lunes, 22 de junio de 2020

Evangelio diario 22-06-2020

Evangelio según san Mateo 7, 1-5

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque seréis juzgados como juzguéis vosotros, y la medida que uséis, la usarán con vosotros. 
¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo? 
¿Cómo puedes decirle a tu hermano: “Déjame que te saque la mota del ojo”, teniendo una viga en el tuyo? Hipócrita: sácate primero la viga del ojo; entonces verás claro y podrás sacar la mota del ojo de tu hermano».


Comentario:

Santiago en su carta nos dice "uno solo es legislador y juez, el que puede salvar o perder". El juicio está reservado a Dios, pero esto no quiere decir que seamos permisivos con todo, que todo lo veamos como bueno, porque entonces faltaríamos a la verdad e iríamos en contra del Amor.

Como principio, el evangelio nos pide que no suplantemos la justicia divina, sino que seamos verdaderamente hermanos y nos tengamos mutua misericordia.

Las palabras de Jesús no imponen a los suyos una prohibición de formar un juicio moral sobre la conducta, lo que condena es todo intento de corregir a otros antes de habernos aplicado a nosotros mismos esa misma norma de conducta. ¿Como juzgar si no somos capaces de hacer autocrítica? Lo primero es la sincera evaluación de las propias motivaciones y limitaciones. Solo quien supera sus propias limitaciones tiene la suficiente agudeza para auxiliar a sus semejantes.

Jesús nos encomienda la salvación de los hermanos y nos dice: “Hipócrita, ¡sácate primero la viga de tu ojo, y entonces…”. Dios quiere la salvación de todos y todos somos responsables de la salvación del otro, es superar mi propia limitación para estar capacitado para servir con misericordia a los demás, para abrirles el camino de su salvación.