lunes, 8 de marzo de 2021

Evangelio diario: 08-03-2021

Lectura del santo evangelio según san Lucas 4, 24-30

Habiendo llegado Jesús a Nazaret, le dijo al pueblo en la sinagoga:
«En verdad os digo que ningún profeta es aceptado en su pueblo. Puedo aseguraros que en Israel había muchas viudas en los días de Elías, cuando estuvo cerrado el cielo tres años y seis meses y hubo una gran hambre en todo el país; sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías sino a una viuda de Sarepta, en el territorio de Sidón. Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo, sin embargo, ninguno de ellos fue curado sino Naámán, el sirio».
Al oír esto, todos en la sinagoga se pusieron furiosos y, levantándose, lo echaron fuera del pueblo y lo llevaron hasta un precipicio del monte sobre el que estaba edificado su pueblo, con intención de despeñarlo.

Pero Jesús se abrió paso entre ellos y seguía su camino.




Comentario

La escena del evangelio de hoy está situada en la sinagoga de Nazaret. Jesús acaba proclamar su discurso programático en el que relee al profeta Isaías Pero Él no solo reinterpreta al profeta a la luz de su propio proyecto, sino que pregona que esa Escritura que acaba de anunciar se cumple allí y ahora. Jesús se autoproclama el Ungido del Señor que viene a traer la Buena Noticia a los pobres.

Ante esto, algunos de sus paisanos quedan admirados, y otros interrogan su identidad: ¿cómo va a ser el Ungido del Señor el hijo del carpintero? Jesús es rechazado en su tierra al presentar su proyecto del Reino. Es consciente que ningún profeta es aceptado en su pueblo, por ello, para explicar su plan como buen pedagogo, recurre al ejemplo de dos profetas del Antiguo Testamento bien conocidos por sus oyentes: Elías, padre de la profecía y Eliseo, su discípulo. Estos profetas del siglo IX a.C. realizaron sendos milagros a personas no pertenecientes al pueblo de Israel: el primero a una viuda de Sarepta, el segundo, a Naamán el sirio. Con sus signos, estos hombres inspirados por Dios manifestaron que la salvación no estaba limitada al llamado pueblo de Dios, sino que estaba abierta a las gentes de todos los pueblos.

El evangelio de Lucas, nos muestra que esta Buena Noticia salvadora de Jesús no está cerrada a unos pocos, ni a su pueblo, ni a los galileos, ni a los judíos. La Buena Noticia es para todos, independientemente de su etnia, religión o nacionalidad y tiene que llegar a todo el mundo. Por ello, Jesús no se deja intimidar por nada ni por nadie y se abre paso entre ellos para seguir su camino.

El evangelio también nos hace caer en la cuenta de que es muy difícil entender el Nuevo Testamento sin conocer el Antiguo Testamento. El primero es cumplimiento y superación del segundo, y hace continuas alusiones, explicitas o implícitas, al mismo, porque la Palabra De Dios es salvación en cualquier tiempo.