miércoles, 9 de noviembre de 2022

Dedicación de la Basílica de San Juan de Letrán


 

Según una tradición que arranca del Siglo XII, se celebra el día de hoy el aniversario de la dedicación o consagración de la Basílica construida por el emperador Constantino en el Laterano, Roma.

¿Que es una basílica?

El término basílica proviene del latín que a su vez deriva del griego βασιλική (fonéticamente, basiliké) que significa "relativo a lo regio o real", y viene a ser una elipsis de la expresión completa βασιλική οἰκία (basiliké oikía) que quiere decir "casa real". Una basílica, por tanto, era un suntuoso edificio público que en Grecia y Roma solía destinarse al tribunal, y que en las ciudades romanas ocupaba un lugar preferente en el foro.

En la Iglesia Católica se le da el nombre de basílica a ciertos templos de una especial relevancia, siempre relacionados con el papa. Solamente se puede llamar Basílica a aquellos templos a los cuales el Sumo Pontífice les concede ese honor especial.

La primera basílica que hubo fue la de Letrán. Se sabe que era un palacio que pertenecía a una familia que llevaba ese nombre, Letrán, y que el emperador de entonces, Constantino, fue el primer gobernante romano que concedió a los cristianos el permiso para construir templos, regalando al Papa Silvestre I el Palacio Basílica de Letrán, que éste convirtió en templo y consagró el 9 de noviembre del año 324.

Esta basílica es la Catedral del Papa y la más antigua de todas las basílicas de la Iglesia Católica. En su frontis tiene esta leyenda que reza así: "Madre y Cabeza de toda las iglesias de la ciudad y del mundo" en señal de amor y unidad para con toda la cátedra de Pedro que, como escribió san Ignacio de Antioquía "preside a todos los congregados en la caridad".

Desde el año 324 hasta el 1400, la casa contigua a la Basílica se llamó "Palacio de Letrán", fue la residencia de los Pontífices, y allí se llevaron a cabo la celebración de cinco concilios importantes de la vida de la Iglesia. En este palacio se celebró en 1929 el tratado de paz entre el Vaticano y el gobierno de Italia (Tratado de Letrán).

Celebrar la dedicación de la iglesia madre de todas las iglesias es una invitación a los cristianos de la Iglesia universal a vivir la unidad de fe y de amor, para ser piedras vivas en la construcción de la Jerusalén celeste

Para finalizar recojamos algunas palabras de san Agustín, a modo de recomendación:
«Cuando recordemos la Consagración de un templo, pensemos en aquello que dijo San Pablo: “Cada uno de nosotros somos un templo del Espíritu Santo”. Ojalá conservemos nuestra alma bella y limpia, como le agrada a Dios que sean sus templos santos. Así vivirá contento el Espíritu Santo en nuestra alma».