porque festeja a su Patrón San José, venerado también en la Iglesia ortodoxa. Pueden existir muchas visiones de que su festividad podría haber sido cercana a la Navidad, ya que María Inmaculada es en Adviento y no falta quien encontraría mayor razonamiento en el mes de enero o aprincipios de febrero tras la Presentación del Señor. Pero la Iglesia que peregrina tiene en la Cuaresma un fiel Custodio de sus pasos hacia la Pascua.

José, de la estirpe de David, es el castísimo Esposo de la Virgen María, de la que nació Jesús, llamado Cristo. Él es designado por la Providencia para que haga las veces de padre del Señor. Su vida en el hogar de Nazareth, transcurre entre Jesús y María. Él es el siervo bueno y fiel del Evangelio, que ha cuidado con esmero de su Esposa e Hijo para que el plan divino llegue a todos los hombres.

Su vida siempre supone fidelidad, como cuando la Virgen está encinta y él se la lleva a Belén, donde Ella dará allí a luz a su Hijo Primogénito en un pesebre porque no había sitio para ellos en la posada y eso que José era de allí y no había ni siquiera un pariente qu eles garantizase albergue. Su protección está asegurada en el Portal, en la huida a Egipto y en la casa de Nazareth. Él es fiel cumplidor de la Ley cuando presenta a su Hijo en el templo para cumplir con lo que dijo Dios por medio de Moisés acerca de cómo consagrar a todos varones recién nacidos. Cumplida su misión, entra lleno de dones en el Reino de Dios.


Patronazgo

El Papa Pío IX, atendiendo a las innumerables peticiones que recibió de los fieles católicos del mundo entero, y, sobre todo, al ruego de los obispos reunidos en el concilio Vaticano I, declaró y constituyó a San José Patrono Universal de la Iglesia, el 8 de diciembre de 1870.

San José - Catedral Ntra. Sra. de Amiens
Hermanos Duthoit (S.XIX)
¿Qué guardián o que patrón va darle Dios a su Iglesia? pues el que fue el protector del Niño Jesús y de María.

Cuando Dios decidió fundar la familia divina en la tierra, eligió a San José para que sea el protector y custodio de su Hijo; para cuando se quiso que esta familia continuase en el mundo, esto es, de fundar, de extender y de conservar la Iglesia, a San José se le encomienda el mismo oficio. Un corazón que es capaz de amar a Dios como a hijo y a la Madre de Dios como a esposa, es capaz de abarcar en su amor y tomar bajo su protección a la Iglesia entera, de la cual Jesús es cabeza y María es Madre.

Su patronazgo es triple: Es patrono de la Iglesia Universal porque fue padre adoptivo del Fundador que es Cristo. A Él cuidó y, como Jesús, es el Sumo y Eterno Sacerdote, San José es Patrono de las Vocaciones Sacerdotales por lo que en esta fecha se celebra el Día del Seminario. Y como en su tránsito a Dios estuvo rodeado de Jesús y María es el Patrono de la buena muerte, sin olvidar que es también el patrono de los padres.

Su patronazgo se extiende por diversos países: Austria, Bélgica, Canadá, Costa Rica, Corea del Sur, Italia, México, Nueva Caledonia, Panamá, Perú, Vietnam y diversas ciudades de todo el mundo. También es patrono protector de la familia, de los niños no nacidos, carpinteros, emigrantes y los ingenieros industriales.




Devoción a San Jose

Una de las más fervientes propagadoras de la devoción a San José fue Santa Teresa de Ávila. En el capítulo sexto de su vida, escribió uno de los relatos más bellos que se han escrito en honor a este santo:

"Tomé por abogado y protector al glorioso San José, y encomiéndeme mucho a él. Vi claro que así de esta necesidad, como de otras mayores, este padre y señor mío me saco con más bien de lo que yo le sabía pedir. No me acuerdo hasta ahora haberle suplicado cosa que la haya dejado de hacer. Es cosa tan grande las maravillosas mercedes que me ha hecho Dios por medio de este bienaventurado santo, de los peligros que me ha librado, así de cuerpo como de alma; de este santo tengo experiencia que socorre en todas las necesidades, y es que quiere el Señor darnos a entender que así como le fue sujeto en la tierra, que como tenia nombre de padre, y le podía mandar, así en el cielo hace cuánto le pide. Querría yo persuadir a todos que fuesen devotos de este glorioso santo por la gran experiencia que tengo de los bienes que alcanza de Dios".

Otros santos que también propagaron la devoción a San José fueron San Vicente Ferrer, Santa Brígida, San Bernardino de Siena (que escribió en su honor muy hermosos sermones) y San Francisco de Sales, que predicó muchas veces recomendando la devoción al Santo Custodio.


Año de San José

El papa Francisco ha declarado este año como el Año de San José. Ha escrito una carta apostólica preciosa, difícil decir algo mejor, más sencillo, inteligible y sustentador de la fe en el papel que S. José jugó. Se titula Patris corde (Con corazón de padre). Es breve. Se la recomiendo encarecidamente. Son siete capítulos como si de siete sacramentales se tratara, que pueden encontrar en la publicación del pasado 9 de Diciembre en este mismo blog y cuyo enlace dejo a continuación.


Curiosamente, en todas partes del mundo, el nombre de José es el más utilizado, a pesar del anonimato de San José. Termina el Papa diciendo: “No queda más que implorar a san José la gracia de las gracias: nuestra conversión”. Y añade una sencilla oración para que la recemos habitualmente. Los devotos de S. José, la rezamos:

Salve, custodio del Redentor
y esposo de la Virgen María.
A ti Dios confió a su Hijo,
en ti María depositó su confianza,
contigo Cristo se forjó como hombre.

Oh, bienaventurado José,
muéstrate padre también a nosotros
y guíanos en el camino de la vida.
Concédenos gracia, misericordia y valentía,
y defiéndenos de todo mal. Amén.