lunes, 5 de octubre de 2020

Evangelio diario: 05-10-2020

Lectura del santo evangelio según san Mateo 7, 7-11

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
-«Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá; porque quien pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre. Si a alguno de vosotros le pide su hijo pan, ¿le va a dar una piedra?; y si le pide pescado, ¿le dará una serpiente? Pues si vosotros, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre del cielo dará cosas buenas a los que le piden!»



Comentario

Las témporas son días de acción de gracias y de petición que la comunidad cristiana ofrece a Dios terminadas las vacaciones y la recolección de las cosechas al reemprender la actividad habitual. Se celebrarán, al menos, el día 5 de octubre (o el 6 cuando el día 5 sea domingo) y se extenderán laudablemente a otros dos días de la misma semana, siempre que sea posible. (Texto del Misal Romano)

En este día predomina el agradecimiento y cantamos y salmodiamos para nuestro Dios, dando gracias por todos los beneficios que recibimos en nombre de su Hijo Jesucristo y junto al salmista decimos: “tuyos son señor la grandeza y el poder, la gloria, el esplendor, la majestad, el cielo, la tierra”. 

Es día de Acción de Gracias y la liturgia de la palabra nos lo recuerda para no vanagloriarnos en nuestras fuerzas; porque nuestras riquezas no vienen de nosotros mismos, nos invita la liturgia a  acordarnos del Señor, que nos da la fuerza para crearnos las riquezas y mantiene las promesas que hizo a nuestros antepasados y que sigue manteniéndolas ahora y siempre.

Es un día también para recordar a quienes en la tierra nos reconcilian con Dios, un pensamiento para el ministerio del sacerdocio, un servicio del que nos beneficiamos todos cuando pecamos; cuando nos alejamos de Dios el mismo sacerdote actúa como enviado de Cristo y es Jesús mismo quién expía nuestros pecados y nosotros unidos a Él recibimos la salvación.

Motivos no faltan para dar gracias a nuestro Dios, a nuestro Padre del cielo, por su grandeza y su poder, por su reinado de misericordia, por su soberanía sobre todas las cosas, por su riqueza, por su gloria, por su fuerza. 

El evangelista San Mateo se dirige a los judíos para explicarles la eficacia de la oración. Estos versículos hablan de petición, de donación, de búsqueda, de encuentro, de llamada, de apertura, de recibimiento. Cuando oramos hacemos peticiones y deseamos recibir lo que pedimos. El texto hace una ligera comparación entre la bondad y la maldad de los seres humanos para afirmar que Dios, que es bueno, da cosas buenas a sus hijos. 

El Señor, lleno de amor, nos da una tierra fértil y nosotros con agradecimiento le pedimos que nos ayude a descubrir que con su ayuda somos capaces de crear nuestras propias riquezas. Llamados a ser tierra buena, tierra llena de alegría, de amor, de paz, en un mundo donde nos rodea la tierra mala, la tristeza, el desamor, la guerra; si respondemos a esta llamada y pedimos ayuda al Señor, nos concede lo que pedimos porque lo hacemos de corazón, y sobre todo porque Dios lleno de misericordia nos lo concede al pedirlo de corazón.